El extraño goce argentino por el nacionalismo inútil (Edición i)

Según la revista Edición i, en 1900, los argentinos tenían en promedio un ingreso que era el 67% de los estadounidenses. En 2001, había caído al 29%, y hoy es inferior a 20%, según según economistas de la Universidad de California, del Banco de Colombia y de la Reserva Federal de Minneapolis. El resto es la triste anécdota cotidiana que incluye cortinas de humo como las quejas del Presidente contra la empresa Shell que, en verdad, oculta el plan de expansión de Pdvsa en el país.

1. La anécdota es sencilla: el presidente Néstor Kirchner aún digería que le había enviado el Ministerio de Economía sobre progresión del incremento de los precios, cuando le anticiparon que la empresa Shell aumentaría sus tarifas de expendio de combustibles. Kirchner solicitó una postergación en la decisión de Shell, con quien mantenía el enojo de una negociación trunca que afectó la relación del Presidente con su par venezolano, Hugo Chávez Frías, pero la empresa respondió que era una decisión irrevocable. Kirchner se encontraba con algunos ‘dirigentes sociales’ del Gran Buenos Aires a quienes, furioso, les mencionó la necesidad de darle un escarmiento a Shell. Así comenzó el más reciente desaliento a los inversores extranjeros en la Argentina. Al Presidente le provocó varios beneficios inmediatos:

• ese nacionalismo inútil agrada a muchos argentinos, según lo demostraron las mediciones de opinión pública realizadas en horas siguientes;

• desde el incendio del local bailable República Cromañón, Kirchner lucía sin iniciativa política, y ahora la recuperó;

• la opinión pública o bien dejó de hablar de inflación –un problema sin solución para el Gobierno- o aceptó que la inflación ya tenía un culpable: Shell.

2. Pero el problema sigue siendo la inflación. El Ministerio de Economía conoce las motivaciones del crecimiento de precios. Más allá de algunas cuestiones estacionales, los empresarios y comerciantes se encuentran ajustando la mayor demanda de bienes y servicios por precios y no por cantidad. Según datos oficiales del INdEC, en el 2004 los salarios aumentaron un 9% y los precios un 6%. Esto implica que, en promedio, el salario real de los trabajadores ha aumentado un 3%. Sin embargo, no se ha producido una ampliación de la capacidad instalada equivalente, en parte porque no hay financiación bancaria (ya que los bancos no han logrado resolver los problemas derivados del ‘corralito’ y ‘corralón’, aún tienen patrimonio negativo), y también porque los residentes con dinero en el exterior apenas trajeron una porción de los intereses anuales que perciben, no el capital transferido hace tiempo. En definitiva ellos hacen lo mismo que la Provincia de Santa Cruz, con fuertes colocaciones en Suiza.

3. El proceso inflacionario –que se produce justo cuando, en abril, se cumplirán 20 años del inicio del Plan Austral- producirá una paradoja hacia fin de año, siempre que no se descontrole: la tasa de desempleo se ubicará en un dígito, pero se hundirán en la pobreza 1.200.000 argentinos que hoy todavía no son pobres. En verdad, según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino, si el salario real crece en 2005 al 3% anual como en 2004, los argentinos podrían recuperar en 7 años el nivel de salario real que tenían a finales de 1998. Es decir, en el año 2012. Los trabajadores registrados alcanzarían el nivel de 1998 dentro de 1 año, en 2006. Pero los trabajadores ‘en negro’ lo alcanzarían dentro de 15 años, en el 2020. Esta situación debería provocar repercusiones políticas importantes, si la oposición política estuviese capacitada para interpretar los fenómenos derivados del caos de enero de 2002. En este contexto, la cuestión Shell es una ‘cortina de humo’ de un Presidente que ya cuestionó a Repsol YPF a comienzos de su mandato y la empresa hasta sufrió un principio de incendio, pero su ‘riesgo argentino’ es elevado y debió llegar a un acuerdo con el presidente Kirchner, mientras definía un plan de desinversión en la Argentina a mediano y largo plazo. El caso de Shell o Esso es diferente: la Argentina es un negocio marginal que pueden pasar a pérdida sin sobresaltos mayores.

