Edición i: Cuando los diarios se parecen a las telenovelas

El autor, periodista, mientras construía castillos de arena para sus hijos, en Punta del Este, elaboró la siguiente reflexión publicada en la revista Edición i Nº42 que apareció anoche en los quioscos y es interesante compartir con nuestros Usuarios Registrados: POR FABIÁN DOMAN

De chico recuerdo la vieja discusión entre mi madre y mi abuela acerca de las telenovelas. Mi madre decía que no era necesario seguir diariamente la trama. Que viéndolas un par de veces por semana alcanzaba. Mi abuela era partidaria del seguimiento diario.

Gracias a un sabio consejo de mi mujer, decidí no comprar los diarios durante mis vacaciones en Uruguay en las últimas dos semanas. La decisión no fue fácil: temía quedar desactualizado para cuando volviera a la Ciudad de Buenos Aires. No quería tener que perder dos o tres horas leyendo notas de hace 10 ó 12 días.

Opté, entonces, por una solución intermedia: mirar de reojo las tapas de los principales diarios cada tanto. Si algo me llamaba la atención compraba el ejemplar (a espaldas de mi mujer).

¿Saben que descubrí? Que leyendo las tapas de los diarios –los argentinos, al menos-, cada dos o tres días, era lo mismo que leerlos todos los días.

Me argumentarán que es verano y pasan menos cosas. Pero, ¿pasan menos hechos en este enero de 2005? ¿No se lanzó el canje de la deuda, ocurrieron las repercusiones por los 200 muertos en República Cromañón, el Presidente viajó a Francia amenazando al grupo Suez con echarlo del país mientras flagelaba al ministro de Economía?

Todo esto sin considerar que en un país que queda al norte del continente americano y que, por ahora, tiene cierta importancia en el manejo del planeta Tierra inició el segundo mandato el mismo Presidente republicano. También que en las lejanas y orientales playas asiáticas murieron 225.000 personas por un tsunami.

Como explicaba más arriba, el hecho de no haber leído los diarios durante 15 días, lejos de permitirme descansar, despertó lo poco de periodista que todavía me queda, expresión cuyo valor sabrá reconocerme mi amigo Claudio Chiaruttini. Como pude, me las ingenié para tratar de estar informado. O al menos de creer que lo estaba. ¿Qué hice? Edité mi propio diario. ¿Adivinen que descubrí?:

a. Mi buen amigo Edgar Mainhard inmortalizó mis vacaciones en Punta del Este al darme el crédito de la teoría de que Ibarra lograría sortear por ahora el tsunami Cromañón. Es cierto que le vengo ganando la apuesta que les hice a mis también amigos y periodistas Jorge Grecco y Sergio Federovisky, menos optimistas ellos sobre el futuro del jefe de Gobierno, pero creo que, por suerte, voy a perder. En las playas del Este donde veranean más políticos argentinos que en tiempos de Carlos Menem –no solamente Elisa Carrió- corrían versiones bastantes negativas sobre el futuro de Ibarra.

La peor pesadilla del jefe de Gobierno dicen que es el virtual interventor comunal, Juan José Álvarez, quien lo tiene apercibido: antes de irse del transitorio sillón de secretario de Seguridad, dejaría bien claro que es imposible avanzar en algunas reformas serias en la Ciudad mientras Ibarra continúe en funciones. Así puede interpretarse, me comentó alguien, la inexplicable ofensiva político-mediática de Álvarez contra Marcelo Antuña, subsecretario de alguna repartición comunal responsable de la no aprobación legal de espectáculos en locales como Cromañón.

Antuña fue el único funcionario por quien Ibarra había pedido especialmente a un Álvarez que comprobó que no le pasarán la policía como supuestamente le habían prometido, y a quien los 120 días en el cargo le sobrarán para fortalecer su imagen ante el ciudadano común como el único funcionario que intentó hacer algo. Álvarez es un experto en milagros: logra que lo elogien, en el mismo fin de semana, Horacio Verbistky y Guillermo Cherasny.

b. De mi pasado por la función pública todavía guardo en mi agenda telefónica algunos números de colegas de diarios franceses. Fui al locutorio para que me comentaran que la reunión de los dos presidentes duró, en verdad, 23 minutos. Que Chirac sólo estaba preocupado por el caso Suez-Aguas Argentinas y que fue la razón por la que aceptó recibir a Kirchner. Que poco le importa la reestructuración de la deuda argentina porque los franceses serán muchas cosas, pero no tontos y nunca compraron bonos argentinos.

Luego, como a Jacques Chirac sabe que le molesta a Washington DC el apoyo a la Argentina en el G-7, seguirá llevándole la contra a japoneses, italianos e ingleses sobre el tema.

Un detalle: el apoyo de París a Kirchner en el G-7 tiene una ventaja adicional, además de irritar a Bush. Evita que alguien recuerde que el FMI, durante la década que arruinó al país, estaba dirigido por el francés Michel Camdessus, amigo de Chirac.

Para no llevarse sorpresas desagradables, Chirac mandó a chequear con su gente en el FMI cuál era el grado de rivalidad real entre Kirchner y Roberto Lavagna. ¿Los diarios publicaron que los sindicalistas convencieron a Julio De Vido acerca de las ventajas de hacer huir a los franceses de Aguas Argentinas?

c. ¡El canje!. ¿Algún día terminará, para bien o para mal? Me dicen que algunos diarios han transformado sus secciones económicas en virtuales boletines oficiales del Ministerio de Economía.

Deben comprenderse las dificultades financieras de algunas editoriales, también podemos ser un poco más naif y creerles cuando nos dicen –en privado- que le hacen un servicio al país levantando la imagen de Lavagna en oposición a la de Kirchner, para defender al racional del gabinete. Si el canje sale bien, dirán que publicaron sólo primicias. Si no sale tan bien, no importa. Todo se olvida.

En esto si voy a hacer inflexible: volví de vacaciones pero voy a seguir sin leer la cobertura que los diarios nacionales hacen del canje. Que nadie se ofenda. Simplemente, prefiero recibir las noticias desde afuera. Las que espero sean positivas. Y aclaro que soy de los que creen que la reestructuración todavía marcha bien y que, pese a las idas y vueltas, todavía puede resultar exitosa.

d. Por suerte tampoco leí las crónicas deportivas. Me dicen que los diarios dicen que Boca Juniors sigue buscando el enganche, que en cualquier momento Ernesto Farias, alias Tecla, firma para River (igual que cuando me fui) y que el nivel del torneo de verano es malo por la pretemporada que están haciendo los equipos.

Para el final, algo más de Cromañón . Chiaruttini me contó que la investigación judicial que lleva la juez Crotto no existe para los diarios. Me pregunto: ¿existirá en la realidad? ¿Se necesitan tantos días para ratificar los procesamientos de responsables y culpables?

-----------------

Copyright by Edición i, 2005.

Dejá tu comentario