CALF en Neuquén y CEB en Bariloche, no logran comicios limpios

El movimiento cooperativo ha comenzado a sufrir el desprestigio de la clase dirigente en general, con graves irregularidades en algunos comicios recientes. Lo ocurrido en las ciudades de Neuquén y en San Carlos de Bariloche obligan a reflexionar sobre qué pasará con el futuro cooperativo.

Las elecciones en la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB), en San Carlos de Bariloche, estipuladas para el sábado pasado, fueron suspendidas por serias irregularidades.

Más allá de las críticas a la conducción actual por falencias en los servicios, las listas opositoras reclaman por una participación democrática luego de experimentar impugnaciones en distintos distritos electorales.

La CEB está sufriendo los reveses de las voluntades políticas que sufre también la cooperativa CALF en Neuquén, espécimen de la administración nacional.

Hace aproximadamente dos años, un grupo de empresarios y vecinos de Bariloche decidieron que la tarifa de la electricidad era extremadamente cara y, negociaciones con propietarios de medios y con caciques políticos y sindicales mediante, obtuvieron una resonante victoria en las elecciones anuales para el Consejo de Administración de la Cooperativa de Electricidad Bariloche Ltda. (CEB).

Propusieron una rebaja del 40% en la tarifa y la venta de todos los activos de la empresa no vinculados a la generación y distribución eléctrica, como lo son el Video Cable, Internet, Telefonía, Seguro de Sepelios, Cloacas, Saneamiento, Residuos Sólidos Urbanos, Forestación, desarrolo de Software, entre otros.

El primer acto político que realizó este grupo, identificado como Lista Roja, fue rechazar un balance correctamente realizado para forzar la renuncia de la anterior conducción y su posterior aprobación sin modificación alguna.

Luego de un año de gestión, habiendo negociado buena parte de los activos de la CEB, cerraron con una pérdida operativa cercana a $ 10.000.000. Y por supuesto, no hubo rebaja tarifaria sino un pedido de incrementarla en 18%, rechazado por las autoridades provinciales.

En las siguientes elecciones realizadas en el 2003, debieron enfrentarse a tres listas opositoras que sufrieron todo tipo de arbitrariedades por parte del Consejo de Administración (Lista Roja), que interpretando a su antojo el reglamento electoral, cercenó las posibilidades de estas listas de competir en igualdad de condiciones con el nuevo oficialismo.

Las tres listas opositoras planteaban la necesidad de obtener el máximo rendimiento de las empresas vinculadas en lugar de su venta, con los lógicos matices de orientación. Las tres listas opositoras obtuvieron casi el 64% de los delegados en juego quienes, de haber podido competir en la totalidad de los distritos en juego, habrían superado el 75% por simple proyección de resultados promedio.

Frente a la perspectiva de un fraude, se solicitó intervención a la Dirección de Cooperativas de la Provincia de Río Negro que dictaminó que el proceso electoral pasado era nulo por vicios de interpretación reglamentaria.

El cambio de gobierno permitió que la resolución no tomara estado ejecutivo por ausencia de autoridades y prescribió por silencio oficial. El INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) fue notificado de esta irregularidad pero brilló por su ausencia.

En la posterior asamblea, se cometieron todo tipo de arbitrariedades. Las autoridades provinciales y nacionales estuvieron ausentes una vez más, pese a haber sido solicitada su presencia.

Se compraron voluntades y se incumplieron varios requisitos asamblearios para desnaturalizar la voluntad del electorado.

Obviamente, ganaron una vez más los del grupo Lista Roja, que con aproximadamente un 3 % se hicieron del control de la empresa por un año más. Las voluntades compradas son actualmente empleados o asesores de dicho grupo.

Se denunció el hecho ante el INAES pero otra vez no hubo respuesta.

Solamente ingresó como Consejero por la oposición Rafael Henkel, quien fue aislado y neutralizado en sus funciones por el consejo rojo. Este hecho también fue denunciado ante el INAES pero tampoco respondió.

Este año las elecciones se fijaron para el 16 de Octubre, pero la reiteración de arbitrariedades (esta vez con veedores del INAES, traídos a presión por las listas de la oposición) fueron denunciadas ante la justicia ordinaria, que en un fallo ejemplar dio lugar a la participación plena de las listas opositoras, a las que se le habían cercenado distritos adonde competir (7 a la Lista Amarilla y 4 a la Lista Verde, sobre 22 distritos).

La Lista Amarilla es un grupo interpartidario que cuenta con la adhesión del Intendente Municipal, Alberto Icare, mientras que la Lista Verde es un grupo orientado por los legisladores Castañón y Sosa de la UCR y cuenta con apoyo directo del gobernador Miguel Saiz, por lo que no debe sorprender el dictamen de la Dirección Provincial de Cooperativas rechazando lo solicitado por la Lista Amarilla.

La Lista Roja, oficialista, cuenta con el apoyo del dirigente sindical mercantil justicialista Walter Cortes y, también con el Legislador Castañón, quien evidentemente, gusta de jugar a docena y color.

Lo novedoso es que el amparo solicitado por la Lista Amarilla, fue aceptado por los jueces de Cámara de Apelaciones Civil y Comercial, Dres. Camperi, Escardó y Osorio, el 14 de Octubre, 2 días antes de las elecciones, con el fin de dar la más amplia participación a las tres listas intervinientes y reconviniendo a las autoridades de la Cooperativa indicando que deben cesar las acciones limitativas a la participación democrática.

Este amparo permitía participar a las tres listas en todos los distritos este sábado, pero las autoridades de la CEB decidieron suspender el acto eleccionario y apelar el recurso de amparo presentado, lo cual no está previsto en el código rionegrino.

Ante esto, el INAES, que debiera haber sido la instancia administrativa que supervisara y orientara el proceso eleccionario, brilló una vez más por su ausencia, frente a la evidencia de que cualquier demora en sus resoluciones tendría efecto tardío e insalvable para las listas damnificadas. Con ello permitió, una vez más, que una lista ilegítima se quedara con el poder de administración de la CEB.

Se han dado condiciones suficientes para plantear una intervención a la CEB. Pero INAES no cumple las funciones de fiscalización y control que la ley determina. Y solamente la actitud civilizada de los damnificados, de poner una y otra vez la mejilla impide que gane el que usa el calibre más grande o grita más fuerte o moviliza a más punteros violentos.

La CEB es un ejemplo de la falta de gobierno que sufre nuestro país. Un grupo de personas se alza contra la decisión de un tribunal y nadie hace nada. Todo está mezclado y sin control de naturaleza alguna. El Gobernador metido en una empresa de capital social, justo él que fue representante de la Cooperativa Sancor y debería saber cuales son los principios cooperativos.

Hoy no pasan cosas peores en nuestro país porque la gente es básicamente buena. Hasta que se canse o se avive. Mientras tanto, la representatividad pasa a segundo plano y todo es cada vez más ilegítimo.

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