Sin ley no hay democracia

"La muerte de Martín Cisneros no sólo sube al máximo el volumen de una polémica que recorre desde hace tiempo la sociedad y que hasta encendió ayer una luz de alarma en el tablero de mando de Washington. También le ha dado un golpe a la cuestionada estrategia oficial de captar piqueteros propios y aislar a opositores", indica el matutino Clarín en una nota publicada en la sección editorial escrita por Ricardo Roa, editor general adjunto del mencionado diario. Aquí la reproducción de la nota:

¿Qué hubiera ocurrido si el activista muerto pertenecía a la fracción de Castells y si éste hubiese copado la comisaría? ¿El Gobierno lo hubiese avalado? Kirchner había repudiado públicamente la metodología piquetera que desplazó la protesta social hacia la intimidación y la violencia.

Pero fue D''Elía, uno de los suyos y quien encabezó con dos ministros el acto de lanzamiento de los piqueteros oficialistas, el que tomó la seccional. Castells se acercó ahora a D''Elía para decir que, al menos hoy, blandos y duros están juntos en la misma vereda: el interés piquetero está por encima de la posición de sus jefes hacia el Gobierno.

La otra pregunta es si el de Cisneros fue un crimen político. Cuesta aceptar la teoría del sicario: el supuesto asesino era un vecino de la víctima y fue apresado inmediatamente. No parece más creíble otra de las hipótesis deslizadas por los funcionarios: que D''Elía participó de la toma para evitar un mal mayor.

Hasta anoche, el único sancionado era el comisario de la seccional. A tono con lo que Kirchner había dicho desde el exterior: que no podía usar a la policía en la represión porque la que tiene (la que tenemos) es de baja calidad.

Es una policía, dijo, de gatillo fácil. No es una afirmación que muchos pongamos en duda. Pero si no hay policía para actuar ¿cómo y con quién él piensa hacer cumplir la ley?

La idea del desorden favorece siempre al partido del orden. Los ultras son funcionales a los autoritarios. No puede haber democracia si no se aplica la ley. Y aplicar la ley no es de derecha ni de izquierda sino una obligación del Estado.

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