Chile: OEA y candidatas

POR EDGAR C. OTÁLVORA (*)

El gobierno chileno se anotó un sonoro éxito político al llevar a su candidato a la Secretaría General de la OEA.

Chile, que se convirtió en referencia mundial por su transición pacífica tras la dictadura de Pinochet, es ahora un activo actor internacional.

Su creciente economía basada en una agresiva estrategia de comercio exterior y, lubricada con altos precios del cobre, le ha dado elementos para aspirar a niveles de figuración política internacional. De allí, por ejemplo, que Chile sea parte directiva de las fuerzas de las Naciones Unidas en Haiti.

Pero la candidatura de José Miguel Insulza a la Secretaria de la OEA estuvo cerca del naufragio, al caer inicialmente en el juego de la polarización política que la diplomacia cubano-venezolana, con no poca ayuda de la Casa Blanca, le impuso al proceso. Finalmente los chilenos devolvieron a su candidato a la OEA, el perfil que caracteriza a la coalición que gobierna a Chile ya por casi veinte años.

Esos hechos hacen que la mirada deba fijarse en el actual clima electoral chileno. La Concertación en el gobierno, tiene altas posibilidades de obtener un nuevo triunfo en las elecciones de diciembre. Las encuestas desde un año atrás muestran al candidato de la oposición, el derechista Joaquín Lavín, con bajas posibilidades de ganar en este su tercer intento. Una encuesta reciente de Time Research señala un nivel de total rechazo de 40% contra Lavín.

La nominación presidencial de la Concertación se está resolviendo con una intensa campaña nacional, en la cual dos mujeres se disputan el favoritismo.

Ambas tienen tras de si un historial de participación en los más altos niveles ejecutivos en los últimos gobiernos. La socialcristiana Soledad Alvear y la socialista Michelle Bachelet, al momento de salir ! del gobi erno para competir por la nominación, ocupaban las carteras de Relaciones Exteriores y Defensa respectivamente.

Alvear guió las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con EEUU. A Bachelet correspondió gerenciar el actual proceso de modernización de las fuerzas militares chilenas.

El pasado 27 de abril se televisó el primer debate entre las dos candidatas. Tuvieron la oportunidad de mostrarse plenamente. Quedaron en evidencia las diferencias de estilo, de habilidad ante las cámaras, de enfoque sobre los temas. También quedó palpable la segura continuidad del actual proyecto democrático chileno.

El moderador del debate resaltó semejanzas entre ambas: edades parecidas, provienen de familias de clase media, estudiaron en el mismo Liceo y en la misma Universidad; Alvear rechaza la eutanasia; Bachelet es contraria al matrimonio homosexual; Bachelet apoya sancionar a los países que violen los derechos humanos "desde Mónaco hasta Estados Unidos"; Alvear prevé un crecimiento sostenido del PIB de 7% en los próximos años.

Habrá que esperar al próximo 31 de julio para conocer los resultados de las primarias de la Concertación. Es muy probable que ese día se conozca el nombre de la primera mujer que ejercerá la Presidencia chilena.

La nominación presidencial de la Concertación se está resolviendo con una intensa campaña nacional, en la cual dos mujeres se disputan el favoritismo

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(*) Periodista del diario El Mundo de Caracas.

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