Los entretelones de la reunión de Arslanián y Fernández

El ministro del Interior, Aníbal Fernández y el titular de la cartera de Seguridad bonaerense, León Arslanián, se reunieron hoy para "optimizar el trabajo conjunto entre la Nación y la provincia contra la inseguridad, especialmente en la zona del conurbano". Así lo afirmaron los medios tradicionales. Sin embargo, el ministro devenido en vocero oficial y el repudiado funcionario provincial cercano a Solá, habrían compartido su asombro y preocupación por la intensidad de las protestas sociales pese a la murte de Cristian Muñoz, alias "Hígado", y la poca aceptación de las medidas de seguridad por parte de sus colegas y la ciudadanía.

"El objetivo de esta reunión fue el de seguir con la política de trabajo en conjunto porque Nación y provincia tenemos que estar en permanente contacto para mejorar nuestros cuadros y el incremento de la participación de distintos sectores para garantizarle a la sociedad la seguridad que reclama", dijo Aníbal Fernández en declaraciones a la prensa tras el encuentro. Asimismo, el funcionario nacional aclaró que no se trató el pedido del gobierno bonaerense de unos $100 millones para seguridad.

"Sólo se habló de seguir adelante con la política de trabajo en conjunto", aseguró el titular de la cartera política nacional, quien informó que "va a haber permanentemente nuevos operativos conjuntos".

En este sentido, detalló que "no vamos a estar haciendo siempre lo mismo, y esas acciones se implementarán a medida que comprobemos y encontremos alternativas o acciones que permitan actuar en determinados sectores con vehemencia para fortalecer esta estrategia que hemos diseñado en conjunto".

Respecto a la posibilidad de que se asignen fuerzas nacionales para la represión del delito en territorio bonaerense, Fernández aclaró que, "de hecho, lo hay a pedido del gobernador" y sostuvo que "el que decide es el gobernador".

En este marco y pese a los esfuerzos por parte de las autoridades del Gobierno por apaciguar los ánimos de la sociedad impulsada por el miedo, las protestas no han perdido intensidad.

Ni siquiera la caída del "temible" secuestrador Cristian "Hígado" Muñoz , quien fue detectado por distintos informes de inteligencia policial como responsable de muchos de los secuestros producidos en la provincia de Buenos Aires, logró calmar los reclamos.

Según fuentes allegadas, no existen pruebas que afirmen que el Hígado era culpable, por ello, el supuesto enfrentamiento que tuvo con efectivos de la Comisaría 1° de San Miguel en el que perdió la vida ha sido leído por muchos analistas como una forma de resolución del caso con el sello de Mario "Chorizo" Rodríguez.

Se pudo saber que Mario Rodríguez se hizo famoso en la Policía de la provincia de Buenos Aires por hacer "estadística" -esto es, cantidad de delincuentes abatidos- mediante operativos "truchos" en los que mataba a delincuentes que trabajaban para él. Uno de los hombres de confianza que ejecutaba sus órdenes era el entonces Principal Osvaldo Seisdedos.

El destino hizo que el hoy Comisario Mayor Seisdedos, Director General de Investigaciones en Función Judicial de la Policía de la provincia de Buenos Aires, haya tenido una carrera vertiginosa.

Ocultando con mucho esfuerzo su pasado, logró en su momento encandilar al entonces Ministro de Seguridad Juan P. Cafiero con un discurso de policía honesto y duro. Hablaba de sus hombres como "guerreros urbanos", y mezclaba en dosis adecuadas valores místicos y de respecto de la legalidad. Justo lo que la arquitectura intelectual de Cafiero necesitaba.

Según declaraciones, de la mano de Cafiero llegó al mismísimo Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Ing. Felipe Solá.

Cuando deciden acometer contra los desarmaderos, Seisdedos se mete en el entorno del Gobernador con un discurso de honestidad y operatividad y -algo mágico para los políticos que manejan estos asuntos- promesa de resultados, informaron fuentes calificadas.

Así se habría lanzado de la política contra los desarmaderos clandestinos. Durante los primeros tres meses se clausuraron el grueso de los desarmaderos que generaban la demanda de autos robados en el Conurbano.

Luego, su pasado pesó más, y para justificar la existencia de su dirección y del presupuesto que se le había asignado comenzó a armar y difundir masivamente operativos "truchos" de clausura de los mismos. Esto le granjeó la enemistad de todos los jefes policiales que estallaban de furia cuando veían repentinamente en "Crónica TV" la cara de Seisdedos declarando en el mismo lugar de los hechos que había clausurado un "importante" lugar de desguace de coches, que funcionaba en jurisdicción del Jefe Departamental que lo "miraba por TV".

Así, la opinión sobre Seisdedos que se formaron en los jefes policiales de la provincia era que "es un vivo que hace carrera a costa nuestra".

Quizás esa sea la razón por la cual en cuatro meses de gestión sólo hayan caído dos de la lista de conocidos secuestradores de la provincia: Maximiliano "Pachu" Peñaflor, que fue arrestado por la Policía de Córdoba luego de intentar robar una gomería en aquella provincia, y Cristian "Hígado" Muñoz, caído en enfrentamiento con la Policía de Seguridad de San Miguel. En ninguno de los dos casos intervinieron las DDI que dependen de Seisdedos. Al parecer, las DDI "no le trabajan a Seisdedos", según se comenta en las filas de la Bonaerense.

Con este trasfondo, muchos creen ver en el enfrentamiento y caída de Cristian "Hígado" Muñoz la forma de generar resultados de Seisdedos cuando lo presionan…

En tanto, la situación del ministro de Seguridad, León Arslanián, se complica. Según fuentes cercanas, hace cinco días que no pisa su despacho en el Ministerio de Seguridad en La Plata. Sus custodios van a buscarlo a la mañana para llevarlo al Aeroparque desde donde usualmente sale el helicóptero que lo lleva a la capital de la provincia y el los recibe con un "hoy tienen el día libre, no los necesito". Tampoco asistió el día lunes a la reunión que mantuvo el Gobernador Solá y buena parte de su gabinete con los intendentes de la zona norte realizada en San Fernando.

De esa reunión no se cosecharon más que críticas a la gestión de seguridad.

León Arslanián parece no agradarle a sus compañeros del Gabinete y a varios funcionarios más. Tal es el caso del jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse, quien manifestó que "aumentaron los robos en la zona".

Aimero, Intendente justicialista de San Fernando, dijo "No nos convence enterarnos por los diarios de las medidas de seguridad que toma el gobierno". El vecinalista Ricardo Ubieto, intendente de Tigre, reprobó las medidas de seguridad adoptadas por el gobierno al decir que el proyecto contra la inseguridad impulsado por la administración Solá "no se cumplió ni en Tigre ni en ninguna otra parte, son anuncios sueltos, sin hilación política, y una política de seguridad debe mostrar una correlación de hechos, que hasta ahora no he visto".

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