Los empresarios rusos salieron de compras

"¡Ahí vienen los rusos!", dicen los titulares que aparecen con frecuencia en la prensa occidental. Ocurre que se desató una invasión de capitales rusos a mercados de occidente, liderada por el magnate Román Abramóvich y sus "secuaces", quienes viajan a Londres los fines de semana para ver los partidos del Chelsea. A continuación, algunas de la nuevas adquisiciones de los empresarios rusos.

Según los analistas de "Russia Deal", el año pasado las corporaciones rusas compraron participaciones en empresas extranjeras por US$ 2.600 millones. Este año la fiebre inversora continúa fortaleciéndose: en unos meses las compañías rusas ya superaron los indicadores del año pasado.

# Un combate de acero

El holding del aluminio "RusAl" adquiró en US$306 millones el 65% de las acciones de la fábrica jamaiquina de alúmina "Alpart", y más o menos lo mismo invirtió por el 14% de las acciones de la acería anglo-holandesa "Corus" el titular del holding "Gazprominvest", Alisher Usmánov.

El grupo de acerías "Sieverstal", por US$285 millones compró los activos de la norteamericana "Rouge Steel" y pasaron a la corporación de fábricas de equipos energéticos "OMZ", por unos 200 millones de dólares las divisiones "Skoda JS" ("Skoda Sistemas Nucleares") y "Skoda Steel", del consorcio "Skoda".

Por fin, "Níquel de Norilsk" gastó la suma record de US$1.160 millones en la adquisición del 20% de acciones de "Gold Fields", una compañía sudafricana extractora de oro. En esto los capitalistas rusos claramente no se disponen a detenerse.

Los emisarios de las corporaciones nacionales de materias primas caminan por todo el mundo en búsqueda de algo que los alimente. Los expertos explican por varias causas esta elevada actividad de las bolsas de dinero rusas en el extranjero. Es autopromoción, deseo de saltar las barreras proteccionistas para colocar sus producciones, deseo de asegurarse sus propias fuentes de materias primas y diversificación del negocio para reducir los riesgos políticos (la última causa se tornó especialmente popular luego de que el riesgo político convirtió al copropietario de IUKOS Mijaíl Jodorkovski en un confinado de prisión).

De las últimas operaciones vinculadas con el trasvase de los capitales de Rusia a un negocio análogo en Occidente se puede mencionar la adquisición por la compañía "Itera" de la compañía extractora de gas "Dune Energy", de Texas. Por cierto, los volúmenes de la empresa norteamericana son significativamente más bajos que la amplitud que, en mejores tiempos, tenía el negocio de "Itera" en la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

Lo más probable es que Igor Makárov tenga sencillamente miedo de que el titular de "GazProm" (el monopolio estatal del gas) Alexéi Miller, cierre definitivamente la fuente de gas de "Itera" en Rusia y en la CEI. Por eso el propietario de "Itera" resolvió ocuparse de un negocio análogo en un lugar donde la mano de Miller casi seguro que no llegará.

# RRPP aplicadas

La primera golondrina entre los gigantes rusos que culminó una gran adquisición en el extranjero fue "LUKOil". Esta compañía ya a fines de 2000 compró a la familia Getty la red de estaciones de servicio Getty Petroleum Marketing (1.300 unidades) por u$s 73 millones. El año pasado "LUKOil" compró a "Conoco-Philips" otras 795 estaciones por u$s 265 millones y se convirtió en uno de los repostadores más grandes en la Costa Oriental de los EE.UU.

Se suponía teóricamente que, tras gastarse en el minoreo del combustible, "LUKOil" sería la primera petrolera rusa en consolidarse en el promisorio mercado norteamericano. Hasta el presente año la idea de suministros de petróleo ruso a los EEUU en calidad de alternativa a la comercialización en el mercado europeo era bastante popular. La compañía de Vaguit Alekperov se aprestaba a suministrar a Norteamérica el petrólo extraído de Timano-Pechora, una de las provincias petroleras y gasíferas de Rusia.

Las operaciones norteamericanas de "LUKOil" se acompañaron por un gran ruido en la prensa, empero la cosa no pasó de las relaciones públicas. En realidad, la compra americana de "LUKOil" no sólo no le acarrea ganancias a la empresa, sino que reduce significativamente su rentabilidad, por cuanto "LUKOil" tiene que comprar a firmas norteamericanas los caros subproductos del petróleo para sus estaciones.

Según el consultor senior de la compañía "BKG" Vladímir Skoptsov, como resultado del error de mercadeo de los gerentes de "LUKOil", la compra de estaciones de servico en los EE:UU: resultó un negocio no efectivo, y en cambio fue apenas una acción promocional. A "Versión" le parece que la publicidad de "LUKOil" trabajó bien: por ejemplo el secretario de USA.

