Enargas: K sigue eligiendo funcionarios a dedo

El presidente Néstor Kirchner sigue abusando de la estrategia del decreto para poblar las instituciones públicas de sus amigos y fieles. ¿Por qué el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) iba a experimentar una suerte distinta? En este caso, Kirchner designó al Presidente y Primer Vocal de Enargas mediante decretos, cuando la ley exige concurso público y la conformidad del Congreso para desempeñar el cargo.

El presidente Néstor Kirchner aceptó la renuncia que ayer presentó el primer vocal del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Osvaldo Rubén Sala, y designó al técnico en construcciones Mario Rodolfo Vidal.

El decreto 1001/2004, publicado ayer en el Boletín Oficial explica que la designación de Vidal "tendrá validez hasta que el Poder Ejecutivo proceda a designar a los profesionales que resulten elegidos en el proceso de selección que fuera convocado por la Secretaría de Energía".

El directorio del Enargas está integrado por cinco miembros, y debe contar con un mínimo de tres para obtener quórum y tomar decisiones, siempre y cuando uno de los tres asistentes a las reuniones sea el presidente del organismo regulador. Desde hace ya varios meses el ente cuenta sólo con tres miembros, razón por la cual el gobierno se apresuró en la designación de Vidal.

Queda poco claro cuáles han sido los motivos del alejamiento de Sala, ex senador nacional por Chubut, ex Intendente Municipal de Puerto Madryn y allegado a Eduardo Duhalde.

La Ley Nacional exige que estos funcionarios sean designados mediante un concurso público y que el Congreso otorgue su conformidad. Quizá el gobierno pueda explicar la que designación "provisoria" (al menos hasta cumplir los dos requisitos arriba mencionados) de Sala, sin embargo, no es la primera vez en este gobierno y en este Ente ocurre un hecho de estas características.

El 23 de junio de 2004 se designó a Fulvio Madaro, hombre de Santa Cruz, como presidente de Enargas, también bajo decreto. Madaro era uno de los nombres que se barajó para que ocupe la jefatura de la Aduana en reemplazo de José Sbatella, pero Madaro prefirió continuar frente a Enargas.

Pareciera que la idoneidad de los funcionarios del gobierno no fuera evaluada sino bajo los parámetros del amiguismo y de la fidelidad al Presidente.

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