Carrió: "El conflicto con la Iglesia es producto de la interna del PJ"

Ni con Dios, ni con el diablo. La líder del ARI, Elisa Carrió, opinó sobre la pelea entre el Gobierno de Néstor Kirchner y la Iglesia, que se desató luego de las polémicas declaraciones del ministro de Salud a favor de la despenalización del aborto, que ocasionaron una fuerte respuesta por parte de religiosos. En este marco, Carrió, sin utilizar argumentos relacionados a la religión que profesa pese a ser una ferviente creyente, sostuvo que la verdadera razón del conflicto planteado entre el Gobierno y la Iglesia por la respuesta del obispo castrense, Antonio Baseotto, es otro ejemplo de la "interna" que existe en el PJ.

La líder del ARI, Elisa Carrió, sostuvo que la verdadera razón del conflicto planteado entre el Gobierno y la Iglesia por las declaraciones del obispo castrense, Antonio Baseotto, es otro ejemplo de la "interna" que existe en el PJ.

"La crisis con El Vaticano por el tema Baseotto tiene en realidad que ver con la pelea que existe en la interna del PJ que tiene a todos los argentinos atrapados", disparó Carrió.

Además, cuestionó la forma en que manejó el Gobierno nacional
la situación, al calificarla como una actitud "absolutamente
desmesurada".

"Todos saben quién es Baseotto y que representa a los sectores
más reaccionarios de la Iglesia. Al obispo quien lo recomendó e
hizo todas las gestiones ante El Vaticano fue (Eduardo) Duhalde a
través de (Esteban) Caselli, quien es amigo personal de Baseotto",

dijo Carrió en declaraciones radiales.

La ex diputada nacional se refirió a las gestriones realizadas por el entonces secretario de Culto, durante 2002 en el gobierno de Duhalde, y que concluyeron en la designación de Baseotto como
obispo castrense.

"En ese momento la designación de Baseotto fue resistida por
toda la Iglesia",
planteó Carrió, quien agregó que las gestiones
de Caselli en la Santa Sede fueron clave para su nombramiento.
Sin embargo, aceptó la defensa que el Espiscopado hizo de
Baseotto a raíz de la "desmesurada" reacción del Gobierno que
obligó a la entidad a defender a "alguien indefendible", según
dijo.

"Las relaciones internacionales no se manejan de esa manera",
criticó Carrió, y asoció esta idea a reacciones "incontralables" del presidente Néstor Kirchner.

En ese sentido, la ex legisladora señaló que Kirchner tiene, según afirmó, "actitudes impredecibles".

Si bien Carrió sostuvo que no le parece "bien" que "los obispos
cobren sueldo del Estado ni estén en instituciones públicas",
la ex diputada dijo que "hay un tratado que rige y dice que el
Gobierno argentino y la Santa Sede se ponen de acuerdo sobre
quienes designa, y después no lo pueden tocar
".

Para la líder del ARI, la crisis que se generó con El Vaticano a raíz de la quita del aval al obispo castrense era la oportunidad para renegociar con la Santa Sede, y decir "no tengamos más ese Tratado, porque no es bueno para una necesaria diferencia e independencia entre la Iglesia y el Estado".

Por su parte, el obispo de San Luis, monseñor Jorge Luis Lona, consideró que el presidente Néstor Kirchner, al suspender los acuerdos de Estado al vicario castrense Antonio Baseotto, "se transforma en una especie de dictador".

El prelado advirtió que la suspensión del salario de $5.000 y del rango de subsecretario de Estado de Baseotto que dispuso Kirchner "viola totalmente una ley de la Nación, que tiene una jerarquía especial porque es un tratado internacional hecho entre la Argentina y la Santa Sede, que es el Concordato del año 1957" aprobado por la dictadura de Juan Carlos Aramburu.

De esta forma, opinó, "Kirchner se transforma en una especie de dictador que hace lo que quiere independientemente de las leyes".

El purpurado señaló que Kirchner debió haber denunciado el concordato como paso previo a cuaulquier resolución sobre el tema.

"Es un pésimo precedente que cualquier país ignore sencillamente el concordato" consideró Lona.

Asimismo, Lona respaldó los dichos de Baseotto, quien consideró que el ministro de Salud Ginés González García debería ser arrojado al mar por considerar que debe legalizarse el aborto.

"Es una grave ofensa a la Iglesia, porque monseñor Baseotto en esa carta que le dirigió al ministro de Salud Pública le advertía algo que lo advierte Jesucristo, que es preferible la muerte terrenal a la muerte eterna, el pecado mortal. Ahí, evidentemente, se limitó a comentar el Evangelio y eso ha sido completamente deformado, porque el tema central de todo esto es la posibilidad de que en la Argentina se legalice, en una manera que lo difunda, el crimen del aborto", interpretó.

"Hace 25 años que el Papa Juan Pablo II ha planteado un debate sobre el aborto y ha optado por la vida" enfatizó Lona, quien añadió que "tenemos que elegir la defensa de la vida o plantear el asesinato de los niños inocentes".

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