El otro incendio en Repsol YPF

El nuevo Gobierno Socialista español ha llegado enarbolando la bandera del diálogo, el talante y todo lo demás, pero la verdad es que tiene unas ganas enormes de ocupar poder, dinero, opulencia...

El funcionario habló de la "doctrina Bárbaro" y el cronista, que la escuchó hace algunas semanas de boca de su autor, sonrió por esa coyuntura de Julio Bárbaro devenido en ideólogo K, rol que no logró asumir, Torcuato Di Tella, tan vapuleado hoy como secretario de Cultura de la Nación, cargo que Bárbaro ocupó en días de Carlos Menem.

Pero ¿quién puede arrojar la primera piedra? ¿Acaso Alfonso Cortina, Nº 1 de Repsol YPF, olvidará aquel 23 de noviembre cuando se cumplían 100 días de la compra de YPF, y contrató al mejor chef de España, Santi Santamaría, y al argentino Francis Mallmann, para alimentar a 500 invitados en el Alvear Palace Hotel porteño, y homenajear a Carlos Menem? Debió haberse asegurado que aquella noche asistiera Néstor Kirchner, un gran beneficiado de la privatización y venta de YPF porque se quedó con todo ese dinero que luego giró a USA, Luxemburgo y Suiza, un tour que nada indica que haya terminado.

A propósito de Kirchner: ¿comparte o no el Presidente lo que se ha dado en llamar entre algunos de sus colaboradores "doctrina Bárbaro" que consiste en extender la Ley de Bienes Culturales al resto de la economía, limitando la participación extranjera en las actividades consideradas estratégicas?

La "doctrina Bárbaro" tiene sus limitaciones porque si bien Telefónica no podría tener más del 30% del Grupo Telefé, y así se ahuyentó a Grupo Prisa, que preside el español Jesús de Polanco que flirteaba por AM Continental y FM Hit, el propio Julio Bárbaro explicó que no podía obligar a vender si no hay comprador y le dará un plazo bien prolongado a Telefónica para deshacerse de su multimedios.

En el caso de Repsol YPF, uno de los colaboradores del Presidente imaginó forzar una reducción de actividades a favor de la flamante Empresa Nacional de Energía Sociedad Anónima. "Me parece que todo lo que es gas licuado de petróleo debería quedar para Enersa", opinó un funcionario y ahí fue cuando el cronista se puso a pensar si Kirchner conoce o no esto, si el Presidente avala o no esa elucubración, si resulta una decisión o sólo una expresión de deseos. Un petrolero respondió: "Es un disparate. El GLP es parte del proceso de producción de Repsol YPF en el país, no puede convertirse en una unidad autónoma".

La producción total anual argentina de GLP (gas licuado de petróleo) es de 3 millones de toneladas, de lo cual se exporta 50%. De las 1.500.000 toneladas restantes, 900.000 toneladas año van a uso como combustible, y 600.000 toneladas son de uso petroquímico.

En el fraccionamiento de GLP existen dos mercados: el del gas en garrafas de entre 10 y 45 kilos, y el del gas a granel para abastecer plantas industriales pymes.

Sobre 40 compañías fraccionadoras, 8 concentran 80% del mercado. Las más importantes son YPF Gas (22,8%), Total Gas (22,2%), Cañuelas Gas (10,9%), Shell Gas (7,4%) y Amarilla Gas (7,2%).

El 27,5% del mercado para plantas industriales es de YPF Gas y 18,3% es de Mega, una compañía de Repsol YPF, Dow Chemical y Petrobrás, que opera Petrobras. TGS tiene 11,3%, Refinor (Repsol y Petrobras) conserva 10%, Total Austral ronda el 4,8%; Esso un 4% y Shell un 3,5%.

Luego está el mercado de garrafas. En el país hay 4,5 millones de familias que usan el gas en garrafas. Son unos 15 millones de personas. Patricia Vaca Narvaja, secretaria de Defensa de la Competencia y el Consumidor, ya advirtió que puede regularse la actividad "si hay prácticas anticompetitivas". El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, le advirtió a los productores de GLP que el Gobierno no permitirá "que algunos pícaros se diviertan con la necesidad de la gente".

Los piqueteros que han hostigado la sede de Repsol YPF en la Ciudad de Buenos Aires lo hicieron reclamando por la llamada garrafa social. Sólo uno de cada 100 comercios -hay habilitados unos 60.000 en todo el país- dijo que vendería la garrafa social lo que obligó a negociaciones para ampliar la red de comercialización que oscila entre los $ 25 y $ 30 la de 10 kilos.

