Durísimo Gustavo Béliz con Kirchner, la Side y el sinuoso Jaime Stiuso

Gustavo Béliz fue al programa de Mariano Grondona, Hora Clave, por Canal 9, y estremeció la noche del domingo con varias denuncias muy impresionantes que ratifican todo lo que U24 ya anticipado, no sólo acerca de los que mandan en la Side de Néstor Kirchner sino acerca del doble discurso permanente que es parte del 'estilo K'.

A un espía hay una forma de liquidarlo, y Gustavo Béliz exhibió en la pantalla de Canal 9 la fotografía del espía más secreto del país, Jaime Stiuso, quien a veces también utiliza el apellido Stile, el hombre que firma los recibos para erogar gastos de los que no queda constancia sobre el destino del dinero.

Muchos periodistas buscaron durante meses la fotografía de Stiuso, hasta que Béliz la exhibió ante millones de televidentes.

Stiuso también dirige el grupo especial de la Side, que se autodenomina Los Intocables, y que intervino abiertamente en los casos de secuestros extorsivos de personas, como fue la investigación del secuestro de Axel Blumberg.

Stiuso es amigo del comisario retirado bonaerense, el polémico y muy cuestionable Mario Naldi, e hizo que el hijo de Naldi ingresara a la Side. Naldi realiza tareas encubiertas para la Side, supuestamente para reprimir secuestros, pese a que ambos, Stiuso y Naldi, tuvieron una prerochable conducta en un famoso operativo antidrogas conocido como Strawberry, en el que también intervino el hoy ex juez Roberto Marquevich.

Stiuso es quien declaró, ante el Tribunal Oral Federal Nº 3, en favor de la pista siria, en el caso Amia, una conexión inexistente y que sólo apuntó a politizar la investigación (contra Carlos Menem), y satisfacer objetivos quizá inconfesables de la senadora nacional Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner, quien compartió la opinión de Stiuso.

Las crónicas de la Side afirman que Stiuso tiene acceso al Presidente a través de José Francisco Larcher, el Nº 2 de la Side, y quien participa más que Héctor Icazuriaga, el secretario de Inteligencia, de los temas delicados.

Se ignora cómo hizo Stiuso para resultar el hombre de confianza de Carlos Soria - Miguel Ángel Toma; y de Sergio Edgardo Acevedo - Héctor Icazuriaga, a la vez, ya que Kirchner reprochó mucho la actuación de la Side en la etapa de Soria y Toma al frente de la Secretarìa de Inteligencia (gobierno de Eduardo Duhalde).

Lo concreto es que Béliz acusó a Stiuso de entorpecer la investigación del caso Amia, de informar mal al Presidente en el tema de los casetes, de ocultar información en los operativos policiales en torno a la Legislatura porteña.

Béliz también debió haber acusado a Stiuso de promover destituciones y cambios en la Policía Federal Argentina para impedir que su gran adversario, el comisario Jorge Palacios, alcanzara la jefatura de la fuerza.

Es increíble cómo los objetivos de un personaje tan tremendo, que encarna lo peor de la historia de la Secretarìa de Inteligencia, terminaron coincidiendo con los de supuestos progresistas como el periodista Horacio Verbitsky.

Precisamente Béliz dijo en el programa de Grondona que Verbitsky tiene una obsesión con el ahora ex secretario de Seguridad, Norberto Quantín, y que cuando le comentaba a Kirchner: "Pero Presidente, mire lo que está haciendo Verbitsky con Quantían" (en conocimiento de que Kirchner ha consultado temas a Verbitsky, con quien tiene intercambio informativo), la respuesta de Kirchner era: "Verbitsky es un enfermo que cree que vive en los '70". Sin embargo, Verbitsky continuó con su prédica en contra de Quantín, destrucción que gozó de confianza creciente de parte de la Casa Rosada.

Béliz, quien anunció su retiro de la vida política, dijo que se sentía un estúpido por haber confiado en Kirchner y la transparencia que prometía. Afirmó que la Side tuvo un incremento extrapresupuestario de $ 100 millones durante el año 2003 -que debe investigar la Oficina Anticorrupción- y que hoy día cuenta con más de $ 200 millones de presupuesto, pero que él viajaba a Suiza en clase Turista, devolvía los viáticos y le exigía a todos sus funcionarios austeridad, mientras que "la caja negra" del Gobierno no repara en gastos.

Béliz insistió en que su despido (dijo que había sido echado y por teléfono) fue por haber colisionado con un organismo que depende directamente del Presidente de la Nación.

Según Béliz, él actuó en el control de la seguridad en la Legislatura porteña, de acuerdo a las instrucciones precisas que le impartió el Presidente, y que habló en varias oportunidades ese día con el Presidente. Pero que el Presidente ha cambiado desde exigirle a la Policía Federal que se oculte para no enfurecer a los manifestantes, a exigirle que sature con su presencia un área de conflicto.

Béliz dijo desconocer los motivos de la presencia de Stiuso cerca de Kirchner, especialmente cuando hay ocultarlo siempre que hay una reunión con dirigentes de colectividad judía argentina en la Side.

Luego, Béliz también afirmó que Kirchner está regresando a la Federal de Roberto Giacomino, al que el ministro despidió como jefe policial. Y por eso se designó a Alberto Iribarne en el área de Seguridad, una persona que estuvo en contacto con la Federal en tiempos de Giacomino, durante el gobierno de Duhalde.

El rengo Iribarne -le faltó informar a Béliz- es un dirigente PJ del barrio de Belgrano, que nunca le pudo ganar una elección en el barrio a Raúl Padró, el otro famoso del PJ de Belgrano, pero que de todos modos hizo política como 'el rostro lógico' ya que Padró es bastante impresentable para el resto del PJ.

Iribarne es amigo de Alberto Fernández, de Juan José Álvarez y de Aníbal Fernández, además de Carlos Corach.

Es obvio que el episodio Béliz no está terminado porque algunos de sus denuncias deberían promover el inicio de investigaciones de parte de fiscales federales. Es verdad que Esteban Righi es más un político que un hombre con apego a los códigos -al igual que su amigo y cliente Hugo Anzorreguy- pero hay un par de fiscales jóvenes y valientes que desean un país mejor. Habrá que seguirlos con atención.

Béliz dijo que Kirchner maltrata a sus colaboradores, que hay ministros, como él, que no les atiende el teléfono durante 15 días; U24 ya había afirmado que ocurrió con Rafael Bielsa, quien en cierta ocasión le pidió a Eduardo Duhalde que le transmitiera un mensaje al Presidente porque hacía dos semanas que no le atendía el teléfono.

Béliz explicó que esa degradación es el estilo de gestión de Kirchner, un despotismo que por poner énfasis en la autoridad termina impidiendo el trabajo en equipo y la contención de quienes integran el gabinete.

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