"La Iglesia no cambia y no cambiará sus principios: Mantenerse casto y no fornicar"

El Papa Juan Pablo II habló hoy a la Iglesia Católica respecto a las víctimas del sida, pero no mencionó el polémico recurso del preservativo que la iglesia española defendió hace unos días, en el marco de la lucha contra el sida. "La Iglesia no cambia y no cambiará sus principios. La doctrina del Santo Padre apunta a combatir el sida para defender la vida según dos principios: mantenerse casto y no fornicar", insistió el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Salud.

El Papa Juan Pablo II pidió este viernes a la Iglesia Católica que ayude a las víctimas del sida, sobre todo en las regiones más afectadas, pero no encionó el polémico recurso del preservativo.

"La Iglesia debe garantizar una particular atención a esas zonas del mundo donde los enfermos del sida no tienen asistencia", declaró el Papa al recibir a los miembros del Consejo Pontificio para la Salud, entre ellos a su presidente, el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán.

El Papa recordó que la Santa Sede creó la Fundación "El buen samaritano" para contribuir a ayudar a las poblaciones más amenazadas por el sida ofreciendo medios terapéuticos.

El jefe de la iglesia católica evitó hablar de las polémicas suscitadas esta semana tras el llamado al orden hecho por el Vaticano a la iglesia española después de haberse pronunciado a favor del uso del preservativo en el marco de la lucha contra el sida.

El Papa elogió "la contribución preciosa del Consejo Pontificio para la formación de las conciencias" y su labor como orientadora de las sociedades "hacia la civilización del amor".

El tema del uso preservativo suscita debate dentro de la Iglesia, sobre todo en la de los países más afectados. "El sexto mandamiento lo dice claramente: no fornicar. No es una posición negativa. Nosotros lo que hacemos es defender la vida", explicó el cardenal Lozano Barragán al aclarar la prohibición de la iglesia del uso de preservativo.

El prelado reconoció el derecho de una esposa cuyo marido está enfermo de sida a pedirle que emplee el preservativo. "Está en todo su derecho. Tiene el derecho de pedirle al marido que use el preservativo", aseguró.

Pero "la Iglesia no cambia y no cambiará sus principios. La doctrina del Santo Padre apunta a combatir el sida para defender la vida según dos principios: mantenerse casto y no fornicar", insistió.

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