La polémica con USA, oculta el desbarajuste interno

El cruce de declaraciones entre funcionarios argentinos y estadounidenses acerca de la situación que se vive en el país ocupa las portadas de las versiones digitales de los principales diarios de la Ciudad de Buenos Aires, mientras el presidente se encuentra de gira en China intentando estrechar lazos comerciales con ese país y los ciudadanos intentan hacer justicia por mano propia tomando comisarías y atacando a las fuerzas de seguridad. Los entredichos con USA no hacen más que desviar la mirada de los asuntos internos que más que nunca requieren una respuesta inmediata.

Ayer habló el secretario de Asuntos Hemisféricos de USA, Roger Noriega, acerca de su preocupación por la situación de violencia que se vive en la Argentina. El canciller Rafael Bielsa le respondió diciendo que estaba "harto de las intromisiones". Hoy, Noriega aclaró que no fue él quien habló desde USA sino "un funcionario del Departamento de Estado" pero sostuvo que de todas maneras se trató de "observaciones constructivas y positivas".

Mientras tanto en Buenos Aires, los familiares de Diego Lucena, el joven al que mataron en Isidro Casanova a la salida de un boliche bailable, intentaban ingresar a la Fiscalía de San Justo, en Tres arroyos continuaba la tensión por la toma de una comisaría la noche anterior y la crisis con los piqueteros se agravaba a raíz del asesinato de Cisneros en su casa el pasado viernes.

Al gobierno le interesa más responder a las declaraciones de funcionarios extranjeros que responder a las demandas internas. Sin embargo, en muchos puntos coinciden ambos reclamos y están contenidas dentro de un mismo marco que es la preocupación.

Noriega sostuvo que "es algo preocupante" ver episodios como la toma de locales de la cadena de comidas rápidas McDonalds por parte de piqueteros, el gobierno también está preocupado por el avance de los piqueteros que para el común de la sociedad ya no se distinguen entre blandos o duros. Tal como lo observó el diario Clarín el domingo, si reacciones como la del viernes, con la toma de una comisaría corresponden a agrupaciones supuestamente dialoguistas que les queda al resto o cómo van a demostrar ser menos dialoguistas

En declaraciones radiales Noriega dijo que si en USA ocurriese un hecho como los que suceden en la Argentina habría "una reacción de los agentes del orden público para proteger la propiedad y el bienestar de la gente". De todas maneras convengamos que el accionar de la policía estadounidense no es del todo prolijo, sino más bien roza lo salvaje. Y ni hablar de las torturas a las que sometes a sus prisioneros.

La sociedad argentina no reclama eso ni mucho menos pero si un mínimo de respeto al prójimo, un ser pero a la vez dejar hacer. Por un lado, el gobierno debe gestionar la creación de empleos genuinos que es un derecho de todo ciudadano, que nadie discute y que nadie esta dispuesto a resignar es un reclamo justo y valedero. Pero por otra parte, se le deben dar a las fuerzas de seguridad elementos para que actúen frente a desmanes, y actuar no es reprimir y reprimir no es lanzar balas de goma o matar a palos a un manifestante. La policía debe detener a quien desestabilice el orden público y proteger a quien de buena fe va a trabajar, necesita cruzar un puente que es público o acudir a tiempo a un hospital.

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