"España resarce a los familiares de las víctimas del terrorismo mientras que Argentina resarce a los familiares de los terroristas"

A continuación, un usuario estrablece una comparación entre la forma en la que España y la Argentina intentaron cerrar la herida que dejó el terrorismo de unas décadas atrás.

Señor Director:

España ha solucionado el problema constituido, no por los familiares de los delincuentes terroristas como se hizo acá, sino por los amnificados por los hechos terroristas. Con fecha 8 de octubre de 1999 sancionó la ley nº 32 denominada "Solidaridad con las víctimas del terrorismo" Como antecedentes de la citada ley es dable acompañar a esta nota sus fundamentos, una suerte de exposición de motivos de la misma.

Surge de ellos que la pretensión del Estado español fue constituir una expresión del acuerdo conjunto de los representantes legítimos de los españoles. Creo que nuestro país, que ha privilegiado la situación de los familiares de los terroristas, vieja aspiración de revancha económica de las actuales autoridades, debería satisfacer este reclamo a gritos silenciosos de los familiares de las víctimas del terrorismo subversivo. Tanto mas cuanto que tales actos, en su gran mayoría, al menos los ocurridos a partir del 25 de mayo de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976, han sido consecuencia de atentados con poderosísimas bombas, asesinatos, lesiones gravísimas, secuestros, sustracciones, etc. en perjuicio y con el declarado fin de derribar a las autoridades constitucionales de esa época.

Creo inútil recordar que el gobierno peronista alcanzó una suma de votos de sus conciudadanos que sobrepasó el 60% del total, o sea la más alta de la historia argentina. Al parecer, estos gestos de pequeños y peligrosísimos grupúsculos, atacando al gobierno constitucional, no mereció del Estado Argentino la justa solución que beneficie a los damnificados. Incluso creo que las víctimas del terrorismo. que continuó aplicando sus sangrientos métodos, después del 24 de marzo de 1976, merecen esta compensación ya que el Estado es uno sólo y prueba palmaria de ello es que las actuales autoridades tienen esta doctrina ya que nosotros tenemos que contribuir con nuestros impuestos para que se efectivice una compensación que beneficia a
los familiares de los delincuentes subversivos que actuaron en esa época y que fueron muertos.

Es decir que, el mundo al revés, España resarce a los familiares de las víctimas del terrorismo mientras que Argentina resarce a los familiares de los terroristas, o sea que el actual Gobierno nacional, el Congreso y la Corte Suprema de Justicia de la Nación consideran que el Estado debe adoptar esta actitud a raíz de los hechos vandálicos concretados por funcionarios estatales de esa época, pero silencia los actos sangrientos terroristas cometidos por los mismos individuos que intentaban declaradamente derribar al gobierno constitucional que el pueblo había elegido. Actitud que constituye una suerte de estímulo para que los terroristas, si se les ocurre, procedan a atentar contra las actuales autoridades pensando que el mismo Estado es una reaseguro para que eventualmente si resultan muertos sus familiares, en lo mediato reciban una compensación adecuada al accionar sangriento de ellos.

A título ilustrativo acompaño tales fundamentos de la norma que rige en España, a fin de aguijonear a algún legislador nacional sensato para que presente un proyecto similar, que haga merecida justicia a un agrupo considerable de ciudadanos argentinos que han sufrido el flagelo subversivo, "Sin comerla ni beberla": ".la presente Ley no pretende mejorar o perfeccionar las ayudas o prestaciones otorgadas al amparo de la legislación vigente, sino hacer efectivo -por razones de solidaridad- el derecho de los damnificados a ser resarcidos o indemnizados en concepto de responsabilidad civil, subrogándose el Estado frente a los obligados al pago de aquéllas.

Ello, no obstante, la Ley extiende también su protección a todas las víctimas del terrorismo, tanto si las mismas tuvieron reconocido su derecho en virtud de sentencia firme como en aquellos otros supuestos en los que no concurriere tal circunstancia. No se trata de sustituir el dolor padecido por las víctimas por el efecto de una mera compensación material porque ello resultaría, de suyo, inaceptable.

El dolor de las víctimas es -y será para siempre- un testimonio que ha de servir para que la sociedad española no pierda nunca el sentido más auténtico de lo que significa convivir en paz. Para las víctimas sólo el destierro definitivo de la violencia puede llegar a ser su única posible compensación.

Quienes en sí mismos han soportado el drama del terror nos piden a todos que seamos capaces de lograr que la intolerancia, la exclusión y el miedo no puedan sustituir nunca a la palabra y la razón. Esta Ley es, pues, expresión del acuerdo del conjunto de los representantes legítimos de los españoles para contribuir a que la paz sea fruto de la conciliación y de la justicia y para que las víctimas del terrorismo reciban, una vez más, la manifestación de respeto, admiración y afecto que por siempre les ha de guardar y les guardará nuestro pueblo."

Pretor.

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