Denuncian que K quiere apoderarse de Sol Petróleo sin pagar

Abner Doon, de ElPlata.info/ ha devenido en el terror de la izquierda uruguaya agrupado en torno a La República y otras publicaciones. Esta semana ha denunciado que (ahora se entiende mejor el caso Loma Negra), el Gobierno argentino quiere quedarse con Sol Petróleo (del Estado uruguayo) sin pagar un peso.

POR ABNER DOON

Cuando en un descanso de las duras negociaciones con el gobierno Argentino el ministro Lepra, almorzaba en el restaurante "El Querandí" de Moreno y Bolívar en Buenos Aires a mediados de marzo, debe haber encontrado la verdadera explicación de por qué él, de conocida simpatía por la Unión Colorada y Batllista y de notoria militancia en el gremialismo empresario era designado al frente de una de las carteras más importantes del gobierno de Vázquez.

A juzgar por su expresión debió sentirse entonces en el candidato a "chivo expiatorio" si finalmente la operación de cesión de las estaciones de SOL PETROLEO al consorcio conformado por las petroleras estatales de Argentina ENARSA y de Venezuela PDVSA estallaba en la opinión pública como uno de los más increíbles negociados de la historia del país.

Las autoridades fiscales argentinas se habían mostrado inflexibles aquella mañana en el reclamo de deudas impositivas por 40 millones de dólares y poco les importaba que pocos meses antes se hubieran comprometido con el gobierno de Jorge Batlle a dar por terminado el asunto cuando éste demostró que tal reclamo era falso.

Detrás de aquella deuda, a todas luces inventada, se agazapa la intención de Néstor Kirchner y Hugo Chávez de quedarse con las estaciones de servicio de Sol Petróleo. Para el gobierno argentino es tema prioritario montar una red de estaciones de servicio que justifique la existencia de ENARSA, una compañía petrolera que no tiene ni pozos de petróleo ni destilerías ni nada más que un directorio y unos cuantos funcionarios –eso sí- muy bien pagos.

Para colmo de males, Kirchner es un aliado de Vázquez. El presidente uruguayo sabe que le debe haber sido electo en primera vuelta a los votos de los uruguayos residentes en la Argentina. El impulso que se le dio desde la Rosada a la candidatura del candidato progresista se manifestó en innumerables gestos, aportes financieros y de estructura de campaña. Los "transversales" lo saben y a la hora de pasar facturas son implacables.

Si por cumplir con los deseos de Kirchner y por pagar las deudas de Vázquez, la cesión de las 170 estaciones de servicio de Sol Petróleo termina convirtiéndose en un escándalo, ¿quién pagará los platos rotos? debió preguntarse aquél mediodía Jorge Lepra.

Saliendo de allí "sin deudas"
El pasado 6 de abril, el ministro Lepra y los presidentes de ANCAP, Daniel Martínez y de la UTE, Beno Ruchansky volvieron a cruzar el charco para escuchar las propuestas de compra de ENARSA y PDVSA. Aunque no trascendieron los términos de la oferta, el auténtico carácter de la misma quedó revelado con las declaraciones de Raúl Sendic (h) quien aseguró que el objetivo de la transacción era "salir de allí sin deudas". En concreto, ceder las estaciones a cambio de sacarse de encima los pasivos fiscales y la deuda acumulada en los bancos.

Tiene razón Sendic cuando afirma que para ANCAP es "un mal negocio" pero que en manos de una compañía integrada puede ser bueno. Pero, ¿Es lógico el planteo de desprenderse de las estaciones cediéndolas a cambio de la cancelación de una deuda que Uruguay había desconocido, peleado y conseguido que la AFIP argentina admitiera como inexistente?

Para complicar más el panorama, la "oferta" de ENARSA no es la única.

Según el sitio de la prestigiosa revista de negocios América Economía Petrobrás en solitario y a través de su vinculada Petroquímica Cuyo y el banco de inversión norteamericano JP Morgan (actuando para un cliente cuyo nombre no es público) también presentaron ofertas cuyo cariz no fue revelado por el gobierno.

Trascendió que todos los oferentes requieren, o bien que la AFIP desestime su reclamo, o bien que el Estado Uruguayo se haga cargo de la deuda impositiva de la compañía. Todos los callejones conducen, entonces, a que sea ENARSA quien se quede con SOL PETROLEO.

La excusa de la exploración marítima
En los 80 y 90 la Argentina dio en concesión la practica totalidad de las áreas de explotación petrolera. Esta estrategia, sumada a la privatización de YPF sirvió para que el país pasara en pocos años del déficit crónico al autoabastecimiento y la exportación de petróleo y sus derivados.

Aquella política es hoy un escollo para el presidente Kirchner quien sueña con una empresa petrolera que pueda actuar como "empresa testigo". El santacruceño, que amasó su fortuna personal haciendo negocios inmobiliarios con la estatal YPF, sabe bien que con las empresas públicas se pueden hacer pingues negocios.

Desde el gobierno se acaricia la idea de que en la plataforma marítima argentina haya petróleo y que con él ENARSA tenga algún peso en el mercado argentino. La exploración y explotación marítima es el más riesgoso de los negocios petroleros. Son muchos los riesgos y pocas las posibilidades. Por caso, la brasileña PETROBRAS, acostumbrada al negocio fue duramente golpeada hace algunos años cuando una plataforma se hundió en lo que fue el peor desastre de la industria de aquel país.

Hace pocos días el presidente de ENARSA –Exequiel Espinosa- aseguró en Santa Cruz que un consorcio que integrará ANCAP (publicado en el sitio de EL OBSERVADOR según cable del AFP el 26/4/05 a las 19:34) iniciará tareas de búsqueda de petróleo en la plataforma continental.

Resulta cuanto menos curioso que nuestra petrolera estatal se involucre en negocios de altísimo riesgo, apoyados por capitales que Espinosa no definió, cuando aún no hemos salido de la experiencia traumática de SOL PETROLEO, donde perdemos 1.7 millones de dólares al mes.

ANCAP, por su parte, no ha revelado tampoco los términos del acuerdo con el que se integró al consorcio que –siempre según Espinosa- estaría conformado por PDVSA, PETROBRAS, la chilena ENAP y PETROPAR del Paraguay.

La pregunta del millón, y la que puede hacer rodar varias cabezas del elenco gubernamental de la izquierda es si el aporte que ANCAP integre al consorcio de prospección marítima será el equivalente a lo que SOL PETROLEO le debe a las entidades financieras de la Argentina, lo que equivaldría a decir que no solo regalamos las estaciones a cambio de cancelar un pasivo fiscal inexistente sino que además pagaremos para que ENARSA se quede con las benditas 170 estaciones de servicio.

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