LA CRISIS A HORAS DE LA REUNIÓN EN EL PARLAMENTO

Conmueve a Inglaterra la crisis policial por el Murdochgate

Rupert Murdoch irá al Parlamento británico para responder por los pinchazos telefónicos ilegales. Pero a Scotland Yard todo el escándalo le está costando muchísimo.

LONDRES (Reuters) - El principal responsable británico de la lucha anti terrorista dimitió el lunes debido a su papel en el escándalo de escuchas telefónicas que rodea al grupo News Corp de Rupert Murdoch, sumiendo a la policía de Londres en el caos un año antes de que la ciudad acoja los Juegos Olímpicos.
 
El subcomisario de Londres, John Yates, dijo que no podía permanecer en el cargo entre "insinuaciones y especulaciones" sobre su conducta.
 
Su decisión se produjo un día después de que el comisario Paul Stephenson renunciara al cargo al mando de la fuerza policial más grande y antigua de Reino Unido, de unos 32.000 agentes, antes de los Juegos Olímpicos de Londres, la mayor operación de seguridad en la historia del cuerpo.
 
"Las amenazas a las que nos enfrentamos en el mundo moderno son tales que nunca me perdonaría si no pudiera dar total compromiso a la tarea de proteger Londres y al país en este momento", dijo Yates en una declaración emitida por televisión.
 
"Simplemente no puedo dejar que esta situación continúe. He actuado con completa integridad y mi conciencia está limpia", añadió.
 
Yates decidió en 2009 no reabrir las investigaciones sobre los presuntos pinchazos telefónicos de periodistas que trabajaban en el periódico News of the World, que en 2007 llevaron a la cárcel al periodista encargado de la familia real en el periódico y a un investigador privado.
 
Después, el subcomisario rechazó las peticiones de reabrir el caso en 2009 tras considerarlo durante apenas ocho horas. Cuando un comité parlamentario le preguntó la semana pasada si había hecho lo mínimo necesario, él dijo "Probablemente hubo una parte de eso".
 
"Mala" decisión
 
Una nueva investigación iniciada en enero de este año descubrió que la policía tenía 11.000 páginas de evidencias que no habían sido totalmente examinadas por los detectives, y Yates se mostró de acuerdo en que su decisión había sido "mala".
 
La Autoridad de la Policía Metropolitana dijo haber suspendido a Yates ante las acusaciones realizadas en su contra, pero que el oficial decidió marcharse antes de que le señalaran la salida.
 
"Este hombre (Yates) está en el centro de todos los problemas con esto", dijo a la BBC el ex vice primer ministro John Prescott, que dice haber sido víctima de pinchazos telefónicos. "Debería haberse ido antes".
 
Se cree que los agentes de a pie, que ya estaban descontentos con los planes del Gobierno de reformar sus condiciones y su sueldo, están muy preocupados por los ataques contra la policía de los medios y los políticos.
 
"Conozco a John Yates, he trabajado con él, le conozco personalmente. Si se va creo que será una tragedia absoluta", dijo Peter Smyth, presidente de la Federación de la Policía Metropolitana, que representa a los agentes rasos y de baja graduación en Londres.
 
Smyth afirmó que la situación se está convirtiendo en una "caza de brujas".
 
Los detectives investigan no sólo las denuncias de pinchazos telefónicos, sino también las acusaciones de que unos pocos agentes recibían dinero de periodistas a cambio de información.
 
Rebekah Brooks, la ex directora del News of the World y que hasta su dimisión la semana pasada dirigía News International, la división de periódicos británicos de Murdoch, fue detenida el domingo por los agentes que investigan las acusaciones de escuchas y sobornos.
 
En 2003, Brooks dijo a un comité parlamentario que los periodistas habían "pagado a policías por información en el pasado".
 
En el centro del escándalo que afecta a la policía está la posibilidad de que sus altos cargos fueran demasiado cercanos a directivos de News International.
 
Stephenson dejó el domingo su cargo al frente de la Policía debido a su decisión de contratar a Neil Wallis, un ex subdirector del periódico en el momento de las supuestas escuchas, como asesor de relaciones públicas. Wallis fue uno de los detenidos por el nuevo equipo de investigación.
 
Stephenson ha admitido haber aceptado un tratamiento gratis en un lujoso balneario donde también trabajaba Wallis, aunque ha negado cualquier irregularidad.
 
Andey Hayman, el oficial que dirigió las pesquisas sobre los atentados de Londres en 2005 y supervisó la investigación original por escuchas, admitió haber cenad con directivos de News International mientras se realizaba la investigación original de la policía en 2006.
 
Después de dejar la policía, pasó a trabajar por el diario The Times, que forma parte del grupo News International. Aunque admiten que se cometieron errores, los oficiales de la policía han negado todas las acusaciones de malas prácticas.
 
Los cargos policiales señalan que se enfrentaban a unas 70 investigaciones de terrorismo en marcha, incluyendo una trama para volar en el aire aviones dirigidos a EEUU, y que por eso se limitó tanto la primera investigación.
 
Yates, que la semana pasada negó las insinuaciones de los parlamentarios sobre que News International le presionara con asuntos sobre su vida privada, dijo haber soportado una enorme cantidad de "cotilleos inexactos, desinformados y en ocasión directamente maliciosos".
 
Además, Stephenson, al anunciar su dimisión, dirigió críticas al primer ministro, David Cameron, por su decisión de contratar el ex director del News of the World y antiguo jefe de Wallis, Andy Coulson, como jefe de prensa.
 
Sin embargo, la Comisión Independiende de Quejas Policiales, el organismo que supervisa a la policía, indicó que consideraría una investigación formal sobre las acciones de Stephenson, Yates, Hayman y el oficial que dirigió la primera pesquisa.

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