Colin Powell reconoció que carga en la estación rojiblanca de la compañía rusa. Sin embargo, el precio de la self-promotion, 338 millones de dólares, es claramente enorme.

# África nos ayudará

Ahora gastar rabiosos dineros sólo en aras de que el logotipo de una empresa rusa ondee orgullosamente en algún lado cercano al Capitolio no encuentra otros interesados. Las empresas rusas persiguen fines más pragmáticos. En el ideal el capital nacional debe ir al extranerjo para fortalecer su negocio.

El representante del Banco Mundial Christopher Rülle observaba al respecto que "Rusia está económicamente interesada en la creación de grandes empresas. En este sentido son muy importantes los procesos de adquisición, fusión y absorción de empresas y cualquier método para crear compañías más grandes. Estos son procesos que dan enorme prevalencias económicas".

Sin embargo, por ahora no hay tantos ejemplos de fortalecimiento clásico de corporaciones rusas a cuenta de la adquisición de activos extranjeros. En lo fundamental, tal fortalecimiento tiene lugar a cuenta de la adquisión de pequeñas empresas en Europa Oriental o en otros países en desarrollo. En particular, el holding "RusAl" se traga consecuentemente empresas extranjeras en terceros países para asegurar su creciente necesidad de materia prima.

En Rusia los yacimientos de bauxita que permiten producir materia prima para fundir aluminio prácticamente no existen. Por eso el propietario de "RusAl" oleg Deripaska está decidido a gastar unos 2.000 millones de dólares en la adquisición de activos de materia prima en el extranjero. La empresa rusa controla el complejo guineano de bauxita y alúmina, así como la fábrica de alúmina de Nikoláevsk, en Ucrania.

Hace poco "RusAl" ganó la licitación para adquirir los activos del complejo jamaiquino de alúmnina "Alpart". Los yacimientos minerales imprescindibles para "RusAl", como norma, están ubicados en África o en Sudamérica. Por cuanto las normas de negocio en los países "alúminos" no se diferencian mucho de las rusas, el equipo de Deripaska mantiene con éxito la competencia con sus contrincantes de entre los megaoldings mundiales del aluminio. "RusAl" ahora se posiciona como una compañía gigantesca de "bajo vuelo", especializada sólo en la fundición del aluminio primario, hablando con sencillez, de los lingotes de aluminio.

El negocio más complejo que es la producción de semifabricados de aluminio, al revés, Deripaska resolvió vendérselo a los competidores de la norteamericana "Alcoa". Algunos expertos piensan que el oligarca ruso puede compartir con "Alcoa" el paquete de acciones o en definivita venderle a los norteamericanos "RusAl". La adquisición de recursos primarios en el extranjero le permite a Deripaska controlar la producción de aluminio en Rusia, incluso si vende sus fábricas de produccion del metal "alado". Sin embargo "Versia" pinsa que hasta que no se complete la reforma de la energética eléctrica, Deripaska no se desprenderá de "RusAl".

Ahora, después que obtenga definitivamente el control sobre fuentes baratas de recursos energéticos, veremos. No en vano llaman al aluminio conservas de energía eléctrica, ya que precisamente el precio de la electricidad determina el costo de este metal liviano. Por ahora, a Deripaska le pertenece "Irkutsenergo" y otras dos centrales eléctricas más la poderosa de Krasnoiarsk, pero el empresario no consigue obtener el control total sobre la de Boguchansk.

La compra por "Níquel de Norilsk" del paquete minoritario de una de las más grandes productoras de oro del mundo, "Gold Fields" puede conducir al intento de fortalecerse a cuenta de la diversificación del negocio. La empresa de Vladímir Potanin es líder mundial en el mercado de los productores de níquel y paladio, pero en la extracción de oro tiene dónde crecer aún.

# Compras la fábrica y obtienes el mercado

Los expertos en fusión y absorción suponen unánimemente que las corporaciones rusas compran activos extranjeros para pasar a través de las barreras nacionales que obstaculizan la llegada a los nuevos mercados.

Según el primer subjefe de redacción de la revista "Fusiones y absorciones" Dmitri Putilin, la compra de una empresa en el extranjero es la forma de evitar las duras barreras en forma de cuotas y gravámenes aduaneros. Así, la planta metalúrgica de Novolípetsk adquirió los activos de una compañia metalúrgica dinamarquesa quebrada, la "Danish Steel Works AS", para superar las cuotas europeas en el suministro de acero. Y "Sieverstal" adquirió los activos de otra quiebra, esta vez norteamericana, la "Rouge Industries".

