Al menos 2.000 ciudadanos iraníes se ofrecen para cometer atentados suicidas

Dos mil iraníes se han inscrito a iniciativa de una ONG de Teherán para cometer atentados suicidas en Irak e Israel, así como para asesinar al escritor británico de origen indio Salman Rushdie, considerado blasfemo por el régimen teocrático de los ayatolás. Según el diario, en los formularios de inscripción se puede elegir entre una de las tres opciones propuestas: realizar atentados suicidas contra las fuerzas estadounidenses en los lugares santos de Irak, contra los israelíes en Palestina o contra Salman Rushdie, considerado blasfemo por el régimen teocrático de Teherán.

De la redacción de periodista digital:

Dos mil iraníes se han inscrito a iniciativa de una ONG de Teherán para cometer atentados suicidas en Irak e Israel, así como para asesinar al escritor británico de origen indio Salman Rushdie, considerado blasfemo por el régimen teocrático de los ayatolás. Según ha explicado al periódico Sharqh el portavoz de la ONG conocida como Martirios del Movimiento Islámico Universal, Mohammad Ali Samadi, "uno de cada cuatro voluntarios tiene menos de 18 años, y el menor de ellos sólo siete y se inscribió junto a otros miembros de su familia".

En los formularios de inscripción no hay límite de edad y los voluntarios, sin necesidad de mencionar su profesión o sus estudios, pueden registrarse con poner su nombre, su fecha de nacimiento, el apellido de su padre, su número de identidad y un teléfono de contacto.

Según el diario, en los formularios de inscripción se puede elegir entre una de las tres opciones propuestas: realizar atentados suicidas contra las fuerzas estadounidenses en los lugares santos de Irak, contra los israelíes en Palestina o contra Salman Rushdie, considerado blasfemo por el régimen teocrático de Teherán.

Los voluntarios no entrarán, sin embargo, en acción sin recibir antes la autorización del máximo líder iraní, ayatolá Ali Jamenei.

# Saben que van a morir

En referencia a la definición de un atentado suicida, Samadi ha explicado que se trata de "una acción armada con arma blanca o arma de fuego, en el que su autor sabe que va a morir en el acto y que lo hace de forma voluntaria".

"El martirio sólo tiene un significado islámico y nosotros, por ejemplo, no reconocemos como mártires a los suicidas japoneses de la Segunda Guerra Mundial", ha subrayado.

Ramadi ha indicado que su organización, creada hace seis meses en Teherán, tiene el objetivo de hacer frente al "alejamiento" de Irán de los movimientos islámicos del mundo.

Según el portavoz de la ONG, ese "alejamiento" se inició en enero pasado, cuando las autoridades iraníes rebautizaron con el nombre de Intifada la calle de Teherán que hasta entonces se llamaba Islambouli, en honor del radical islámico que asesinó en 1981 al presidente egipcio Anuar Sadat.

"Esta es una organización de tipo cultural cuyo principal propósito es demostrar que el Movimiento Islámico de Irán está unido de forma directa a otros movimientos islámicos, especialmente al de Palestina", ha informado.

"Es una entidad que depende del pueblo y no tiene nada que ver con el Gobierno", ha añadido, antes de advertir que el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica no debe adoptar medidas en contra de la organización.

# Viejas rencillas con Rushdie

Samadi es un antiguo redactor del periódico 'Jomhurie Eslami' (República Islámica), mientras que 'Sharqh' es un diario que recoge informaciones de carácter político, económico, cultural, sociológico y deportivo, y está dirigido por el periodista Mehdi Rahmanian.

Aunque los llamamientos a la lucha en Irak y Palestina forman parte del discurso de todos los grupos integristas del Islam, la inclusión del tercer potencial blanco de los atentados suicidas, Salman Rushdie, parece inscribirse en la vieja rencilla que enfrenta en particular a ese autor con el régimen iraní.

Rushdie fue condenado a muerte en una fatua o decreto religioso dictado en 1989 por el fundador de la República Islámica, ayatolá Ruhollah Jomeini, quien le acusó de blasfemo por haber escrito el libro Versos Satánicos, que consideró contrario al Islam.

Pese a que el ministro de Asuntos Exteriores de Iran, Kamal Jarazi, anunció en 1998 en la ONU que su país había decidido ya para entonces no emprender acciones contra Salman Rushdie, el autor de origen indio continua concitando la inquina de los radicales del régimen teocrático.

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