Los perros de la guerra en Irak

Las empresas multinacionales que se encuentran en Irak contratan mano de obra para su seguridad, en una actividad que se ha convertido en tan controvertida y peligrosa como rentable. Aquí una crónica de cómo viven la experiencia algunos de los egresadas de la academia israelí en Valencia, España, que prepara a los mercenarios (aunque a ellos les molesta ese término) para ir a Bagdad.

POR ILDEFONSO OLMEDO (*)

-Hijo, me he enterado por tus hermanas de una cosa que no me gusta nada. ¿No será verdad que quieres ir allí abajo, donde las noticias?

-No, madre, quédese tranquila. Esta vez voy a hacer un trabajo especial a Alemania.

La mujer, de 87 años, y el hombre, un veterano escolta de 44, hablan sin pronunciar el nombre. Ninguno de los dos quiere mentar la bicha. Pero, cosa de madre, ella sabe leer las cuatro letras que llenan los pensamientos de su hijo: Irak. La guerra. Un destino para los guardaespaldas dispuestos a jugarse el tipo por un gran puñado de dólares. Sin bandera ni uniformes, otra España ha regresado al país en llamas. Retirados los 1.300 efectivos del Ejército por orden del presidente Zapatero, con ETA aletargada en el Norte, ha comenzado el desfile de escoltas hacia Bagdad. Les llaman los astronómicos sueldos (de 9.000 a 12.000 euros al mes) y, dicen, el reto profesional.

Aunque ninguno se ha registrado en la Embajada de España en Bagdad, protegida por geos, al menos media docena de guardaespaldas españoles, reclutados por una academia israelita de seguridad con campo de adiestramiento en Valencia, prestan ya sus servicios en Irak.Gente como Luis, hijo de diplomático italiano y española con experiencia en trabajos similares para la petrolera Shell en Pakistán y Kazajistán; como Jesús y Raúl, que han cambiado la protección de jueces y políticos del País Vasco por vips de pretroquímicas y constructoras asentadas en suelo iraquí.

Otros 35 escoltas, agrupados en cinco equipos de siete, hacen las maletas para partir en cuanto concluya el Congreso Nacional Iraquí previsto para hoy. J.A.B.H., pese a su anciana madre, es uno de los que está en capilla. Le tranquiliza saber que la empresa que los manda, la Corporación Euro Americana de Seguridad (CEAS), ha enviado por delante una avanzadilla -instructor de escoltas incluido- en labores de inteligencia y tanteo del terreno.

J.A.B.H. cuenta lo que calla a su madre. «Ya he tomado la decisión.Sé que me puedo quedar allí, que el país vive una situación límite, un conflicto de guerra, pero... Voy. Esa es la decisión. Y a partir de ahí, cabeza fría y corazón más frío... Nos van a equipar en condiciones, eso era fundamental, casi tanto como ir con un grupo de confianza. Vamos siete de aquí, un equipo. Gente en la que confío cien por cien, de otra manera no iría... Estoy separado. A mi hijo, de 9 años, le he comentado algo, que tengo la oportunidad de ir a trabajar a Italia. Los que vivimos en el mundo de la seguridad privada estamos habituados a tener que contar mentiras piadosas... Del dinero no le he hablado al crío, pero está claro que lo económico es determinante. Multiplicaré mi sueldo de aquí como escolta por cuatro, pero el dinero no es todo. Soy un enamorado de mi profesión y creo que trabajar en Irak es ir hacia arriba en lo profesional... Fui militar dos años, después guarda de seguridad, vigilante, escolta... Durante un tiempo anduve subiendo y bajando al País Vasco. Irak será más currículo para un futuro. Y eso, cabeza fría y corazón helado».

# El grupo Laurel

Él (no sólo por su madre) y todos exigen el anonimato para contar.«Nuestro trabajo siempre es así. Mejor que pongas sólo iniciales», advierten los siete del Grupo Laurel, que así le han bautizado.Con iniciales se presentan. O.C., 40 años, separado y con nueva pareja, dos hijos, delegado de una compañía de seguridad. F.P., 44 años, padre de gemelas y en la actualidad, tras 15 años en el sector de la seguridad y su paso anterior por Infantería de Marina, comercial para una empresa de embutidos. V.C., 37 años, separado, tres hijos, hoy en paro, pendiente de que Magistratura se pronuncie sobre su despido. A.P., 28 años, soltero, vigilante en un centro oficial. C., 30 años, nueve de experiencia y dos de escolta en el País Vasco. J.A., 29 años, siete de experiencia, aún vive en casa de sus padres. Y J.A.B.C.

