Finalmente se votará en la Legislatura la ley de educación sexual

La iniciativa, que pretende incorporar en la enseñanza primeria, una materia será votada hoy en ela Legislatura Poteña. En tanto, para prevenir incidentes como los que se generaron durante el tratamiento de la reforma al Código de Convivencia, las autoridades de la Legislatura acordaron vallar el edificio.

El proyecto ha sido muy cuestionado. Sin embargo, algunos sectores consideran que es responsabilidad de el Estado incorporar en los chicos la educación sexual. Por lo tanto, hoy se debatirán en la Legislatura los dos proyectos respecto de este tema.

El primero, impulsado por los diputados kirchneristas Ana Suppa y Diego Kravetz y la macrista María Polimeni, establece que quien regulará el modo de impartir estas nociones será la Secretaría de Educación porteña. Los chicos recibirán información desde preescolar y durante toda la enseñanza obligatoria, de acuerdo con su momento evolutivo. El proyecto incluye la noción de diversidad sexual y da a los padres espacios de participación.

Mientras que el segundo, propuesto por el diputado Santiago de Estrada, de Juntos por Buenos Aires, considera que la educación sexual debe iniciarse en séptimo grado de la primaria. Los contenidos se tienen que "adecuar a cada contexto", y la capacitación de los docentes debe ser "acorde con las convicciones y valores de sus destinatarios". Este último, cuenta con menos adhesión.

En tanto, en el recinto se platearán algunos cuestionamientos relacionados con la educación sexual,como por ejemplo a partir de qué edad hay que hablarle del tema a los chicos en la escuela, cuál es el rol tienen los padres y qué papel tiene el Estado en el tema.

La polémica promete ser mayúscula, ya que el dictamen que obtuvo despacho mayoritario en comisión cuenta con la oposición de la Iglesia y otras organizaciones católicas.

Si bien en su momento los impulsores del proyecto se reunieron con el cardenal Jorge Bergoglio para tratar de acercar posiciones, lo cierto es que la Iglesia se opone de plano al proyecto. No quiere que en los colegios católicos se enseñe educación sexual con contenidos dispuestos por el Estado. Tampoco está conforme en cómo se trata la homosexualidad en la ley. Asegura que lo iguala como "opción sexual" a la heterosexualidad.

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