La paz ya no es parte de Bolivia

Luego de que el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, decretara tanto la convocatoria al referéndum por las autonomías como el llamado a una Asamblea Constituyente, para así disminuir los focos de conflictos, el ministro de Desarrollo Económico, Walter Kreidler, en desacuerdo con la decisión del 1er mandatario renunció a su cargo. Críticas de todo el frente opositor que exige la salida del Jefe de Estado.

La paz está lejos de Bolivia. El ministro de Desarrollo Económico, Walter Kreidler, en desacuerdo con el decreto firmado por el presidente Carlos Mesa, renunció a su cargo. Fuertes críticas de todo el frente opositor a la decisión del 1er mandatario.

El viceministro de Justicia del Gobierno, Carlos Alarcón, anunció esta tarde la renuncia de Kreidler e invocó que el funcionario dejó su cargo por no estar de acuerdo con la decisión del presidente de convocar por decreto a una Asamblea Constituyente junto al referéndum autonómico.

La postura de Kreidler, se da cuando el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) esperaba encontrar en el decreto, un poco de respiro a la situación social que agobia al país del altiplano.

Sin embargo, la medida no parece haber disminuido el conflicto por el que atraviesa Bolivia. El lider del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales acusó a Mesa de "montar un show mediático para desmovilizar protestas".

Por su parte, dirigentes del Alto plantearon que el decreto del Jefe de Estado es ilegal, además de las críticas por haber quitado de la agenda durante esta semana, la cuestión de la nacionalización de los hidrocarburos, que es el principal motivo de las movilizaciones sociales.

En declaraciones a la emisora FIDES, el dirigente del Alto, Abel Mamani dijo que "la única salida política parece ser la renuncia del presidente Mesa junto al adelantamiento de las elecciones".

Asimismo agregó que si Mesa renuncia, el presidente del Senado, Hormando Vaca Díez, "no será aceptado por el movimiento social, por lo que tendrá que asumir la situación el presidente de la Corte Suprema".

Juan Del Granado, jefe de Gobierno de La Paz, por su parte amenazó con declararse en huelga de hambre si el Congreso no ratificaba la convocatoria que realizó Mesa.

Ante esta nueva situación de urgencia, el mandatario convocó a la Iglesia Católica, para intentar así superar la crisis, que pareciera llevarlo por un camino sin retorno: la renuncia.

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