México lanza una campaña contra la homofobia en siete ciudades

El gobierno mexicano, organismos de la ONU, la OMS, y organizaciones civiles lanzaron en México la Campaña contra la Discriminación y la Homofobia y de prevención del SIDA, la cual recibió el rotundo rechazo de la Iglesia católica mexicana y la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF). Con el lema "la homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia sí" comienza la campaña que comprende en una primera fase la transmisión por radio de dos spots en siete estados del país.

POR CAROLINA GOMEZ MENA (*)
Con el lema La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia sí, y con mes y medio de retraso dio comienzo la campaña contra la homofobia en siete ciudades, entre las cuales, en esta primera etapa, no está incluido el Distrito Federal. Esta estrategia radiofónica no sólo cuenta con el respaldo del Consejo Nacional para la Prevención y Control del VIH-sida (Conasida) y del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), sino también de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Onusida.

En conferencia de prensa realizada en la representación de la ONU en México, Jorge Saavedra, secretario técnico del Conasida, remarcó que la campaña se apoya en la "evidencia científica", responde y se "fundamenta en las leyes nacionales y es congruente con las recomendaciones internacionales en materia de combate al estigma y discriminación asociadas al VIH-sida", y agregó que en el país poco más de "50 por ciento" de las infecciones de VIH que ocurren por vía sexual corresponden a hombres que tienen una preferencia sexual diferente a la heterosexual, por lo cual no se puede "cerrar los ojos a esta realidad o hacernos de la vista gorda".

# Ni enfermedad ni desviación

Tras dejar en claro que "no existe alguna evidencia científica de que la homosexualidad sea una enfermedad o una desviación que se pueda prevenir o curar", el funcionario hizo hincapié en que tampoco se cuenta con pruebas serias que hayan demostrado que la homosexualidad "se defina o se elija por motivos de inmadurez en las etapas de la infancia y la adolescencia ni que se contagie", como han argumentado agrupaciones conservadoras.

A ellas y a los "grupos religiosos que han establecido una contracampaña", Gilberto Rincón Gallardo, presidente del Conapred, los exhortó, "con el más sincero respeto a sus creencias, a que en esta cuestión respeten también la Constitución y las leyes que nos obligan a todos sin excepción", y acotó que el temor que estas organizaciones tienen respecto a que instituciones públicas estén "promoviendo conductas sexuales específicas que les son incómodas, molestas e incluso pecaminosas no tiene sustento".

Sostuvo que en "un Estado democrático lo que debe protegerse es el derecho de las personas a conducirse de manera autónoma, sin presiones y sin riesgo de violencia, en los terrenos de las creencias y la sexualidad que sólo a ellas atañen. No es posible hacer suya una particular concepción sexual, moral o religiosa". Subrayó que la discriminación por preferencia sexual "viola los derechos y libertades fundamentales de alguien o limita sus oportunidades legítimas, sólo por vivir de acuerdo con una moral sexual que no es la mayoritaria".

José Rodríguez Torres, representante de la OPS-OMS en el país, sostuvo que el "meollo del estigma es el miedo de que los estigmatizados amenacen a la sociedad y que la base de ese miedo suele ser la ignorancia". Además consideró que el estigma en el caso del VIH no sólo afecta a la persona, sino también a la "salud pública", porque la discriminación "desalienta a las personas a someterse a las pruebas de detección, reduce las opciones para la atención y limita los programas de prevención".

Coincidió Javier Domínguez, secretario técnico de Onusida México, quien aseveró que el estigma y la discriminación asociados al VIH son "los mayores obstáculos para la prevención de nuevas infecciones, el suministro de asistencia, el tratamiento adecuado y la mitigación del impacto de la epidemia".

El escritor Carlos Monsiváis consideró que es una "demencia asociar esta campaña con la promoción de una orientación sexual" y precisó que la homofobia "se produce no porque (los homosexuales) no paguen sus impuestos, sino porque su diferencia se califica como abominable". En tanto que la actriz Diana Bracho consideró a la intolerancia el "virus más temible" y advirtió que son los "regímenes totalitarios los que ven en la diferencias una amenaza".

La campaña (que costó 5 millones de pesos) se transmitirá en un total de 19 ciudades hasta por dos meses y en la primera etapa será en Acapulco, Morelia, Mérida, Puerto Vallarta, Veracruz y San Luis Potosí. En la tercera etapa se incluirá el Distrito Federal; esto será a finales de mayo y se prevé establecer estrategias permanentes en el tema, así como la realización de un spot de televisión.
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