CAMBIO DE MODELO

China deja de ser barata (para todos)

La economía china experimentará en los próximos años una serie de cambios que podrían implicar una reversión de la tendencia alcista de los precios de los commodities, lo que tendrá una incidencia directa en el mundo en general y de la que Argentina no esta exenta. Mientras la inflación afecta las variables internas de la economía, el mundo deberá reaprender a relacionarse con el gigante asiático.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La economía china experimentará en los próximos años una serie de cambios que podrían implicar una reversión de la tendencia alcista de los precios de los commodities, lo que tendrá una incidencia directa en el mundo en general.

Obviamente, la Argentina no quedará exenta de sus efectos. El país asiático es el destino del 9% de sus exportaciones.

La advertencia fue destacada en el informe "China dejará de exportar deflación al mundo" de fecha 17/06 de la consultora Ecolatina que aquí adjuntamos, en el que se señala someramente que “el punto vital para la Argentina es con cuánta antelación podrán los mercados financieros anticipar o descontar el fin del ciclo” del espectacular crecimiento chino.

China no dejará de crecer, pero se modificará su modelo de crecimiento. Como reza el informe, a raíz del colapso de las exportaciones por la crisis subprime de USA del 2008, las autoridades chinas anunciaron en noviembre de ese año una serie de medidas fiscales para apuntalar el crecimiento y frenar el desempleo, básicamente, a través de un programa de inversión en infraestructura. Ecolatina caracterizó a este programa de inversión en infraestructura como “una gigantesca aspiradora de mano de obra excedente”.

Como consecuencia del plan de infraestructuras, el incipiente desempleo causado por la crisis se redujo, extrayendo trabajadores del sector privado. Sin embargo, pasado el primer ciclo, esto se tradujo en un encarecimiento de la mano de obra que persiste hasta estos días y, según el informe, continuará en el furuto previsible.  

Este encarecimiento de la mano de obra china marca un cambio de paradigma, estipulado en el Plan Quinquenal vigente con el que el gobierno chino se mueve. Las autoridades son conscientes de la necesidad de incrementar el valor agregado producido en China a través del desarrollo de nuevas tecnologías e incrementos de productividad.

El encarecimiento afectará irremediablemente la competitividad de las exportaciones chinas y, en consecuencia, “China dejará de exportar deflación al mundo”, tal como puntualizó Ecolatina al titular su investigación. A ello se le suma un cambio demográfico, con envejecimiento poblacional y un masivo proceso de la china rural a las urbes.

“Las autoridades son conscientes de la necesidad de incrementar el valor agregado producido en China a través del desarrollo de nuevas tecnologías e incrementos de productividad”, que podría derivar en “la desaceleración de la inversión residencial y la disminución del consumo de calorías per cápita”, pronostica Ecolatina.

El menor consumo chino (fogoneado por su lento proceso de sustitución de importaciones y demás políticas contracíclica) podrían hacer bajar los precios de las materias primas a nivel internacional y afectar directamente a la Argentina.

"La desaceleración de la inversión residencial y la disminución del consumo de calorías per cápita podrían, en el largo plazo, revertir el ciclo alcista de las commodities", asegura el estudio.

Lo antedicho, también tendría su contratara. Según Ecolatina, "otra posible consecuencia del agotamiento del actual modelo de crecimiento chino, es el aumento de los precios de los productos importados en los países desarrollados".

En China, la tasa de crecimiento de los salarios mínimos subía a un ritmo de 15% en dólares en el periodo 2005-2008 para acelerarse significativamente tras la implementación de dicho plan en 2009.

En definitiva, el aumento de salarios implica el cese de “una China explotada en beneficio de los países centrales”. El aumento de salarios implica el aumento de la demanda interna que, en alguna medida, viene a limitar y compensar la demanda externa, por lo que los precios internacionales deberían bajar.

Por otro lado, los productores chinos también descubren la existencia de ese mercado interno, incitándoles a vender localmente sin tener que asumir los costes y riesgos de la exportación. Como fenómeno complementario, estos se están dando cuenta de su potestad para fijar precios y no seguir las directivas de, por ejemplo, Wal Mart.

Lo más irónico de la actual situación es que tanto USA como otros países centrales, que tanto se beneficiaron con las exportaciones baratas de los chinos que permitían mantener prendida la llama del consumo sin dinamitar sus metas inflacionarias, son los mismos que ahora más pregonan por la apreciación del yuan (o sea, hacerlo menos competitivo, en su detreminio).

La inflación en China es otro de los factores que hacen al fin de la “china barata”. El actual nivel de inflación del 5.5%, por encima de las previsiones gubernamentales, también resta capacidad de compra al sector interno, lo que pone la situación de la economía china en constante tensión.

