A 4 días de los comicios en Uruguay, escriben los protagonistas

Las siguientes columnas llevan la firma del candidato a la presidencia del Uruguay del EP/FA/NM Tabare Vázquez y del candidato del Partido Nacional Jorge Larrañaga y fueron publicadas por IPS Noticias y reproducidas por el diario uruguayo La República:

Lo que está en juego

POR TABARE VAZQUEZ (*)

El próximo 31 de octubre casi dos millones y medio de uruguayos concurrirán a las urnas para elegir 99 diputados y 31 senadores así como al Presidente y Vicepresidente de la República para el período 2005-2010.

Si la elección de un nuevo gobierno nunca es intrascendente, en esta ocasión tiene una importancia decisiva para el presente y el futuro del Uruguay.

En efecto, más allá de la diversidad de candidaturas en juego hay un país que no puede seguir como está, que necesitan cambios para salir de la peor crisis económica y social de su historia, brindar a sus hijos un proyecto de futuro compartido y realizarse como nación.

Las políticas neoliberales instrumentadas desde hace 20 años por sucesivos gobiernos del Partido Colorado y del Partido Nacional solos o en coalición, pero siempre con una extraña mezcla de fundamentalismo, improvisación e incompetencia, se han agotado dejando un terrible saldo en términos de estancamiento económico, desmantelamiento del aparato productivo, desamparo social, descenso de la calidad de la democracia, descreimiento, emigración, desdibujamiento internacional.

Pero tal situación, consecuencia inexorable de los gobiernos presididos por Sanguinetti, Lacalle y Batlle, no es irreversible. Por el contrario, lejos de resignarnos, las y los uruguayos debemos unir nuestra inteligencia y nuestra voluntad para transformarla en clave de democracia.

Eso es, precisamente, lo que propone el vasto arco de fuerzas políticas nucleadas en el Encuentro Progresista/Frente Amplio/Nueva Mayoría: un proyecto de cambios en el marco de una estrategia de país.

Cambios que no ignoren la realidad pero que tampoco renuncien a utopías concretas.

Cambios responsables y progresivos que signifiquen un nuevo impulso para este pequeño gran país.

Cambios necesarios para un proyecto de desarrollo productivo sostenible con el trabajo como valor social y ética de vida.

Cambios para conjugar la competitividad de la economía, la integración social y la sostenibilidad del desarrollo superando los riesgos y aprovechando las oportunidades de un mundo globalizado.

Cambios con sustento político y social, porque los cambios para ser auténticos han de involucrar a la mayor cantidad posible de ciudadanas y ciudadanos.

Cambios que comenzarán en el propio gobierno y que implicarán una mayor sensibilidad para pensar en la sociedad, una mejor gestión del Estado para fortalecerlo como factor de democracia, inclusión social y desarrollo productivo; una mayor transparencia, eficiencia y proximidad al ciudadano; en fin, un mejor relacionamiento con la sociedad.

No ignoramos la complejidad de la tarea que nos espera si se confirman los pronósticos y el Encuentro Progresista/Frente Amplio/Nueva Mayoría, tras la victoria electoral del próximo 31 de octubre, asume la responsabilidad del gobierno el 1 de marzo de 2005.

Conscientes de ello iniciamos tal tarea hace ya un buen tiempo recorriendo sistemáticamente el país, profundizando el conocimiento de su realidad, dialogando con la gente sobre sus necesidades, esperanzas y compromisos, elaborando una propuesta programática desde nuestra identidad y para la sociedad uruguaya.

Con esa tarea continuamos durante la campaña electoral. En contraste con ello los candidatos del Partido Nacional y del Partido Colorado se han limitado a criticar nuestras propuestas sin exponer las suyas.
Entre las casi 200 propuestas y compromisos de gobierno que he anunciado ocupa un lugar relevante la convocatoria a un compromiso ciudadano por el desarrollo productivo sostenible que involucre al gobierno, al sistema político, al sector empresarial y a los trabajadores sobre bases de lealtad institucional, mutuo reconocimiento y reglas de juego firmes y transparentes entre las partes para establecer objetivos y criterios en materia de crecimiento económico, competitividad, empleo decente, relaciones laborales, protección social, sostenibilidad ambiental, cohesión territorial y proyección internacional.

