El público ya no busca sexo en el cine (y tampoco encuentra)

El público contemporáneo ya no demuestra demasiado interés en ver en el cine temáticas que exploten las relaciones carnales, según se observa de las recaudaciones de taquilla. Lejos quedaron los años en que "Ultimo tango en París", de Bernardo Bertolucci, era un record de público y vendía US$36 millones sólo en USA. Hoy "The Dreamers" del mismo director apenas alcanza los US$2.5 millones. Al parecer los productores entendieron que a más sexo, más restricción de edad, lo que se traduce en menos público.

El público contemporáneo ya no tiene mucho interés de ver en el cine temas que exploten las relaciones carnales, según demuestran las ganancias en taquillas

Según se traduce de la observación de la preferencia del público, en estos tiempos el espectador busca diversión con el cine, y lejos quedaron las épocas en que el sexo era uno de los temas de mayor atracción.

Con sólo hacer un recorrido por las películas más calientes se observa que no tuvieron la repercusión que se esperaba. Esto sucedió con ambas versiones de "Lolita", "Striptease", "Showgirls", "Henry y June", "Crash", "The Brown Bunny", "La Gente vs. Larry Flynt", "Crímenes de Pasión", "Wonderland" y "Pecado Original", entre otras.

Vitalizado por críticas favorables, el filme de 1998 sobre el mundo del porno "Boogie Nights", recaudó US$26 millones.

Aun cuando Warner Bros. Pictures vendió "Eyes Wide Shut" (Ojos bien cerrados, de Slanley Kubrick) como un revolucionario evento sexual estelarizado por Tom Cruise y su entonces esposa Nicole Kidman, la reacción del público no fue la esperada.

"La gente se inquieta ante la sexualidad inequívoca", dice Michael Moses, ejecutivo de publicidad de Universal Pictures.

Sucede que el viejo adagio de que "el sexo vende" ya no es aplicable al cine, al menos esta considera el productor Tom Pollock quien asegura que "el sexo no venderá una película que no entretenga".

"Las películas funcionan porque te hacen reir, llorar o sentir miedo. La gente no va al cine a ver sexo", agrega.

Aun con el considerable impulso de una campaña publicitaria, el documental clasificado NC-17 (No apto para menores de 17 años) "Inside Deep Throat" (Adentro de Garganta Profunda), que relata de una manera entretenida la historia detrás del notorio filme porno de 1972, no pudo escapar del ghetto de los documentales.

Sus ingresos hasta ahora son de apenas US$500 mil.

Una razón de la falta de curiosidad de la gente por la famosa película es que el porno, blando o duro, está a fácil disposición en cualquier hogar, hotel o video club, sin contar la infinidad de sitios web que ofrecen pornografía gratis.

# Un tango exitoso con Brando

Si se compara la actuación de "El Ultimo Tango en París" de Bernardo Bertolucci, que vendió US$36 millones hace treinta años (sólo en Estados Unidos) con el reciente "The Dreamers" del mismo cineasta, el hecho vuelve a confirmarse.

Habiendo recibido críticas menos entusiastas que "Tango", la trama de "Dreamers" sobre un juvenil triángulo romántico en el París de los sesenta ostentaba la primera clasificación NC-17 en seis años y reunió apenas US$2.5 millones.

En el caso de Julia Roberts ni siquiera las buenas críticas y una vigorosa campaña por el Oscar ayudaron a "Closer: Llevados por el Deseo". Sin pena ni gloria pasó por la cartelera porteña este mediocre film.

Aún con figuras de renombre como el director Mike Nichols y la "mujer consentida de Hollywood", la película clasificada R ("mayores de 18 años") vendió sólo US$36 millones.

Como cualquier administrador de cines podrá atestiguar, al público del mundo actual, sobre todo en el continente americano le gusta las películas PG ("Parental Guidance", cualquier edad, pero sugiere orientación de los padres a hijos menores) y PG-13 ("Parental Guidance under 13), no las R, y ciertamente no las NC-17.

En la reciente convención de ShoWest, el presidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Cine, John Fithian, exhortó a Hollywood a producir más éxitos PG y menos fiascos R.

El año pasado, cinco de las 10 películas más taquilleras fueron PG. De las primeras 25, sólo cuatro estaban clasificadas R.

"Cada vez más, si una película está clasificada R", dice el productor John Goldwyn, "la gente no va a verla". Fuera del sofisticado medio artístico urbano, la mayoría de los cinéfilos simplemente no quiere ver mucho sexo en las películas.

"Si pones la palabra sexo en los materiales de comercialización, no se vende", dice el productor Peter Guber.

"Si pones diversión, se vende. El sexo en una comedia hace más llevadero el sexo y hace al público sentirse más a gusto. La risa cubre la inseguridad. El sexo vende, pero no el sexo serio. Las películas pueden ser sexy, pero no pueden representar la intimidad sexual que la mayoría de la gente anhela. En las películas tienes que tener sexo más aceptable para los jóvenes. Su representación tiene que ser violenta o divertida", asegura.

# Aquí si podemos hacerlo

Donde si funciona el sexo, del vulgar, del bobo, den adolescente, es en películas como "Locos por Mary", "American Pie, Mi Primera Vez".

"Cuando hay chicas jugueteando en un concurso de camiseta mojada en ‘Old School’, está bien", dice el jefe de comercialización de DreamWorks Terry Press, "porque no hay emoción".

El sexo también funciona bien en los "thrillers". Por la razón que sea, el director Adrian Lyne reiteradamente ha tenido buenos resultados en ese sentido con "Atracción Fatal", "9 1/2 Semanas", "Propuesta Indecente" e "Infidelidad".

Lo mismo Ellen Barkin y Al Pacino en "Sea of Love", Barkin y Dennis Quaid en "The Big Easy", Michael Douglas y Sharon Stone en "Bajos Instintos", Russell Crowe y Kim Basinger en "Angeles al Desnudo", y William Hurt y Kathleen Turner en "Body Heat". Pero ya no hacen películas como éstas. ¿Por qué? En estos tiempos el sexo está en casa. En la privacidad de nuestra propia habitación, uno puede ver todo el material picante que quiera en "Sex and the City", "Queer as Folk" y "Desperate Housewives".

"El público de hoy no se siente cómodo siendo visto en un lugar público, como un cine, viendo algo inevitablemente tan notorio como el sexo", dice el productor Bill Horberg. "Si uno va al cine puede toparse con sus hijos, con sus vecinos o compañeros de trabajo". Además, los estudios ya no están en el negocio de hacer películas para adultos. Es más fácil vender películas para el segmento demográfico de 13 a 28 años que va al cine los fines de semana.

Hacer una película clasificada R significa que los chicos menores de 17 no podrán entrar solos, lo que se traduce en un menor público posible.

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