Scioli: "A algunos les molesta que yo trabaje mucho"

POR JAVIER CÁMARA (*) Aunque se dice amigo de la senadora y primera dama Cristina Fernández de Kirchner, el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, admite que tiene "mucha más confianza" con Hilda "Chiche" González de Duhalde. Y eso, aunque no lo admita, le trae muchos problemas en la relación con el círculo más íntimo del presidente Néstor Kirchner.

En los días en que Eduardo Duhalde regía los destinos del país y Scioli ocupaba la Dirección de Turismo, el ex motonauta compartía descansos de fin de semana con el matrimonio presidencial en el chalet de Chapadmalal.

Durante esas jornadas, Scioli forjó una intensa relación con los Duhalde, lo que le significó la candidatura a vicepresidente que el líder del peronismo bonaerense le impuso a Kirchner.

Este detalle, su pasado menemista y los cuestionamientos a la política
tarifaria y de derechos humanos marginaron a Scioli de la mesa chica del Presidente. Sin embargo, el vicepresidente asegura que mantiene una excelente relación con Kirchner y que los que desconfían de él ven
fantasmas.

En Córdoba, el vice a cargo del Ejecutivo nacional por el viaje de Kirchner a China, dialogó con La Voz del Interior.

-¿Es muy complicado formar parte del Gobierno y pensar distinto en algunas cuestiones?

-En los grandes temas estratégicos del país y en la acción de gobierno, hay coincidencias de fondo. Cuando el Presidente me seleccionó a mí y a sus ministros, seleccionó a un equipo de trabajo respetando distintos puntos de vista sobre algunos temas y la amplitud de un gabinete que tiene responsabilidades y que respeta el estilo y la forma de trabajo de cada uno.

Yo siento que se me respetan mis principios, mis actividades y mi voluntad de trabajo. Y la prudencia con la que me he manejado en las situaciones más críticas.

-En las últimas horas fue denunciado por malversación de fondos durante la campaña.

-Esas denuncias fueron aclaradas en su momento. Es un tema que está
aclarado. Yo sigo con mi trabajo y toda la voluntad que tengo para cumplir con la responsabilidad que nos ha dado la gente, a mí y al presidente Kirchner, para sacar al país adelante, exportar más, apoyar las economías regionales. Yo construí mi carrera política en base a una actitud siempre positiva y constructiva.

-Al parecer, otros ven otras intenciones en su actividad.

-Yo trabajo desde los 15 años. Muchas veces, en la política, cuando uno se mueve mucho, trabaja, visita las provincias, aparecen los que empiezan a interpretar y se preguntan: "¿Por qué se mueve tanto? ¿Por qué no se queda los martes y los jueves en el Senado y nada más? ¿En qué estará pensando?".

A mí me gusta trabajar mucho y es lo que hago siempre. Yo siento que estoy en un cargo que muchas veces fue menospreciado, pero que puede hacer mucho por las instituciones. Yo hablo cuatro idiomas, en el mundo se me conoce mucho por mi actividad empresarial y deportiva. Yo trabajo mucho y, por ahí, a algunos les molesta que lo haga. No sé, ven fantasmas.

-¿Le resulta fácil seguir construyendo su espacio en este estado de cosas?

-Es complicado, dada la conflictividad social y la etapa traumática que
hemos vivido. Si bien durante el gobierno de Duhalde se logró estabilizar a las instituciones y pacificar el país, y empezar a ver los primeros signos de la recuperación económica, quedaron muchos temas por resolver y nuestra gestión de gobierno se caracteriza por enfrentar los problemas.

-¿Hay coincidencia en esta forma de enfrentar los problemas?

-Siempre buscamos la solución de fondo. Por ejemplo, en el tema de deuda externa, buscamos recomponer el crédito al servicio de la producción. Defendemos el superávit para que el Estado no tenga que tomar recursos y préstamos para financiar un gasto improductivo. Además, hablamos de calidad institucional, de calidad de vida, de la defensa de los derechos humanos y de destacar y apoyar la cultura del trabajo. Y los índices de la economía muestran datos alentadores. El desafío es convertir a los perdedores en ganadores porque todavía hay una desigualdad enorme, focos de pobreza grandes, hay desempleo alto, y esto genera situaciones traumáticas.

-¿Está de acuerdo con el modo con el que el Gobierno atiende el problema piquetero?

