"El niño necesita protección jurídica adecuada, tanto antes como después de nacer"

A seguir, la opinión de un usuario sobre el barco donde se realizan abortos que llegó a Buenos Aires.

Señor Director:

Los medios nos han hecho saber que " Goomperts
llegó ayer a Buenos Aires a bordo de su barco donde se realizan abortos. La holandesa declaró que en la Argentina "se trata muy mal a las mujeres". "Las mujeres que quieren hacerse un aborto no son criminales, simplemente necesitan ayuda y no merecen pasar por procedimientos médicos inseguros, por lo que no entiendo por qué en la Argentina se trata a las mujeres tan mal", explicó Goomperts (sic). Mi propósito es recordar al respecto que la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, que cuenta con la adhesión de nuestro país y a la que nuestros magistrados acuden muy a menudo para basar sus fallos, dispone en su artículo 4 "Derecho a la Vida" lo siguiente: " 1.

Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción.

Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.". Se comprende pues que la Declaración Universal de los Derechos del Niño repita en dos de sus preámbulos que "el niño necesita protección jurídica adecuada, tanto antes como después de nacer". El derecho de nacer es el primer derecho humano. De lo expuesto se desprende, en consecuencia, que una médica abortista llega a nuestro país y, en forma insolente y despreciando la legislación local y Convenios a los que adhirió la Argentina, pregona que se dedica a efectuar abortos, hecho penado por la ley positiva, intentando reclutar a destinatarias de sus maniobras abortivas, es decir no solo declama que va a cometer un delito en alta mar sino que para ello comienza por solicitar víctimas. En una palabra esta persona llegó a la Argentina y nos dice que va
a cometer un delito sobre el cuerpo de cualquier mujer habitante de este
país, va a privar de la vida a un ser indefenso recientemente concebido y cuando se pretende que ella cese en su accionar, verdadera apología del delito, sus defensores alegan que se trata de coartarle a la misma su libertad de expresión. Nadie comenta que la Argentina está obligada a defender al ser concebido en el seno materno, por imperio de su ley, la que tiene rango constitucional. Si elevar a tal rango a algunas Convenciones, sirvió para sancionar a penas gravísimas a los represores también debe aplicarse la misma convención en cuanto el aborto. Ello sin perjuicio de mi valoración respecto de este delito, la que me reservo en esta ocasión. Las Convenciones y los Tratados, salvo que el país haya efectuado algún tipo de reserva legal, deben aplicar en su totalidad y no a medias. Es absolutamente inmoral aplicar lo que está de acuerdo a lo que pensamos y no aplicar deliberadamente disposiciones que contrarían nuestras aspiraciones.

Recordemos que la ley debe aplicarse en forma pareja para que sea justa. Defendamos la aplicación irrestricta de la norma legal pero en todas las ocasiones, no solamente cuando a nosotros nos conviene. ¿ Que pasaría si llegara a la Argentina un barco conduciendo proxenetas quienes se dedican a recorrer el país, ofreciendo a argentinas ejercer a bordo el oficio mas viejo del mundo? ¿No solamente éso, sino que ni ocultan que ellos se verían beneficiados pecuniariamente? Este hecho es delito penal en nuestro país, y los que pregonan delito deben ser sometidos a la ley penal por apología de un delito o por maniobras preparatorias punibles, en su caso. En el caso de aborto, nos guste o no, mientras la norma del orden constitucional no se derogue debemos respetarla y quien comete o intenta cometer aborto debe ser sometido a proceso penal. Uno de los pilares de la paz social es precisamente el respeto de la ley y si los argentinos no logramos que un extranjero, que es generosamente recibido por el país, respete sus normas, realmente tengo que pensar que a la larga vamos a desaparecer como Nación.

Ulpiano.

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