4. Sin embargo, Esso y Shell tienen ventajas para la Argentina porque son empresas que integran el ranking ‘Fortune 500’; resultan íconos del capitalismo global y una despedida amarga de la Argentina no es aconsejable cuando cualquiera sabe que su éxodo no impedirá la inflación. Debe recordarse que cuando Kirchner se enfrentó a Grupo Suez, durante su más reciente visita a Francia, tuvo más repercusión ese tema que el canje de deuda. Es verdad que Néstor Kirchner no mide costos y siempre aumenta la apuesta. Pero debería tener en cuenta, por ejemplo, que durante una reciente reunión en la Cámara Británico-Argentina de Comercio, en Londres, se habló más del escándalo de las valijas a Madrid vía Southern Winds que del canje que acababa de concluir exitosamente, según el Gobierno argentino. La condición de empresa anglo-holandesa de Shell hace previsible de qué hablarán en su próxima reunión los asociados a esa cámara gremial empresaria.

5. La principal accionista de Shell es la reina Beatriz de Holanda, madre del príncipe Guillermo Alejandro, esposo de la princesa Máxima, a quien Kirchner le había solicitado que visite la Argentina en forma oficial y no privada. Máxima rechazó el convite y los acontecimientos le han dado la razón. Shell opera en 119 países y tiene 119.000 empleados. La historia comenzó en 1833 cuando Marcus Samuel abrió una tienda de caracolas en Londres y prosperó. En una visita a la costa del Mar Caspio, el hijo de Marcus descubrió una oportunidad para exportar aceite para las lámparas y para cocinar al Lejano Oriente. Envió el primer tanque de combustible en 1892 y más tarde 4.000 toneladas de kerosene ruso a Singapur y Bangkok. En tanto, en Holanda había nacido la Royal Dutch Company para explorar campos de petróleo en Asia. Luego, los holandeses absorbieron las operaciones de los ingleses. A principios del siglo 20, el grupo se globalizó. El primer vuelo transatlántico, de Allock y Brown, en 1919, se hizo con combustible Shell.

A la Argentina la compañía llegó, en 1914, cuando atracó en el puerto el ‘San Melito’, el buque petrolero más grande del mundo con una carga de fuel-oil y asfalto mexicanos enviados por Royal Dutch Shell a su primer representante en el Río de la Plata, la Anglo Mexican Petroleum Products Co., con sede en Balcarce 278 de la Ciudad de Buenos Aires.

6. Esso es la otra empresa en retirada del mercado. Pertenece a Exxon Mobil Corporation e integró la célebre Standard Oil Trust, de John D. Rockefeller. Exxon y Mobil nacieron en USA con la demanda de kerosene, lubricantes y grasas. Rockefeller decidió adquirir varias empresas petroleras y las unificó como Standard Oil Trust, en 1882. Recién en 1991, la Corte Suprema estadounidense ordenó la disolución de la Standard Oil Trust, dividiéndola en 34 compañías que incluyó a Standard y Socony, luego Exxon Mobil Oil. La empresa explora petróleo y gas en 6 de los 7 continentes y es el tenedor de reservas probadas más grande del mundo.

7. Un informe elaborado por el consultor energético Daniel Gerold, publicado en el sitio eldial.com/, analizó hace meses el mercado de combustibles local: "(...) Paralelamente con esta caída de ventas que afectó a todas las refinadoras, se incorporó un nuevo actor de relevancia al mercado -Petrobras– a través de la adquisición de EG3 por un intercambio de activos con Repsol YPF, que ha inducido una mayor competencia entre los productores de productos derivados del petróleo, en especial de gas-oil para grandes consumidores, que se ha tornado un mercado altamente competitivo. Adicionalmente, el sector downstream sufre una aguda crisis financiera derivada de la devaluación del peso, que impacta de lleno en aquellos refinadores no integrados localmente como Shell, Esso y Petrolera del Cono Sur (Ancap)."

La uruguaya Ancap es la dueña de Sol Petróleo. La empresa dejó sin efecto el aumento en los combustibles (de entre un 2% y 4%), pero desea marcharse luego de perder el año pasado US$ 26 millones. Jorge Lepra, ministro uruguayo de Industria y Energía, dijo que los interesados en la red de Sol Petróleo serían Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la estatal argentina Enarsa y la brasileña Petrobrás.