Factores como las recientes lluvias e inundaciones no colaboran sino más bien todo lo contrario. Sumado a los muertos, heridos y desaparecidos, las condiciones climáticas experimentadas en China en las últimas semanas han destruido cosechas enteras, por lo que el mercado interno, especialmente el de vegetales, viene experimentando subidas de precios.

Cabe recordar que Beijing ata la lucha contra la inflación con la preservación de la paz social, algo que en las últimas semanas ha dado alguna muestra de estar resquebrajándose (ver nota relacionada).

La globalización tal como la conocimos tras la irrupción de China en la OMC está cambiando. Queda aún por descubrir cómo mutarán las relaciones entre China, USA y Europa y del gigante Asiático con Latinoamérica y el resto de las economías emergentes lo que trae a colación el interesantísimo artículo publicado este lunes (20/06) por Yuri Doudchitzky para el portal Zaichina:

“España quiere hacer de puente entre China y Latinoamérica

América Latina está de moda. Gracias al crecimiento chino, es una de las regiones preferidas por los inversores. España no quiere quedarse atrás y se ofrece para acompañar a China en su camino hacia Latinoamérica. Lo dijo recientemente el Presidente Zapatero en Pekín. Y lo dijo Emilio Botín, presidente del Banco Santander, quien también recorría China por esos mismos días. Buscando alternativas a la crisis, España juega una carta que dio buenos resultados a fines del siglo XX, cuando esta nación se convirtió en el nexo entre Europa y Latinoamérica.

La idea no es nueva; la planteó ya en 2006 el entonces economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el español Javier Santiso. Se trata de aprovechar los lazos entre España y Latinoamérica para encauzar las inversiones chinas en el nuevo mundo de habla hispana, copiando la estrategia desarrollada por Felipe González a finales de los años 80 y aprovechando las conquistas logradas.

En 2006, España era todavía una economía pujante y China aún no había comenzado a invertir a lo grande en el nuevo mundo. Santiso, especialista en la relación entre China y Latinoamérica, anunciaba lo que comenzaría a suceder cuatro años más tarde, cuando Sinopec adquirió con 7.100 millones de dólares el 40% de Repsol Brasil para dedicarse a la extracción del petróleo descubierto en 2009 en las costas brasileñas. Y otras multinacionales españolas ya se están abriendo camino en este sentido. Banco Santander, Telefónica y el banco BBVA (Santiso es director de Telefónica Internacional y fue jefe de Mercados Emergentes del BBVA), también se están asociando con empresas chinas en busca del nuevo mercado.

Comenzando el 2011 el BBVA (que posee una participación del 15 % en el China Citic Bank y un 29,58 % en el Hong Kong Citic International Financial Holdings) firmó un acuerdo de cooperación con el Banco de Desarrollo de China. Según la agencia de noticias EFE, “con este acuerdo se sientan las bases para trabajar juntos fuera de China en la financiación de proyectos y de actividades de comercio exterior, servicios comerciales, derivados, negocios de banca corporativa y bonos”. El BBVA tiene una importante presencia en Brasil, Argentina y Venezuela.

En marzo, el Santander llegó a un acuerdo con el Banco de Construcción de China para invertir juntos unos 500 millones de dólares y abrir unas cien sucursales en zonas rurales chinas. El Santander es actualmente uno de los cuatro bancos más importantes de Latinoamérica. Está presente en los siete países más grandes de la región y Brasil es el mercado que le produce más beneficios. Con el reciente anuncio de Botín, no hay dudas de que el Santander se convertirá en un importante aliado de los negocios chinos en Latinoamérica.

Telefónica posee casi un 10% de China Unicom (Unicom posee un 2% de Telefónica) y es el principal operador de telefonía de Latinoamérica. Desde comienzos de 2010, los teléfonos que comercializa Movistar en la región son fabricados por la multinacional china ZTE. En el pasado mes de febrero, ambas empresas anunciaron la próxima aparición de los Movistar Prime, que será el producto estrella dentro de los “smartphones”. Esperan vender unos 100 millones de aparatos en los próximos cuatro años. Telefónica también tiene acuerdos con Huawei, el otro gigante chino de las telecomunicaciones. Juntos montaron un centro de innovación en España que ofrece soporte técnico a todos los países de habla hispana. ZTE y Huawei están presentes en casi todos los países latinoamericanos, ofreciendo servicios que van desde la instalación de toda la fibra óptica de Venezuela hasta el servicio de cámaras de seguridad para la policía de Montevideo.

Ahora que las multinacionales españolas están cerrando acuerdos con empresas chinas, Santiso (que es director académico de la Escuela de Negocios ESADE, dirigida por Javier Solana) sostiene que España debe convertirse en el lugar donde las empresas chinas localicen sus sedes para Europa y América Latina. Suena demasiado ambicioso, considerando la feroz competencia que deberá afrontar el país en tiempos de crisis, pero ya está claro que hay que tomar en cuenta las ideas de esta joven promesa de la intelligentzia financiera transnacional.

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