-Primero, me parece que hay que diferenciar los tipos de protesta. Una cosa es la protesta que ocurrió en Constitución (Capital Federal), por parte de personas que habían perdido su trabajo, y otra cosa es lo que hizo el grupo Quebracho. Estoy seguro de que no es un tema de mano dura o mano blanda. Es la fuerza de la ley con sensibilidad, con cuidado, sin represión. Hay que atacar las causas.

-Pero en Buenos Aires mucha gente reclama que se ponga fin A los cortes de calles.

-Se está haciendo un gran esfuerzo en ir descomprimiendo estas situaciones sociales sin represión y atacando las causas. Este es el camino. Pero, lógicamente, también generando condiciones de seguridad, de confianza, de convivencia, de respeto a la propiedad privada. Pero la solución tiene que venir de forma integral, no sólo del Ejecutivo. Tiene que venir del Poder Judicial, del Legislativo también. El Senado ha dado avances importantes, ha mostrado un compromiso muy fuerte con el tema de las leyes de seguridad, cuando se aceleraron por el caso Blumberg.

-¿Se siente presionado por algún sector del Gobierno? ¿Se siente libre de manifestar sus opiniones aunque no sean las del Presidente?

-Yo estoy cumpliendo en plenitud mi rol institucional: ser presidente del
Senado y estar a disposición del Presidente de la Nación cuando me lo
solicite. También soy un militante del justicialismo que tengo mi relación y
mi compromiso para trabajar y actualizar nuestra doctrina. Y, como
presidente del Senado tengo que tener una relación muy buena con todas las fuerzas políticas, como la tengo. En ese sentido se me respeta.

-La percepción de la gente es un poco distinta. Si hasta se dice que
Kirchner cerró con llave las puertas de su despacho para que usted no entre.

-Mentira. Mentira. Eso es una mentira absoluta. En Casa de Gobierno tengo mi despacho que he reacondicionado para realizar actividades protocolares cuando el Presidente no está. Ese despacho es el que uso siempre. Además, el Presidente jamás me ha dicho a mí que no use el despacho de él. Lo que pasa es que es una persona razonable y ubicada y si yo tengo un despacho para qué voy a usar otro. Además, eso no hace a la función que ocupo. Estamos trabajando en armonía. Los gestos están a la vista. Hemos compartido innumerables actividades con el Presidente. Yo he dado demostraciones de madurez. La pelea de fondo que hay que dar en la Argentina no es entre los
políticos sino contra la pobreza, la inseguridad, el desempleo. Ahí está
puesta toda mi energía. Es lo que he hecho durante toda mi vida, incluso en mi experiencia deportiva. Cuando corría, no pensaba ganar hundiéndole la lancha al otro. Pensaba en superarlo, pensaba en un trabajo de equipo.

De la Sota, Duhalde y los transversales -¿Percibe, como denuncian algunos funcionarios provinciales, que en el Gobierno nacional se organizan conspiraciones contra Córdoba?

-Tengo entendido que después del incidente que ocurrió hace algunas semanas (por la difusión periodística del prostíbulo en Alcira Gigena), hubo un diálogo y se aclaró el tema. El acompañamiento del gobernador De la Sota al presidente Kirchner en el viaje a China es una señal en ese sentido. Creo que es un tema superado. La gente se entiende hablando.

-¿En qué derivará el enfrentamiento entre Kirchner y Duhalde?

-Hay que llevarle tranquilidad a la gente porque va a prevalecer la
responsabilidad que tiene un ex presidente que le tocó agarrar el país
cuando era una brasa caliente. Duhalde es un hombre que sabe muy bien todo el esfuerzo que se ha hecho para poder encauzar el país y proyectarlo a un crecimiento y a un desarrollo. Kirchner también está poniendo alma y vida para reorganizar el país desde todo punto de vista con una vocación y convicción muy profundas. El peronismo va a demostrar, como siempre lo ha hecho en su historia, una responsabilidad, un compromiso y un apoyo que incluso se ve reflejado ahora en la actitud que tienen los bloques legislativos, los gobernadores peronistas y el propio Presidente que se reúne con todos.

-¿Le ve futuro al movimiento transversal?

-A veces se pone "peronismo o transversalismo"; yo creo que esto se saca adelante sumando esfuerzos alrededor de los grandes temas de política de Estado. Me parece que no es hora de peronistas o transversales; o vamos para adelante o para atrás y yo quiero ir para adelante como quiere la gente y el propio Presidente.

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(*) Periodista del diario de Córdoba, La Voz del Interior.

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