NEGOCIACIONES

Jaque mate del Kremlin a la carne de Brasil

Rusia y Brasil son socios en el BRIC. Ambos integran el G-20 y tienen múltiples puntos de contacto pero... igual hay problemas comerciales graves. ¿Ceder o no ceder?, esa es la cuestión. En Brasil se opina que, al menos en este caso, por ahí no es negocio ceder.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Rusia no atendió el pedido del ministro de Agricultura de Brasil, Wagner Rossi, de prórroga del plazo para proceder a suspender las importaciones de carne de 3 estados brasileños, y que debía entrar en vigor el miércoles, informó este martes el ministro de Agricultura, Wagner Rossi.
 
Rossi informó que su gobierno atendió a 18 requisitos exigidos por los servicios sanitarios rusos y procedió a un análisis planta por planta, también solicitado, y espera ahora autorización rusa para llevar al país una misión técnica que explicaría esos procedimientos.
 
Pero el servicio ruso de vigilancia veterinaria no entendió razones y castigó a 3 estados: Paraná, Rio Grande do Sul y Mato Grosso, a partir del 15/06.
 
La medida fue decidida luego de que controlaran a 29 empresas en abril y determinaran que no cumplían con las exigencias sanitarias rusas.
 
 
"(...) El mercado ruso es el principal destino de las ventas de carne bovina de Uruguay en volumen y uno de los principales también para Brasil. Ayer una noticia sacudió el mercado: el gobierno ruso comunicó la suspensión de 85 plantas procesadoras de carne en Brasil, entre las que se encuentran 24 frigoríficos que exportan cortes bovinos. (N. de la R.: el resto son frigoríficos de carnes porcinas).

Si bien a priori, esto podría tomarse como una "buena noticia" para las exportaciones de Uruguay a ese destino, operadores del mercado local relativizaron su impacto y dijeron que como máximo ayudará a que los precios de Rusia no sigan en caída

El operador de la firma Intermeat, Gabriel Slinger, explicó (...) "Por el momento, no vemos mayores impactos para la región porque Rusia está bastante completo de carne. Por eso, es difícil que se concrete un sobreprecio aunque aún es temprano para evaluar esto", afirmó.

Slinger comentó que ayer mantuvo contactos con clientes rusos que le informaron que "no habría mejoras sustanciales en los precios" -que últimamente- "han sido bastante malos", acotó.

En una línea similar, el representante local de Sudambeef, Andrés Albanell, indicó a El País que esta medida pudo estar orientada a que Rusia logre colocar gran parte de sus stocks de carne en los próximos días sin que caigan los precios del mercado interno para los importadores.

Asimismo, explicó que esto pueda llevar a que Brasil derive esa producción interna (que tendría como destino Rusia) a otros mercados del mundo a un precio menor o que trate de presionar a la baja los precios del ganado para ser competitivo, algo similar a lo que está aconteciendo hoy en Uruguay con la industria que esta semana presionó a la baja el precio del ganado gordo para faena. De hecho, la planilla de los consignatarios para los novillos esta semana pasó de US$ 4,14 por kilo en segunda balanza a US$ 4,05.

(...) "El gran problema en Rusia es que los depósitos de ese país están lleno y tienen poco dinero para hacer nuevos negocios. Por eso, es difícil que veamos cambios en el mercado por lo menos en los próximos 20 días", estimó Slinger.(...)."

¿Y cuál es el punto de vista de Brasil?
 
 
"Comenzó a tener validez el embargo ruso a la carne porcina brasileña. Por cuestiones sanitarias, 85 frigoríficos están inhibidos para exportar para Rusia, el mayor cliente de Brasil. En la práctica, no falta casi nadie y las exportaciones serán paralizadas. Fue un “jaque mate” del Kremlin, que está surtiendo efecto y provocando mucha polémica en Brasil, dividiendo al gobierno y al sector privado.
 
Rusia se encuentra insatisfecha con las exigencias de Brasil -que apoya la entrada de Rusia a la Organización Mundial de Comercio (OMC),a cambio de cuotas exclusivas para carne porcina. Hoy, solo USA y la Unión Europea tienen derecho a cuotas exclusivas, y Brasil queda en la categoría “Otros”.  

Si Brasil no logra ese cambio ahora, antes de que Rusia entre a la OMC, será muy difícil conseguir algo después.
 
Un negociador en Ginebra le dijo al colega Jamil Chade que los rusos trasformaron su mercado de carnes en un instrumento de negociación para entrar en la OMC. Alegando cuestiones sanitarias, promovieron un embargo de la carne porcina brasileña. Y, detrás de escena, presionan los europeos, reclamando concesiones para los productos rusos y amenazando ofrecer más cuotas a Brasil.
 
El sector privado brasileño ya cedió al chantaje de los rusos. 

Pedro de Camargo Neto, presidente de la Asociación Brasileña de los Exportadores de Carne Porcina (Abipecs), dijo en una reunión con varias autoridades brasileñas la semana pasada, que el sector desistió de su demanda de cuotas exclusivas porque no soporta el embargo.
 
El Ministerio de Agricultura fue el primero en echarle la culpa por el bloqueo en las negociaciones para la entrada de Rusia a la OMC. 

Según fuentes del sector, sin embargo, el ministerio no cumplió con sus tareas y demoró en enviar las explicaciones pedidas por los rusos sobre la situación sanitaria del país. En la práctica, abrieron un flanco y ahora buscan culpables.
 
Cabe a Itamaraty intentar equilibrar la situación. Una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores le dijo al blog que si el sector privado realmente quisiera desistir de su pleito por cuotas exclusivas, que mande la solicitud “por escrito”, y no enviar recados por la prensa.

Esa fuente alegó que, tal vez,

no convenga ceder al chantaje. Los rusos nunca vincularon expresamente el embargo con las negociaciones en la OMC. Si Brasil cede, Rusia puede mantener el bloqueo y hábilmente “embolsar” las 2 cosas.
 
Los frigoríficos están bastante endeudados y con la rentabilidad comprometida por el real (la moneda local) fuerte y por el aumento de los costos de producción –el incremento en el precio del maíz perjudica al productor y eleva el precio de la carne-. 

El sector ya aprovechó la situación para pedir los “favores” de siempre al gobierno: quieren un stock regulador, financiamiento barato, perdón de deudas.
 

La pregunta que los empresarios deberían hacerse es: ¿vale la pena ceder al chantaje de Rusia y desistir de un cambio estructural en el mercado de carne porcina? 

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