Si usted no tiene éxito en la política, pruebe con el cine

A Adolfo Rodríguez Saá no le fue del todo bien en la política. El día que se convirtió en el presidente de la Argentina, en el medio de la crisis de diciembre del 2001, declaró la cesación de pagos de la deuda. Siete días después, fue obligado a renunciar. Lejos de frustrarse, se dedicó a descansar en playas paradisíacas y cuando regresó volcó su creatividad en un emprendimiento relacionado con el arte. San Luis se convirtió en una de las ciudades del mundo más baratas para filmar películas gracias a los préstamos que otorga el Gobierno local, los bajos costos y por supuesto, la devaluación. Pese a que algunos hospitales no están equipados y varias escuelas no tienen techo, Alberto y Adolfo levantaron en un abrir y cerrar de ojos "Saá – llywood".

Como Adolfo Rodríguez Saá no tuvo mucho éxito como político, se dedicó a las películas. A los 57 años, tras su rotundo fracaso como presidente, regresó a la pequeña provincia de San Luis, donde ha sido gobernador por 18 años. Con su hermano de 55 años, Alberto, el gobernador actual, convirtió a la provincia en una meca de realización de películas. Comenzando como algo casi ridículo, la experiencia ahora esta teniendo un resultado inesperado.

El "ministro de progreso" de San Luis creó un sector para financiamientos de películas con un presupuesto anual de $8.6 millones - casi lo que la provincia invierte en el sistema judicial. la experiencia de su hermano en el arte está demostrada en las pinturas de expresionismo abstracto de Alberto, las cuales estuvieron inspiradas en visiones de un planeta llamado Xilium.

Las primeras reseñas de los films realizado San Luis -o Saá -llywood- como presume llamarla él- eran tan brutales como los de la presidencia de Adolfo.

Clarín dijo del misterioso asesinato "Cruz de Sal" que los actores pelean una perdedora batalla con diálogos y situaciones imposibles. El diario sostiene sobre "El juego de Arcibel", es una sátira política "que
se convierte en una auto parodia mediocre y sin vida
". El sitio web,
cinenacional.com en su reseña sobre la película infantil "Micaela: un film
mágico" lo calificó como "lleno de obviedades, errores de continuidad y escenas patéticas".

Pero no hay críticas más duras que las de los ciudadanos que sienten que se están descuidando los servicios públicos y los inversionistas que tienen defaulteados sus propios bonos federales.

Ellos insisten en que el gobierno federal continúa abogando por pobreza, incluso denuncian que muchas de películas están siendo subvencionadas por los contribuyentes durante el gobierno de los Rodríguez Saá.

Los inversores tienen hasta este viernes para decidir si aceptan o rechazan la oferta de canje de duda.

"¿En que otro país los políticos pueden caminar tranquilos con deudas mientras despilfarran dinero en frívolas películas", dice Horacio Vázquez, tesorero de la Asociación de tenedores de bono argentinos, quien esta demandando al gobierno. "Argentina no ha aprendido ninguna lección de esta crisis".

Algunos economistas dicen que San Luis ilustra el problema que continúa amenazando la estabilidad de la Argentina: el control fiscal tenue del gobierno federal sobre las provincias, donde los políticos de poder, burlónamente conocidos como caudillos, teniendo lejos a veces fortunas pequeñas.

Ahora, parace que San Luis trae algo entre manos . "Mucama cama adentro", un drama sobre la relación entre una criada doméstica y su patrona, roles jugados por Norma Aleandro, una de las grandes actrices de la Argentina que este año ganó un premio del jurado especial en el festival de la película de Sundance.

Otra película de San Luis, contará la historia de un veterano de guerra de las islas Malvinas y su adaptación después de que el conflicto 1982. Ha ganado un premio de casi $200.000 en el festival internacional de cine de San Sebastián de España el pasado mes de septiembre.

Todos los que trabajamos en cine tenemos que sacarnos el sombrero cuando se habla de una provincia que rspeta nuestra cultura, sostiene Fernando Musa, un director argentino que hizo una comedia romántica con financiamiento de San Luis.

Desde 2002, San Luis ayudó a financiar cerca de 14 películas y aún quedan algunas más en el tintero. Decenas de guiones llegaron de México y España y están archivados en una oficina puntana. Lo que atrae tanto a los cineastas es que los costos de producción en San Luis son verdaderamente bajos y además saben que si su pieza es valiosa, conseguirán ayuda económica. A esto se le suma la variedad de paisajes con los que cuenta la provincia y la devaluación del peso, la topografía y los rincones que permiten que una película se pueda filmar por escaso dinero.

Alberto Rodríguez Saá dice al respecto: "Ni se imaginan quienes vienen a visitarme. La semana pasada vino Faye Dunaway buscando una oportunidad por estos pagos", agregó.

Ahora, la provincia está tratando de recuperar los préstamos que le otorgó al primer grupo de productores, sin embargo, no se espera que logre mucho ya que muchas de los films no fueron proyectados aún.

Según un locutor de radio de San Luis, "los más amigos o conocidos de la familia Saá le están sacando provecho a este emprendimiento" y sostuvo que esta actividad despierta muchas dudas a la población sobre todo cuando los hospitales no tienen materia y algunas escuelas no han tenido suficiente presupuesto para darles a los alumnos la copa de leche o para reparar los techos.

"Las películas crean mucho empleo" argumenta el gobernador de San Luis al tiempo que recuerda que la provincia tiene un superávit del que puede disponer y remarca que el índice de desempleo es de tan sólo el 3%.

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(*) Nota del Wall Street Journal que lleva la firma de Matt Moffett. Traducción, U24.

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