Desde Europa: El Mercosur es una máquina rota que le sirve de trampolín a Brasil

El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, aseguró hoy que tanto Brasil como la Argentina "no tienen apuro en seguir adelante" con las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur, interrumpidas desde el pasado mes de octubre. Además, subrayó que Brasil prefiere no llegar a ningún acuerdo "mediocre" con Europa porque tiene "ambiciones mundiales" en la OMC. Por otro lado, según un cable de AFP, expertos coincidieron en París que el Mercosur es "una máquina averiada" desde finales de los ´90 y sólo sirve a Brasil como instrumento para ganar peso en la esfera internacional, donde el gigante sudamericano prefiere unirse realmente a potencias como India o Sudáfrica.

"Estas negociaciones son complicadas y hay diferencias entre las expectativas de ambas partes y lo que en realidad pueden ofrecer a la otra parte y a sus ciudadanos", dijo el comisario en el Parlamento Europeo en referencia a la relación comercial de Europa con el Mercosur.

Mandelson consideró, no obstante, que las negociaciones "no son insuperables", aunque resulta "complicado" reiniciarlas.

Las negociaciones entre los 25 países de la Unión Europea y los cuatro del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) pasan por un momento delicado después de que fracasaran el pasado mes de octubre y tampoco se llegara a un acuerdo en marzo en la reunión técnica que pretendía fijar un calendario para el reinicio de las conversaciones.

Los obstáculos más importantes que persisten son la importación en la UE de productos agrícolas (especialmente de carne de vacuno), y la apertura de los mercados de servicios de los cuatro países de Mercosur a las empresas europeas.

En opinión del comisario europeo "hace falta un mayor empeño de todos" para salir de esta parálisis, por lo que deseó que se produzcan "contactos políticos cuanto antes".

Peter Mandelson dijo que las negociaciones UE-Mercosur, para propiciar una zona de libre comercio, "son difíciles" de afrontar a nivel bilateral, cuando está previsto celebrar en diciembre la próxima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para propiciar una mayor liberalización del comercio mundial.

Por otro lado, según un cable de AFP, expertos coincidieron en París que el Mercosur es "una máquina averiada" desde finales de los ´90 y sólo sirve a Brasil como instrumento para ganar peso en la esfera internacional, donde el gigante sudamericano prefiere unirse realmente a potencias como India o Sudáfrica.

"El Mercosur resulta poco interesante para Brasil, que se plantea la unión con fuerzas más poderosas debido en parte a su interés de reformar la ONU y obtener una plaza permanente en el Consejo de Seguridad", afirmó Stephane Monclaire, de la Universidad parisina de la Sorbona, en un coloquio consagrado al bloque sudamericano.

Para los expertos europeos, el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) está atascado desde 1999, cuando el real brasileño se devaluó y las relaciones entre sus miembros entraron en crisis.

Desde entonces, Brasil se ha esforzado en reafirmar su presencia internacional, fundamentalmente a partir de la llegada de Luiz Inacio Lula da Silva al poder en 2002.

"Lula se ha convertido en un embajador comercial de su país en todo el mundo. Actualmente, Brasil usa el Mercosur para ganar nuevas partes del mercado mientras se pregunta: ¿Qué es Argentina comparado a India o Sudáfrica? Nada", añadió Monclaire.

Según Patrice Paoli, del ministerio francés de Relaciones Exteriores, la "integración regional es para Brasil sólo un medio de afirmarse en el panorama internacional".

"Las ambiciones de Brasil son mundiales: en la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de Cancún (México) en 2003, Brasil se transformó en líder de los países emergentes e inspiró el G-20. En la negociación comercial con Europa, bloquea cualquier acuerdo porque sus intereses mayores no se ven satisfechos", recordó.

El experto subrayó que el país sudamericano prefiere no llegar a ningún acuerdo "mediocre" con Europa y esperar a los resultados de la ronda de Doha de la OMC.

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