Gerold anticipó que las empresas que han aumentado los precios han sido las más perjudicadas aunque Kirchner las presente como las "malas de la película", en un discurso populista que enamora a las masas e intenta poner a las empresas en el ojo de la tormenta, deslindando a los políticos de toda responsabilidad. Una historia archiconocida que en esta Argentina decadente no deja de repetirse.

8. El presidente Kirchner mantiene una peligrosa seducción permanente de los llamados ‘piqueteros’, organizaciones de trabajadores desempleados y carenciados en general. La utilización para provecho personal de estos sectores sociales marginados preocupa cada vez más a quienes no participan del Gobierno. A algunos de ellos les ha dado ocupación pública. Es el caso de Jorge Ceballos, de Patria Libre y coordinador nacional del Movimiento Barrios de Pie y director nacional de Acción Comunitaria del Ministerio de Desarrollo Social. Cada organización procura demostrarle a Kirchner su capacidad movilizadora porque obtendrá beneficios en subsidios y ayuda del Estado en función de esa fuerza. El siguiente fragmento de la crónica del acto "Junto a Kirchner por una Patria para Todos", el 12 de octubre de 2004 en el estadio Luna Park, es significativo; "(...) Los oradores centrales (ver síntesis de discursos) fueron hablando en el siguiente orden: Edgardo Depetris (Fte. Transversal Nac. Y Pop.), Emilio Pérsico (MTD Evita), Jorge ‘Huevo’ Ceballos (Barrios de Pie), Eduardo Luis Duhalde (Memoria y Movilización), Luis D´Elía (FTV) y cerró con las palabras finales Miguel Bonasso (PRD). Los aplausos y cantos de consignas no faltaron a la cita, siendo los más aplaudidos nuestro compañero "Huevo" Ceballos y D´Elía, quienes sin dudas aportaron la mayor cantidad de los presentes. De todos modos fue destacable la unidad entre el conjunto de las organizaciones presentes y el respeto por escuchar a todos y cada uno con su aporte (...)".

Ceballos colisionó con ex trabajadores de YPF, desempleados desde hace una década, precisamente porque estos se negaron a integrarse a sus fuerzas. Se trata de expulsados del amplio Yacimiento Norte, que abarcaba Tucumán, Salta, Catamarca, Jujuy, Santiago del Estero y Formosa, que sufrió fuertes racionalizaciones de personal. El problema nunca se resolvió porque no hubo reinserción laboral y social, y los cortes de ruta abundaron a medida que cobraban fuerza la actividad de la Corriente Clasista y Combativa y otras organizaciones de "luchadores sociales". Por ejemplo, Barrios de Pie, que accedió a la gigantesca caja asistencialista creada por el matrimonio Duhalde a través del Plan Jefes y Jefas de Hogar.

En tiempos de Néstor Kirchner esta tendencia se acentuó y surgió la distinción entre ‘piqueblandos’ y ‘piqueduros’, oficialistas y no-oficialistas. Del lado de Néstor Kirchner quedó Luis D´Elía, líder de la Central de Trabajadores Argentinos. El Movimiento Barrios de Pie nació como un desprendimiento de la CTA en diciembre de 2001, con el estallido que provocó la caída del gobierno de Fernando De la Rúa. El Movimiento era liderado por Jorge Ceballos, un cordobés de Villa María instalado en La Matanza a mediados de 1988. Ceballos consiguió robarle a D´Elía 10.000 militantes. Durante el inicio de la gestión de Kirchner fue no-oficialista. Pero moderó su discurso y en junio de 2004 se convirtió en el primer ‘piquefuncionario’.

9. Ceballos tuvo más poder para sumar fuerzas a su organización, a la vez que convirtió a Barrios de Pie en una fuerza de choque del gobierno. Prueba de ello fueron los incidentes ocurridos el 9 de julio de 2004 en Tucumán, cuando Barrios de Pie agredió a desocupados que marchaban repudiando la política económica de Kirchner, durante un acto por el Día de la Independencia.

