Finalmente, hubo acuerdo en la unificación de la CGT

Cuando parecía que las negociaciones que intentaban lograr una unión en la Confederación General del Trabajo (CGT), no iban a concretarse, por lo menos por el momento, sorpresivamente se llegó a un arreglo. Tras el Congreso en Obras Sanitarias, se formó un triunvirato que conducirá Hugo Moyano junto con Susana Rueda, primera mujer en llegar a ese cargo, y José Luis Lingeri. De todos modos, el esquema se prolongará por exactamente un año.

Mientras horas antes del Congreso en Obras, los principales dirigentes del sector oficial y disidente de la CGT habían fracasado en su intento de unificación, en una reunión en la que se previó que quedaría consensuado el nombre de Hugo Moyano como sucesor de Rodolfo Daer, ayer nuevamente cambió el escenario. ¿Cómo?

El congreso nacional de la CGT consagró ayer a un triunvirato de conducción y logró la unidad sindical entre sectores hasta ahora fuertemente enfrentados. Se trata de Hugo Moyano por un lado, Susana Rueda por el otro y José Luis Lingeri en tercer lugar.

Los sindicalistas de ambos sectores en los que estaba dividido el movimiento obrero llegaron ayer finalmente a un acuerdo de "transición" y aceptaron compartir la secretaría general de la CGT unificada en forma "tripartita", aunque ese esquema se prolongará exactamente un año.

El entendimiento se logró en primer término en un encuentro que los máximos referentes de ambas centrales mantuvieron ayer en la sede de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales (UATRE). La reunión fue encabezada por el titular de las 62 Organizaciones Sindicales Peronistas, Gerónimo Venegas.

Entre los primeros gremios que se acreditaron en Obras Sanitarias hubo delegados de UOCRA, Taxistas, Utedyc, Obras Sanitarias, camioneros, obreros marítimos, judiciales, trabajadores rurales, alimentación y televisión, entre otros.

La CGT, fundada en 1932 por socialistas, comunistas y sindicalistas, se convirtió a partir de 1945 en firme partidaria del entonces coronel Juan Domingo Perón, elegido al año siguiente presidente. Desde entonces estuvo en manos del peronismo, cuyos dirigentes no vacilaron en recurrir a métodos autoritarios para mantener su hegemonía.

La central obrera se dividió en 1992, cuando el grupo "rebelde" de Moyano, líder de los camioneros, se opuso a los programas conservadores del entonces presidente peronista Carlos Menem.

En cambio el sector "oficial", integrado por los principales gremios industriales, aceptó las políticas de Menem de privatizar casi todo el sector estatal de la economía y de implantar programas económicos "neoliberales".

Por su parte, el presidente Néstor Kirchner, enrolado en el sector centroizquierdista del peronismo, alentó la reunificación de la CGT, pero procuró que el camionero Moyano fuera su secretario general. Los grupos más derechistas se opusieron. El triunvirato designado este miércoles fue una salida de transacción.

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