Polémica en Brasil por el uso político de los feriados

La alcaldesa de San Pablo, Marta Suplicy, decretó un asueto de seis días para los empleados municipales de la ciudad que va desde el 28 de octubre al 2 de noviembre, el 31 –justo en el medio del feriado- se llevará a cabo la segunda vuelta para determinar quién será el gobernante del Estado el próximo período. Suplicy, del PT, aparece en las últimas encuestas muy por debajo del candidato socialdemócrata, José Serra, quien considera que la posibilidad de que muchos ciudadanos aprovechen las mini vacaciones y no concurran a votar, lo perjudica en la contienda.

La alcaldesa paulista, Marta Suplicy. decretó un asueto de seis días para los empleados municipales lo que la oposición considera una maniobra perjudicial para la contienda electoral.

Según informa Polilat, los partidarios del socialdemócrata –primero en las encuestas- liderados por José Serra, temen que sus partidarios, muchos de clase media alta, se tomen vacaciones y no voten.

Las mini vacaciones que Suplicy del Partido de los Trabajadores (PT) –quien busca la reelección – van del 28 de octubre al 2 de noviembre por lo que el domingo 31, día de la votación cae justo en medio del feriado.

En los dos bandos políticos, el Partido de los Trabajadores y el Partido Socialdemócrata de Brasil, sacan las mismas cuentas: Un fin de semana muy largo perjudicará al candidato tucano, como llaman a los militantes de la socialdemocracia ya que los paulistas de clase media y media alta, entre quienes Serra arrasó en la primera vuelta, pueden enfilar con sus autos hacia la playa antes que cumplir con sus funciones cívicas.

Sucede que en Brasil, el 28 de octubre, un jueves, es el Día del Empleado Público y el martes 2 de noviembre es el Día de Todos los Muertos. El viernes 29 y el lunes primero son días sándwich en que las empresas prefieren dar licencia a sus trabajadores.

Dadas estas óptimas condiciones para vacacionar, según las especulaciones de los políticos, el nivel de abstención en esta segunda vuelta puede alcanzar a 2,5 millones de personas, que se concentrarán mayoritariamente en las clases alta y media alta.

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