Como director del Ministerio de Desarrollo Social, Ceballos exige alguna contraprestación cuando otorga beneficios. Él se ha jactado, afirman testigos, en el Hotel Bauen -hoy una ‘empresa tomada’ que da alojamiento a ‘luchadores sociales’ de todo el país que confluyen en la Ciudad de Buenos Aires para buscar subsidios-, que Barrios de Pie tiene una presencia sólida en el norte del país. Pero un grupo de ex empleados de YPF, de la localidad jujeña de San Pedro, aglutinados en la Cooperativa Petrolera Norte Grande Jujuy, se ha enfrentado a Ceballos, en escándalos que incluyeron escenas de codazos y riña callejera en presencia de la ministro Alicia Margarita Kirchner de Mercado. La cooperativa es liderada por Juan Carlos Ruiz y mantiene acuerdos con José Fernández, alias Pepino, de la Unión de Trabajadores Desocupados. San Pedro es una localidad de 44.000 habitantes, ubicada sobre la ruta 39, que hasta 1991 vivió y creció gracias a YPF.

Lo interesante es que la falta de respuestas, por el conflicto con Ceballos, ha logrado cierta efervescencia en el Norte, donde abundan los contactos con Evo Morales, el líder cocalero boliviano, y algunos proyectos de medida de fuerza que incluyen el cierra de la llave del gas en Campo Durán, Salta.

Éstas son las noticias que deberían preocupar hoy día al presidente Kirchner, pero se distrae con datos secundarios como el aumento del precio de las naftas de Shell y Esso.
Según datos del INdEC:

• En el año 2001, el salario mensual de un trabajador ‘en negro’ equivalía a 110 kilos de asado. En el peor momento de la crisis llegó a equivaler 60 kilos y con el reciente aumento de salarios apenas elevó las posibilidades de consumo a 68 kilos.

• Carne de menor calidad no mejora el poder adquisitivo. En el 2001, el salario del trabajador ‘en negro’ equivalía a 122 kilos de carne picada, en lo peor de la crisis llegó a equivaler 68 kilos y hoy equivale a 76 kilos.

• Con productos más económicos, los valores son distintos pero la tendencia es similar. En el año 2001, el salario del trabajador ‘en negro’ compraba 830 kilos de harina, hoy compra 497 kilos; compraba 480 litros de leche, hoy compra 330 litros; o bien, 350 kilos de arroz, hoy compra 186 kilos.

La recuperación del nivel de actividad económica es un hecho. La recomposición del tejido social es una tarea pendiente. En una economía que invierte poco, y ya agotó la capacidad instalada ociosa, hay riesgos de que rebrote una puja distributiva en la cual, nuevamente, los sectores peor posicionados para presionar serán los que sufrirán las peores consecuencias.

Que el Presidente no lo comprenda, es la peor noticia de todas.

10. Luego, Kirchner no puede desconocer que, más allá de los accionistas, la multinacional Shell tiene una historia importante en la Argentina: en 1937, cuando el presidente Agustín P. Justo inauguró el camino Rosario-Córdoba, la obra fue asfaltada con productos Shell. Un hito fue la exploración del Yacimiento Diadema, a 27 kilómetros de Comodoro Rivadavia, en Chubut; y otro su primera marca de nafta, ‘Energina’, vendida en carros tanque en 1922. En Mar del Plata inauguró los primeros surtidores ‘Little Junior’, que despachaban 3 litros por minuto. En todo el país se vendía a domicilio el kerosene ‘Aurora’. En 1946, Shell abrió su estación de abastecimiento en la terminal civil de Morón, el principal aeropuerto de Buenos Aires. E inauguró otra en Dársena F, adaptada para hidroaviones, que incorporó los lanchones cisterna ‘Aviashell’ 1 y 2. En 1947, Shell produjo el primer combustible especial para motores a turbina, y abasteció a la primera escuadrilla de la Fuerza Aérea Argentina, equipada con aviones Gloster Meteor británicos. También inició las ventas de gas licuado a Gas del Estado y trajo los buques-tanque ‘Cazador’, ‘Explorador’ y ‘Shellnave’.

Shell terminó su cuarta década en la Argentina con la agencia de lubricantes más austral del mundo, a 30 metros del canal de Beagle, en Ushuaia, Tierra del Fuego. En 1969 estrenó el primer minimercado en estaciones de servicio.