Todos llevarán firmadas pólizas de vida con indemnizaciones por muerte de 300.000 euros. El contrato será por un año, con cinco meses allí (a razón de entre 300 y 400 euros diarios) y uno de descanso en el que cobrarían entre 1.500 y 1.800 euros.

Siete hombres -«no somos ni locos ni rambos, que quede eso claro, por favor», insisten- y un destino incierto. Apenas 20 personas forman hoy la colonia española en Irak, aparte del personal de la Embajada. Aunque Repsol y Cepsa siguen comprando petróleo, ningún empresario ha sido registrado en la delegación diplomática.Tampoco consta nadie, pese a haberlos, trabajando como escolta.Los del Grupo Laurel, y tienen claro que de otra forma no viajarían, informarán antes de partir a la sección de seguridad privada de la Policía de sus planes. «Iremos en términos legales, que nadie lo dude», dice el jefe de la cápsula.

Antes de viajar recibirán un curso de adaptación al Irak de la insurgencia y las emboscadas mortales. Arabe de supervivencia, nociones generales sobre la composición social, religiosa y política del país, clases de conducción evasiva con vehículos automáticos, de uso y armamento y munición de guerra... "Llevar chalecos antibala o manejar la 9 milímetros (arma corta) lo sabemos todos por nuestro trabajo y formación, pero tendremos que aprender a arreglárnoslas con el Kalahsnikov y semejantes", dice O.C., el jefe del grupo.Serán muchos los elementos contra los que tengan que batallar.Y el calor (con temperaturas de hasta 50ºC) no es uno menor.

Desde CEAS se les ha hablado de la posibilidad de hacer parte del curso de preparación en el desierto de los Monegros. Entre tanto, J.A.B.C. ensaya a ratos un método casero: "Estos días cierro las ventanillas del coche e improviso... Sin aire se alcanzan temperaturas altísimas". Aparte de la equipación que le proporcionará la empresa (chalecos antibala nivel IV, calzado para altas temperaturas, visores nocturnos, teléfono vía satélite con GPS...), él piensa viajar ligero de equipaje. "Algo de ropa y la foto de mi crío", dice. Todo el armamento, les tienen explicado, se les entregará en destino.

5 grupos como el Laurel esperan que Eloy de Melendre, director ejecutivo de CEAS-Internacional, les diga fecha y hora de embarque."Todo será a partir del martes. Desde hace dos semanas ya tenemos una avanzadilla sobre el terreno, entre ellos un instructor de escoltas español, que nos tiene al tanto de la situación", explica Melendre. Y esboza un panorama de «continuos combates y ataques indiscriminados a empresas», que confía cambiará a partir del próximo martes, con el fin de la Conferencia Nacional concebida para delinear el futuro del país y lanzar el proceso político con vistas a las elecciones en 2005.

# Nido de víboras

De Melendre y su compañía llevan con preparativos desde hace más de un mes. Dos reuniones con guardaespaldas interesados mantenidas semanas atrás por mediación del presidente de la Asociación de Escoltas Españoles (Ases), Vicente de la Cruz, encauzaron un deseo largamente acariciado por muchos escoltas españoles. "Desde Ases estamos liderando el proceso tras comprobar que los que se habían ido por su cuenta y riesgo habían vuelto, digamos, con el rabo entre las piernas, porque aquello se ha convertido en un nido de víboras y de intermediarios sinvergüenzas", dice De la Cruz.

El caos no sólo reina en el revuelto Irak. El rumor, la filtración interesada y las acusaciones son el ambiente en el que desde hace meses se mueve el deseo de muchos guardaespaldas de lanzarse a la aventura iraquí.

Los foros de debate en Internet en los que los escoltas intercambian información e impresiones sobre las posibilidades reales de trabajo en el país donde ya murieron agentes del CNI (servicio español de inteligencia) no aciertan a concretar cuál es la presencia real de la seguridad privada española hoy allí. "Hay gente que ha ido y ha vuelto", decía un mensaje esta misma semana. Otro muy anterior, de mediados de mayo, hablaba ya así en primera persona: "Después de visitar profesionalmente la zona y ver el trabajo de escolta en Irak, estamos empezando a organizarnos para ir en condiciones. Es decir, en equipo, seguro de vida y médico, formados en orientación y despliegues tácticos. En fin, para no ir al matadero...".