Vladímir Skoptsov dice: "Tomemos como ejemplo esa adquisición de ‘Sieverstal’. El mercado de USA está defendido por medidas proteccionistas (reducción de suministros desde el extranjero) justamente de empresas como "Sieverstal", con menores gastos para la producción de acero que los norteamericanos. Comprando ‘Rouges Industries’, ‘Sieverstal’ obtiene la posibilidad de colocarse en el mercado norteamericano y convertirse en él en un jugador muy serio".

Además de la metalurgia negra, hay todavía otro sector que los gobiernos de los grandes estados cuidan escrupulosamente de los competidores de afuera: la producción de fertilizantes. Uno de los holdings más grandes en el sector, "Akron" (su propietario, Viacheslav Kantor, es conocido por la opinión pública porque fue él precisamente quien inició la campaña contra "IUKOS"), suministraba a China hasta el 40% de su producción. Para consolidarse en el mercado chino, "Akron" compró el 58% de las acciones de "Hundji", una fábrica de fertilizantes en Lin-I, una ciudad de la provincia de Shandun. El precio de la operación no se dio a conocer, pero el giro comercial de esta planta asciende a cien millones de dólares al año.

Como se puede observar, para salir a los nuevos mercados las empresas rusas intentan comprar activos no demasiado caros, con frecuencia al borde de la quiebra. Dado que los rusos llegan a empresas que atraviesan por serias dificultades, la aparición de nuevos propietarios no provoca especial pánico ni entre las autoridades locales ni entre la comunidad de negocios.

Dicen que cuando "Sieverstal" apenas se estaba midiendo el papel de "salvador" de "Rouge Industries", uno de los fundidores negros de la empresa norteamericana se entusiasmó tanto con la perspectiva de trabajar con rusos que a través de Internet bajó el logotipo de "Sieverstal", lo imprimió en distintivos y remera y lo distribuyó entre sus colegas.

Los expertos señalan que las benévolas autoridades estatales y regionales aparecen sólo en los casos en que los rusos toman "lo que no nos hace falta". Si nuestros compatriotas pretenden un activo más serio, a muchos eso le puede provocar irritación. Por ejemplo, cuando Vladímir Potanin compró en USA la "Stillwater Mining", una productora de paladio, los diarios locales a destajo escribieron sobre el "empleador comunista", que llegó para cerrar las minas y echar a los trabajadores locales para elevar el precio sobre el metal.

Dmitrii Putilin dice: "En Occidente no nos esperan". Como ejemplo el analista cita la oposición de los accionistas y de los top-managers de la compañía anglo-holandesa "Corus" para con el titular del holding "Gazprominvest" Alisher Usmánov. "Los europeos cuidan su negocio de los empresarios rusos con una reputación no transparente".

El "Independent" británico comenta el tenaz deseo del empresario ruso de entrar al directorio de la empresa europea de este modo: "Usmanov, el segundo accionista de la empresa, insiste en que tiene las más nobles intenciones. Pero ¿a santo de qué ‘Corus’ tiene que saltar a la cama con los rusos?" Como resultado "Corus" siguió siendo una "chica inexpugnable" y la gente de Usmánov hasta ahora no accedieron al directorio de la empresa.

Dmitrii Putilin considera que si los rusos propietarios de los activos industriales quieren sacar su dinero de Rusia y adquirir un negocio análogo en el exterior, les será muy difícil hacerlo: "El campo de los empresarios rusos en el exterior es con frecuencia la compra de negocios pequeños y medios, de inmuebles. O todavía se pueden hacer compras exóticas como divertimento, como lo hizo Román Abramóvich, que adquirió el ‘Chelsea’".

Vladímir Skoptsov está de acuerdo con el colega: "No veo el día de bazar, cuando en Occidente se venda todo de golpe fácil y elegantemente. Además, la salida de capitales del país no tiene lugar así, sencillamente. Para efectuar grandes compras en el exterior es preciso o abrir una seria línea de créditos en Occidente o tener activos líquidos. Los oligarcas industriales no tienen esos activos y no vas a vender tus propiedades tan rápido. Es preciso además encontrar un compredor". Además, los analíticos señalan que en Rusia la rentabilidad de las inversiones es mucho más alta. Es cierto, en nuestro país queda demasiados pocos bienes que puedan ser puestos a la venda.

Quizá "Sviazinvest" (el gigante monopólico de las comunicaciones), sobre cuyo control se ha centrado claramente "Alfa Group" y el socio de Víktor Vekselberg, la compañía "Access Industrias". ¿Qué le queda por hacer al resto?

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Este artículo fue publicado hoy en el diario "Versión" de Rusia.

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