Entre 1975 y 1977, todas las bocas de expendio de combustible fueron nacionalizados y pasaron a depender de YPF. Shell se concentró en la refinación. La devolución de la comercialización de combustibles por 18 meses no incluyó los colores e isologos propios, y las estaciones de servicio usaron un surtidor blanco sobre fondo azul. En 1987 revolucionó el mercado de aceites, con el lanzamiento del lubricante Helix. Para fines de los ‘80, en la hiperinflación, Shell era la empresa privada con mayor volumen de ventas del país. Lo cierto es que hoy el boicot afecta más a los dueños de estaciones de servicio que a la empresa. Por ejemplo, en la ciudad de Santa Fé de la Veracruz, sólo dos estaciones de servicio marca Shell son de la empresa y 10 fueron alquiladas o compradas por operadores particulares. Cada una de ellas cuenta, en promedio, con unos 12 y 18 empleados.

Desde el 1º de enero del 2003 Chile comenzó a formar parte de la nueva estructura regional para América del Sur, América Central, México y el Caribe denominada SOPLA (Shell Oil Products LatinAmerica), abarcando 46 países con 500 millones de habitantes y el 7% de las reservas de petróleo del planeta. No sería de extrañar que una vez más los astutos chilenos saquen partido de la situación.

11. ¿Qué estructura de mercado energético desea Kirchner? ¿Desea regresar a antes de los ’90?

Al respecto, vale la pena recordar que en 1989, la capacidad de conversión del crudo la lideraba el Estado, a través de YPF, con el 60,9 % en sus refinerías de La Plata, Lujan del Cuyo, San Lorenzo, Campo Duran, Dock Sud y Plaza Huincul. El sector privado tenía cinco empresas: Esso con el 16,4 %, Shell el 18,2 %, Isaura, Sol y Dapsa con el 4,5 %.

En cuanto al ‘downstream’ estaba muy regulado. Las petroleras eran las únicas autorizadas a poseer bocas de expendio (estaciones de servicio). Los terceros no podían ser propietarios y no podía cambiarse libremente de proveedor. Se establecía hasta la distancia mínima que debía existir entre cada estación de servicio.

En 1989, las estaciones de servicio se encontraban concentradas en tres provincias: Buenos Aires, Santa Fé y Córdoba, con el 72 % del total, lo cual equivalía a 3.861 estaciones de servicio sobre un total de 5.358. YPF era propietaria del 54 %.

En el mercado de los productos derivados del petróleo existía un oligopolio de tres empresas: YPF, Shell y Esso. YPF poseía entre el 55 % y el 60 % de las ventas totales. La variación de la demanda se cubría con el aumento o la disminución de las ventas de YPF, ya que Esso y Shell vendían lo mismo cada año. En este periodo existió la ‘mesa del crudo’: reuniones trimestrales de las empresas propietarias de las refinerías con la Secretaria de Energía, en las que se determinaban las cuotas de crudo que cada empresa trabajaría según sus capacidades de refinación. El comercio exterior de los derivados no era relevante. Solo cumplía la función de acomodar stock ante las fluctuaciones del mercado interno. Un elemento fundamental en la regulación eran los precios. Se fijaba el precio del crudo que YPF pagaba a los contratistas, el precio del crudo al que YPF vendía a los refinadores privados, el valor de retención y el precio de venta de los subproductos.

En los ’90, desregular fue quitar normas que reducían la posibilidad de elección de los agentes económicos. La desregulación de la industria petrolera comenzó hacia fines de 1989, para retirar al Estado, crear un mercado competitivo en la producción del crudo, en la refinación y comercialización, abrir las transacciones al comercio internacional, y capturar socialmente la renta de hidrocarburos mediante cambios en la política tributaria (decretos 1.055/89, 1.212/89, 1.589/89, 2.778/90 y 2.408/91).

La sensación que tienen los agentes económicos es que en el Gobierno hay mucha confusión acerca del futuro. La gestión no acepta incertidumbre, pero no las dudas no serán despejadas por el grito y la efervescencia. Si el Presidente lo comprende, será una buena noticia para todos.

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