O terminar convertidos en mercenarios con tareas paramilitares en vez de en escoltas civiles. Es la tesis de otro de los mensajes que circula en foro de debate por Internet de la propia Ases: "El tema de Irak para cualquiera que se dedique a esto es un verdadero caramelo. Pero se está confundiendo el asunto de la seguridad y la protección en la zona con venderse a cambio de dinero para hacer cosas que de hacerlas los gobiernos de la coalición y salir a la luz supondrían un verdadero escándalo... Que quede claro que no soy ningún Rambo.Tengo las cosas muy claras y me encantaría ir, pero a trabajar, no a comerme los marrones que otros no desean para sí mismos".

El propio presidente de Asociación Española de Escoltas (hay 14.110 con licencia, de los que 2.500 están activos en el País Vasco) da por cierta una cifra de la que muchos dudan. Según él, desde la primavera una treintena de españoles andan en Irak en labores de adiestramiento de escoltas iraquíes y diseño de estrategias de seguridad para empresas. "Ahora sólo hay gente como asesores, en labores de logística y enseñanza. Cobran 600 euros al día, más gastos pagados (vivienda incluida), pero no están en tareas de escolta", explica De la Cruz.

Las ofertas de trabajo llevan meses circulando por la Red. "Para los compañeros que estén interesados en trabajo en Irak, ahí van unas direcciones donde enviar el currículo. Ellos se pondrán en contacto con vosotros", decía un mensaje que circulaba entre los escoltas. "Ultimamente pretenden enviarnos a todos a Irak de carne de cañón", se leía en otro. Ya entonces, por mayo, muchos de estos anuncios de empleo llevaban la firma de dos de las grandes compañías de servicios militares privados que se están repartiendo la suculenta tarta de la seguridad privada en el Irak post-Sadam con la venia del Pentágono y la Casa Blanca: la estadounidense Blackwater y la británica Global Risck.

Entre ellas y otras semejantes, se calcula que en Irak hay hoy desplegado, al margen de las fuerzas armadas de la llamada coalición, todo un ejército de casi 20.000 hombres. En su mayoría, mercenarios al servicio de empresas paramilitares inglesas y americanas.Lo sabe bien De Melendre, empeñado, dice, en que eso no ocurra con los escoltas españoles: "Desde CEAS nos limitamos a dar seguridad privada, no utilizamos mercenarios. Es muy doloroso ver que, a veces, la sociedad nos confunde, con el consiguiente descrédito a esta digna profesión de salvar y proteger vidas que sólo unos locos somos capaces de asumir".

Con negociaciones abiertas con representantes del nuevo Gobierno iraquí, el presidente de la Corporación Euro Americana de Seguridad estima que empresas como "Halliburton, DynCorp, Lockheed Martin, Grumman, Raytheon Armr Group, Blackwater, Ask, etcétera, cuyos directores están vinculados al gobierno americano", se llevan repartidos alrededor de 17.000 millones de euros, en gran parte sacados del propio petróleo iraquí.

Mientras CEAS espera que sus futuros contratos de trabajo en Irak se empiecen a confirmar esta misma semana, y con ello el desfile hacia Oriente Medio del Grupo Laurel y los otros 4 formados (2 ya con el curso de adaptación hecho), el goteo de escoltas españoles hacia Irak se canaliza a través de la sucursal española de la International Security School (ISS), una empresa de prestigio mundial especializada en seguridad con sede central en Israel.

Andrés Valea, director de ISS España, lo confirma: «A través de nosotros han ido, para trabajar en tres empresas que operan en Irak (una española, una italiana y una de USA) 6 escoltas españoles. Y de aquí a final de año serán 12. De los 6 que están, dos son de la 1ra. promoción de escoltas de ISS España.Los otros se formaron en centros nuestros en Italia, Suiza e Israel».