En el Gobierno hay quienes se preguntan cómo incrementar los negocios de Enersa. No faltan quienes propongan sumarle toda concesión que se revoque por incumplimiento, y caída de concesiones ya se produjo con un leading case emblemático: la distribución del gas en El Calafate, provincia de Santa Cruz, y encontrándose el Presidente internado en un dispensario en esa localidad.

En tanto, en España el nuevo Gobierno socialista español ha llegado enarbolando la bandera del diálogo y el talante en cada uno de sus discursos pero con unas ganas enormes de atesorar poder, dinero, opulencia...

Por cierto que resultó alucinante que José Luis Rodríguez Zapatero le adelantara sus intenciones de renomover a Alfonso Cortina de Repsol YPF al ministro argentino Rafael Bielsa, en Guadalajara, México, mientras recibía el obsequio de una carta que alguna vez le escribió Jorge Luis Borges a su amigo Jacobo Zureda.

Bielsa estaba reemplazando al presidente que no concurrió a la Cumbre por un estado gripal.

Y lo hizo cuando, a la vez, España juzgaba "insuficiente" la oferta presentada por el Mercosur sobre las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Muy extraño todo.

El presidente Néstor Kirchner había faltado, por problemas de salud, a la III Cumbre de América latina, el Caribe y la Unión Europea, pero gracias al candidato a embajador argentino en España, Carlos Bettini, Rodríguez Zapatero tuvo la deferencia de recibir, de todos modos, a Bielsa.

Rodríguez Zapatero conocía los comentarios de la banca de inversión acerca de las intenciones de Néstor Carlos Kirchner sobre Repsol YPF, probablemente por lo de Enarsa y el GLP, que ha sido decodificado como un afán de renacionalizar YPF con la asistencia financiera de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

Para muchos lo de Enarsa (Empresa Nacional de Energía) es tan confuso como cuando Domingo Cavallo intentó explicar que le agregaría el flamante euro al dólar en la estimación del tipo de cambio convertible.

En el caso de Enarsa es más complejo porque Kirchner procura participar a Venezuela, a través de Pdvsa; y a Brasil, a través del Bndes (Banco Nacional de Desarrollo Social).

El Presidente anunció que los refuerzos de la red de transporte eléctrico y las inversiones públicas que se realizarán en el área de generación serán financiados con la recaudación que generará el aumento de las retenciones a las petroleras, de 5 puntos porcentuales para petróleo crudo, naftas y gasoil, y de 15 puntos para butano, propano y gas licuado de petróleo.

Las inversiones públicas anunciadas incluyen la elevación de la cota de Yacyretá, la evaluación de varios nuevos proyectos hidroeléctricos y la terminación de Atucha II. Luego explicó lo de Enarsa, con una mayoría accionaria estatal (del 53%): "El Estado nacional no maneja la distribución ni la generación de gas. No queremos mirarlo más desde la tribuna, queremos estar allí donde se discute la ecuación energética", dijo Kirchner.

¿Hasta dónde llegará? Él es imprevisible pero, en cualquier caso, no son buenas noticias para Repsol YPF, que se ha empeñado en soportar de pie y sin decir ni mu los desplantes, las agresiones y el utilitarismo de Kirchner.

El Presidente ha mantenido agrias discusiones con Ramón Blanco, CEO de Repsol YPF, y allegados a Miguel Núñez, vocero presidencial, deslizaron que hasta le obligó a escuchar la canción de León Gieco, Cinco Siglos Igual, que habla de la conquista española de América.

Alfonso Cortina intentó conciliar posiciones y por eso incorporó al banquero Jorge Brito, presidente de Banco Macro Bansud, al Consejo de Administración de YPF.

Pero esto no ha impedido las críticas en público, la pasividad policial ante los atentados de piqueteros semioficialistas que ha sufrido la emblemática casa central de YPF y, a la vez, las exigencias gubernamentales de inversión desmendida para la realidad del mercado.

Repsol YPF decidió no presentar batalla y, además, afirmar que mantiene vínculos cordiales con Kirchner. Es evidente que la empresa se encuentra a la defensiva, no tanto por su situación en la Argentina sino por algunas incertidumbres acerca de la Madre Patria.

Las empresas petroleras representan a intereses de gobiernos nacionales, no sólo son intereses de accionistas. Texaco o Chevron o Exxon importan porque hay intereses de Washington DC que las avalan; TotalFina Elf pesa porque está Francia por detrás; Shell o British Petroleum importan porque es el Reino Unido y Holanda; también México respalda a Pemex, Brasil a Petrobras y Venezuela a Pdvsa. ¿España hoy se identifica con la conducción de Repsol YPF? Es lo que hay que resolver antes que nada.

