Cristina 2005: La deuda de la coparticipación bonaerense

En su campaña de 2003, Néstor Kirchner prometió devolverle a la Provincia de Buenos Aires su nivel histórico de coparticipación federal. Hasta la fecha, incumplió esa promesa y Cristina de Kirchner deberá enfrentar el tema si comienza a involucrarse en las cuestiones bonaerenses. Debe recordarse que en junio de 2004, de regreso de Canadá, Eduado Duhalde debió intervenir personalmente entre Felipe Solá y Néstor Kirchner, quienes se encontraban distanciados precisamente por la coparticipación federal de impuestos.

En la página web de Néstor Kirchner para los comicios de 2003 puede leerse un apartado titulado 'Reformulación de la coparticipación', donde se afirma: "(...) La coparticipación provincial tiene que ser automática. Los intendentes tienen que recaudar íntegramente los impuestos automotor e inmobiliario, como sucede en Santa Cruz, para convertirse en administradores de Estado chico que tenga capacidad para resolver las cuestiones cotidianas y que no tenga que ser un mero delegado que tenga que ir todos los días a la capital provincial o nacional. A Buenos Aires deben restituirle los 8 puntos de coparticipación federal que se le quitaron durante el gobierno de Alejandro Armendáriz y la devolución para Buenos Aires no tiene que salir de los ingresos de las otras provincias sino de la Nación".

Semejante afirmación, incumplida, es un tema delicado que deberá afrontar Cristina Fernández de Kirchner, en caso de ser candidata a senadora nacional en la Provincia de Buenos Aires.

Horas antes de los comicios para gobernador bonaerense, también en 2003, Felipe Solá dijo: "Para la Provincia de Buenos Aires es terriblemente injusta. Tenemos el 37% de la población, el 41% de la desocupación y de la pobreza, más del 40% de los Planes Jefes y Jefas de Hogar (de desocupados), y sin embargo cobramos de todos los impuestos que aportamos a la bolsa nacional el 23%, y de todo lo que la Nación le cobra a los argentinos, cobramos el 7,3%. Y con esas cifras tenemos que atender la justicia, la seguridad, la acción social, la salud, la educación, las cárceles, etc., de una provincia que es casi el 40% del país".

Solá no será candidato en 2005 y ha recibido múltiples compensaciones financieras de la Nación, pero el tema de la coparticipación resultó muy delicado en su propia relación con los Kirchner. El 9 de junio de 2004, la agencia estatal Télam difundió un significativo despacho: "El ex presidente Eduardo Duhalde gestionará a su regreso de Canadá, este domingo, un encuentro entre el presidente Néstor Kirchner y el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, para solucionar el diferendo surgido en torno a la coparticipación. Colaboradores del ex presidente confiaron a Télam que Duhalde "trabajará aunque evitando las apariciones públicas" para que Kirchner y Solá se reúnan y lleguen a un acuerdo, e inclusive traerá una propuesta alternativa. (...) "Duhalde no puede aparecer en el medio de todo cada vez que hay un problema. (...)". Duhalde, que regresara el domingo desde Canadá, le propondría a Kirchner y a Solá "congelar la discusión por la coparticipación y proponer la firma de la ley de responsabilidad fiscal, que le permita a la Nación mantener un esquema beneficioso y a la provincia ganar algunos puntos de coparticipación".

Luego Solá se peleó con Duhalde, y modificó su agenda de diálogo con Kirchner.

De todos modos, el titular de la Ucedé bonaerense, Hugo Bontempo, –integrante del frente de Ricardo López Murphy y Mauricio Macri– ya apuntó este eje de campaña al criticar a Cristina Fernández de Kirchner porque ella "tendrá que esforzarse mucho para explicar cómo boicoteó durante estos últimos años la coparticipación impositiva de la provincia de Buenos Aires, restándole fondos más que necesarios para seguridad, educación y salud".

"La Senadora tampoco explicó, por ejemplo, cómo es que quienes habitamos la provincia de Buenos Aires, al pagar las cuentas de electricidad, estamos aportando para fondos de obras e infraestructura de Santa Cruz, algo totalmente injusto que debemos soportar desde hace años", afirmó el diputado nacional PJ-Buenos Aires, Daniel Basile.

Cristina Fernández de Kirchner llegó al Senado justo con la figura del 3er. senador, tras la reforma constitucional de 1994. La Legislatura de su provincia la había elegido para reemplazar a Pedro Molina. Junto a ella, que fue votada por 19 de los 22 legisladores presentes, llegó el radical Juan Ignacio Melgarejo, nominado por la minoría con 5 votos.

La revista El Parlamentario recordó lo siguiente: "(...) El enfrentamiento con Menem no fue de entrada una guerra declarada. Cristina respetaba por entonces la investidura del riojano más famoso, limitándose a plantear sus diferencias en temas puntuales como por ejemplo el indulto de los carapintadas y los miembros del MTP con el que se especulaba a fines del '95. 'Le pediría al Presidente que si tiene in mente esta decisión, por favor recapacite y no la tome, porque creo que no se puede dar mensajes y señales tan confusas al conjunto de la sociedad -diría entonces-. No puede ser que un ciudadano común, cuando infringe la ley, sea castigado con toda dureza, y quienes han hecho de esto prácticamente un deporte, caminen por las calles sin problemas. (...)".

Debe recordarse que el indulto a los militantes del MTP que intentaron copar el Regimiento de Infantería Mecanizada en La Tablada, en enero de 1989, era un reclamo de gran parte de los 'transversales' hoy simpatizantes de Kirchner.

La revista también recuerda: "(...) No llevaba cinco meses en el cargo cuando Cristina se convirtió en la excepción de su bloque al votar en contra del proyecto de prórroga del Pacto Fiscal II, que extendía su vigencia hasta fines de 1996. La prórroga del Pacto le permitía a Economía disponer de un piso de coparticipación de $ 740 millones mensuales a distribuir entre las provincias, las cuales no recibían fondos desde hacía cinco meses. Un retraso que incidió directamente en la decisión de varios senadores radicales que terminaron sumándose insólitamente al oficialismo para lograr que se aprobara la norma. (...) Con la intención de que ella misma se apartara de la bancada, según confiaron fuentes del propio oficialismo, la mesa directiva del bloque resolvió expulsarla de las comisiones de las que formaba parte. La medida fue sorpresiva y la involucrada se enteró al cabo de una reunión de comisión celebrada el 7 de mayo de 1997 en la que nadie le avisó de nada, cuando llegó un memo al despacho en el que le indicaban que había quedado fuera de todas las comisiones que integraba: Relaciones Exteriores y Culto; Asuntos Penales y Regímenes Carcelarios; Educación; Familia y Minoridad; Economías Regionales; Coparticipación Federal de Impuestos; Asuntos Administrativos y Municipales, y hasta de la Bicameral de Esclarecimiento del Atentado a la Embajada de Israel y la AMIA. La nota estaba firmada por el jefe de los senadores justicialistas, Augusto Alasino, y el secretario general del bloque, Angel Pardo. Allí se indicaba además quienes serían los senadores que la sustituirían en esos grupos de trabajo. El senador entrerriano Héctor Maya se encargó ante la prensa de justificar los motivos que llevaron al bloque a tomar la inédita medida: "Nosotros venimos registrando una serie de cuestiones donde la senadora Kirchner se maneja con excesiva individualidad, lo cual es respetable, pero no es muy común dentro del peronismo... En un bloque hay que debatir, pero para mantener la unidad de un cuerpo es necesario que nos sometamos a distintas reglas".

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