# Caravana de VIPs

Luis, el hispano italiano con experiencia previa en Pakistán y Kazajistán, es la referencia del grupo. "Nos llegan noticias", dice Valea, "de que están bastante fastidiados por las temperaturas y la falta de medios. Algunos se ocupan de planificar la seguridad en torno a instalaciones petrolíferas y a veces les toca también organizar caravanas de los vips (ingenieros y directivos) de la empresa... Nosotros, desde España, sólo hicimos de intermediarios para 8 escoltas de nuestra 1ra. promoción (un 9no. rechazó la oferta iraquí), personal de elite. Lo que se negoció fueron salarios de 9.000 euros al mes más dietas y gastos. El contrato inicial era por seis meses".

Las garantías de supervivencia, admite Valea, "muy limitadas".

El director de la academia israelí en España está convencido de que la mayoría de los que quieren ir no se imaginan lo calamitoso y arriesgado que puede ser trabajar de escolta en el Irak actual.Sabe también lo difícil que es disuadir a quien está decidido a tentar a la suerte. "Ante la gran demanda de empresas de Irak que piden a nuestra central personal cualificado, hemos organizado para noviembre en Israel un curso operativo para manejo en situaciones de alto riesgo. Hasta julio habíamos recibido en España 55 solicitudes de inscripción". Gran parte, explica, eran vigilantes de seguridad sin título de escolta. La criba será grande: "Rechazaremos a la inmensa mayoría".

El afán por pisar Irak, con la zanahoria de los millonarios sueldos, es grande en todo el sector. José Antonio Romero, delegado en Guipúzcoa de la Asociación de Escoltas del País Vasco, lleva meses recopilando información y transmitiéndola a los cuatro vientos «para que nadie vaya engañado». Que no sean los intermediarios los que se lleven la tajada grande. "Les explico a quien nos llama que es fundamental que viaje con contratos firmados desde aquí, con seguro de responsabilidades y de repatriaciones en vida o muerte». Su sensación personal es que «si las cosas se hicieran bien, con todos los papeles por delante, el 60% de las armas que se precisa para un país en guerra y demás, enseguida habría entre 300 y 400 escoltas dispuestos. A 100 los tendrían ya mismo".

La ausencia de atentados mortales de ETA durante más de un año hace que muchos guardaespaldas empiecen a tentarse la ropa y a mirar futuras perspectivas de trabajo. «Hay gente en activo que quiere reconducir su historia profesional en Irak, por ingresos y demás», opina quien fuera presidente de la Asociación de Escoltas del País Vasco, hoy director de la revista Sector Seguridad, Ignacio Muñoz.

# Viviendo del alquiler

"Ojalá no tengamos que dar un solo tiro", desea O.C., el jefe de los siete hombres que forman el Grupo Laurel. Salvo un periodo en Sudamérica, la mayor parte de sus 12 años dedicados a la seguridad privada han transcurrido en Madrid. Durante 5 fue la sombra de empresarios y políticos. No es que ahora se queje de a dónde ha llegado (delegado de una empresa, con varios cientos de personas a su cargo), pero desea seguir probándose. "Quizás lo mío sea una locura, porque tengo una posición bastante estable, pero...", reflexiona en voz alta.

Afina más el jefe: "Tengo familia, 40 años, una hija adolescente y un crío de meses con mi actual compañera, pero ¿qué tengo o dejo de tener en la vida? Sigo de alquiler, y lo de Irak, que también me atrae como experiencia personal, es una oportunidad de ganar dos millones al mes y volverme después de dos años teniendo algo, aunque sea la entrada para un piso... Fíjate si yo creo en esto que he sido el que arrastró a los demás del grupo".

A su amigo F.P., por ejemplo, 4 años mayor que él y con dos mellizas de 16 meses.

F.P. había dejado el trabajo en seguridad, tras 15 años en el sector, porque tenía la desesperante sensación de que le malpagaban.Ahora es comercial para una empresa de embutidos. "Laboralmente no estoy muy conforme con lo que tengo, por eso me voy también. Mi mujer me dice una y otra vez que estoy loco, que no le puedo hacer esto. Esta misma mañana me lo ha vuelto a decir. Pero me llama poderosamente lo de Irak. Y creo, además, que la experiencia de un año allí, que es lo que yo pretendo estar, me abra puertas al volver".

Aprovechando una pausa en sus palabras, O.C., su amigo, su futuro jefe en tierra iraquí, le interrumpe con un pensamiento en voz alta.

"El momento crítico, pienso yo, es el de montarse en el avión. Ya no hay vuelta atrás".

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(*) El Mundo, Crónica, Madrid, España, 2004.

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