Esa teoría de que va siendo hora de que los accionistas definan por sí mismo no responde a la realidad del mercado energético global, fundamentalmente el de los recursos no renovables; es correcto para la teoría pero no trasciende lo académico. Petróleo y gas son sinónimo de poder, y el poder tiene bandera en un planeta que se cuestiona cómo sobrevivir.
Cuando Repsol YPF defina con Rodríguez Zapatero el próximo escenario, sin duda tendrá la fortaleza como para encarar con decisión a Kirchner, y su aliado Eduardo Duhalde.

Latinoamérica ha resultado difícil para Repsol YPF durante los últimos meses. La tormenta comenzó con el derrumbe de la exportación de gas desde Bolivia a USA, que arrastró al entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, hoy un exiliado en América del Norte.

Luego, los sucesos argentinos que brindan novedades a diario. Y queda por delante el referendo del 18 de julio en Bolivia, donde se juega gran parte del futuro gasífero de ese país. Alfonso Cortina confió en Madrid que tanto el Gobierno boliviano como las encuestas de opinión se muestran optimistas sobre el resultado del referendo.

"Si el resultado de este referendo es favorable al proyecto de Repsol YPF, la compañía y sus socios en el consorcio Pacific LNG de Bolivia, British Gas y Pan American Energy (formada por BP y Bridas Corporation) podrán realizar el proyecto de explotación de gas en el campo de Margarita, y la exportación de ese gas licuado hacia USA y México, con unas inversiones de US$ 6.000 millones", señaló un despacho de la agencia noticiosa Europa Press. ¿Será posible?

La posición positiva de las petroleras ante el referéndum ha posibilitado que el influyente Comité Cívico de Tarija, en el sur de Bolivia, donde se encuentran los mayores reservorios de gas, respalde la consulta propiciada por Mesa, a la que se oponía inicialmente. Un verdadero alivio. Y una decisión promisoria.

Bolivia tiene la segunda reserva probada y probable de gas más importante de Sudamérica: 54,9 trillones de pies cúbicos de gas. Repsol YPF controla casi 33% de las reservas de gas y petróleo de Bolivia, y dio su respaldo al referéndum convocado para el 18 de julio por el presidente Carlos Mesa, después que éste ratificara su decisión de respetar los contratos vigentes entre la compañía española y el Estado boliviano. El Presidente de Bolivia y sus principales colaboradores aseguraron públicamente que, sea cual fuere el resultado del referéndum, el Estado respetaría sin modificaciones los 78 contratos que se habían firmado bajo la Ley 1.689, promulgada por el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Acerca de la venta de gas a la Argentina, el nuevo ministro boliviano Guillermo Torres, quien integró el equipo de Sánchez de Lozada, es un defensor. Bolivia vende su gas a un precio en boca de pozo de entre US$ 0,98 y US$ 1,37 por millón de BTU (unidades térmicas británicas), a condición de que el energético boliviano no sea reenviado a Chile.

El bombeo se gas, comprometido en un convenio que el presidente Carlos Mesa firmó con su homólogo argentino Néstor Kirchner a mediados de abril último, se efectuará por el mismo gasoducto por el que Bolivia exportó gas entre 1972 y 1997 por valor de US$ 2.000 millones.
El convenio fue rubricado por los compradores, la brasileña Petrobras y Repsol YPF, de un lado, y por la vendedora estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, del otro.

Repsol YPF necesita concretar la operación para dratificarle a Kirchner su interés en facilitarle la resolución de la crisis energética argentina. Y además porque, en forma coincidente, debrá continuar con el ajuste del precio de los combustibles líquidos.

El 20 de noviembre de 2003, Repsol YPF difundió su Plan Estratégico 2003-2007 que propuso:

•El margen medio por barril aumentaría más de un 10%.
•La producción crecería más de un 5% anual.
•La inversión alcanzaría a 18.800 millones de euros.
•El ratio de endeudamiento se situaría entre el 15% y el 25%.
•Se ahorrarían 900 millones de euros en costos recurrentes.

En esa oportunidad se tomó una decisión importante: La expansión en nuevas áreas, como Trinidad Tobago, Libia, Venezuela, Golfo de México, Ecuador, Bolivia y Brasil, diversificaría un riesgo demasiado concentrado en la Argentina.

Al final del periodo 2003-2007, la producción de hidrocarburos procedente de Argentina representaría el 56% del total, frente al 72% de 2002. ¿Cómo decodificó este mensaje la Administración Kirchner?. Aparentemente con reservas.

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