Lula intenta mejorar su imagen por TV

"Fui elegido para cambiar Brasil, y cambiar Brasil, mis amigos, significa tener el coraje de hacer las cosas bien", dijo ayer el presidente brasilero Luiz Inácio Lula Da Silva en vísperas de una ambiciosa gira a China y en medio de una turbulencia en los mercados. Lula dijo que está dispuesto a pagar el precio de ser "incomprendido por su pueblo" por tener que tomar medidas impopulares para asegurar el crecimiento.

En vísperas de una ambiciosa gira a China y en medio de una turbulencia en los mercados, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró anoche que mantendrá su política económica, consciente del riesgo de no ser comprendido por el pueblo.

Con la popularidad en baja por sucesivas crisis internas y por no estar cumpliendo las principales promesas de campaña, Lula se pronunció ayer en cadena nacional de radio y televisión.

El pretexto era hacer una evaluación de sus 500 días de gobierno, para lo que el mandatario utilizó siete minutos en la TV donde enumeró gestos positivos de su administración y justificó medidas poco populares, según el matutino Estado.

Lula garantizó que prefiere pagar el precio de la impopularidad para hacer "las cosas bien hechas".

"Sabiendo que corro el riesgo de ser incomprendido por mi pueblo, se que este es el precio que pago. Fui electo para cambiar Brasil y esa es mi misión", dijo Lula al pueblo. Además intentó justificar el tímido reajuste del salario mínimo lo que calificó de una "medida dura" explicando que ese es el aumento dispuesto para el salario mínimo y que el Gobierno no soportaría un reajuste mayor.

"Dios sabe lo difícil que fue para mi dar ahora un aumento mayor para el mínimo. Pero si queremos cambiar a Brasil de verdad, tenemos que trazar metas claras y reglas firmes", sostuvo.

En tono optimista Lula afirmó que las medidas adoptadas por su gobierno ya comenzarán a dar frutos.

"Tenemos ahora un sólido comercio exterior y una amplia agenda de desenvolvimiento que incluye e aumento de las exportaciones", agregó.

# La situación cada vez más inestable

El real cayó ayer a su nivel más bajo en 12 meses, con inversionistas y economistas asegurando que el Banco Central de Brasil demostró más temores, que confianza, al mantener la tasa de interés referencial.
El real retrocedió más de 2% y cerró en 3,21 por dólar, mientras el índice de la Bolsa de Valores de Sao Paulo cayó casi el mismo nivel para cerrar en 18,500 puntos en la sesión vespertina.

Tras su reunión mensual, el instituto emisor anunció el miércoles por la noche que mantendría en 16% la tasa de interés referencial. El Banco citó incertidumbres y movimientos de los mercados internacionales -como el alza de los precios internacionales del crudo- para justificar su decisión.

Pero economistas afirmaron que la alta tasa de interés sofocará los negocios y la confianza de los consumidores. Añadieron que la inflación, de cerca de 5%, no debería ser una gran preocupación para el Banco.

"El Banco Central no está guiando, sino siguiendo al mercado", dijo el economista Tim Kearney, de la firma Bear Stearns. "Tememos que al mantener la tasa de interés y replegarse en el actual ambiente del mercado, el Banco Central sofoque prematuramente el crecimiento" económico, agregó.

Muchos analistas asumieron la decisión del Banco, sobre su preocupación sobre la volatilidad del mercado, como una señal que el gobierno carece de confianza en la habilidad de la economía del país, ante el aumento de los precios del petróleo y un eventual ajuste en las tasas de interés en Estados Unidos, para enfrentar la salida de millones de dólares del mercado.

Horacio Lafer, presidente de la poderosa Federación de Industria de Sao Paulo, aseguró que economistas de la federación han modificado sus proyecciones sobre el crecimiento de Brasil en el 2004 para solo 3%.

A comienzos de este año, los mismos economistas de la federación anticipaban un crecimiento de 4%.

El cambio anunciado por Lafer se produjo el mismo día en que el Instituto de Investigaciones Dieese, una institución con el apoyo de sindicatos, ubicó en desempleo en Sao Paulo -la ciudad más grande de Brasil- en 20,7%.

Fue el nivel más alto registrado por el Instituto desde que comenzó a analizar datos de desocupación en 1985.

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