Respecto a esto último, queremos construir un país que trascienda sus propias fronteras en la medida en que integre a los cientos de miles de uruguayas y uruguayos que por diversas razones -pero fundamentalmente debido a un obligado exilio económico- residen en el exterior, y se integre a la región y al mundo. En tal sentido, los progresistas uruguayos proponemos más y mejor MERCOSUR, el área de integración económica que compartimos con Argentina, Brasil y Paraguay. Un MERCOSUR redimensionado en su estructura institucional, fortalecido en materia de coordinación macroeconómica, complementación productiva e integración social, ampliado a otros países de la región y consolidado como plataforma para la integración de Latinoamérica en el mundo.

Un MERCOSUR ampliado, fortalecido y consolidado estará en mejores condiciones para encarar la cooperación sur-sur y las negociaciones respecto al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), su relacionamiento la Unión Europea, India China, y otros procesos de integración, así como su participación en los ámbitos multilaterales como la Organización Mundial del Comercio. Unidos tenemos un largo camino para recorrer, solos no vamos a ningún lado.

El Uruguay que proponemos no es una quimera. Es una utopía concreta y para su realización comprometemos el máximo de nuestros esfuerzos. Pero esto, siendo importante, no es suficiente. Un proyecto de estas características necesita también el apoyo y la participación de la gente.

Por eso el próximo 31 de octubre no será el fin de ninguna historia, pero sí una fecha importante en la vida del Uruguay.

---------------
(*) Tabaré Vázquez, candidato a la presidencia del Uruguay por el bloque progresista EP/FA/NM.

El nuevo Uruguay

POR JORGE LARRAÑAGA (*)

Se suele afirmar -concepto que comparto- que un país es una tradición y un proyecto. Es una tradición porque el mismo representa circunstancias y hechos que marcaron a un pueblo asentado en un territorio dado; en definitiva, se trata de una historia en común que se traduce en unos valores y en una cierta mirada compartidos por la sociedad a través del tiempo.

Un país es, por sobre todo, el sentido de pertenencia a una comunidad espiritual. Este concepto de tradición, o de lo mejor de la misma, no puede ser desconocido sino que más bien debe ser integrado a cualquier proceso social y, en especial, a un proceso de cambio.

La República Oriental del Uruguay atravesó una de las peores crisis de su historia, la cual puso en cuestión a valores que representaron los cimientos sobre los que se asienta nuestra sociedad y que, trabajosamente, las generaciones anteriores fueron edificando. Esta situación se tradujo en el desempleo, la inseguridad, la paralización del sistema productivo nacional, la ruptura del sistema de salud, la marginalización y la fractura de la familia, así como la emigración de miles y miles de compatriotas. Ello generó a su vez, y como no puede ser de otra manera, un sentimiento de profunda desesperanza en el futuro del país. Ante este estado de cosas el próximo gobierno, que asumirá sus funciones el 1 de marzo de 2005, deberá, de manera inaplazable, aplicar políticas públicas activas para recomponer o sentar las bases de un nuevo proyecto de convivencia para la recuperación de nuestra identidad nacional. Dicho programa deberá ocuparse, prioritariamente, del empleo, de la descentralización administrativa, de la recuperación del sistema productivo nacional, de la educación, de la integración regional y de la inserción internacional de la República.

Una empresa de esta envergadura no admite propuestas voluntaristas sino proyectos razonables y posibles. Es en ese marco que hemos presentado a la opinión pública el programa de gobierno del Partido Nacional, el que ha sido complementado con propuestas como, a título de ejemplo, el Consenso Uruguay 2005, Ciencia, Tecnología e Innovación, la Propuesta de los Jóvenes para los Jóvenes, el Plan de Desarrollo Integral y la Nueva Educación.

Por otra parte, un compromiso electoral con este alcance y contenido debe explicitar los principios rectores que orientarán las políticas públicas que impulsaremos desde el gobierno, las que consistirán en:

a) la reafirmación del principio de igualdad de oportunidades de todos los compatriotas;

b) el otorgar prioridad a las demandas sociales de los sectores más desvalidos de la sociedad;

c) el restablecimiento de la solidaridad intergeneracional; y

d) la actuación pública basada en la transparencia y la honradez administrativa.

Un proyecto colectivo de esta naturaleza debe ser necesariamente incluyente de todos nuestros compatriotas y requiere de la credibilidad del convocante. El Partido Nacional, partido que nació con la patria misma y representó y representa la verdadera modernización de la Republica Oriental del Uruguay, tiene las credenciales suficientes para llevar adelante esta verdadera ola de esperanza compartida. Sabré estar a la altura de las circunstancias.

------------------
(*) Jorge Larrañaga, candidato a la presidencia de Uruguay por el Partido Nacional

Dejá tu comentario