Solidez tiene López Murphy... Carrió sólo "tira bombas"

De cara a las elecciones legislativas de octubre, en las que el gobierno busca plebiscitar la gestión K para lograr el mayor número de bancas en el Congreso, una alta fuente del oficialismo conversó con el diario Río Negro y definió a los principales contendientes. Ven al líder del centroderecha como un hombre de buenos argumentos debido a su sólida información. En cuanto a Carrió, creen que carece de solidez en sus críticas. La fuente describe cómo es el sistema decisional K.

López Murphy y Elisa Carrió representan para el Gobierno modelos contrapuestos a la hora de hacer política. Al primero le elogian su solidez, de la segunda creen que sólo "tira bombas".

A continuación, U24 le acerca las conclusiones que elaboró el diario Río Negro:

En planos con gravitación en el gobierno nacional se admite que desde el campo de las ideas, Ricardo López Murphy encarna la oposición de más rigurosa significación que enfrenta la administración Kirchner.

En esa línea de análisis, se señala, en aquel espacio de poder, que al margen de la aceptación o no de su ideario, debe reconocerse en López Murphy un mérito:

"Se asume primero como político, no como economista haciendo política. Así, la privilegia como factor de decisión, y ahí se torna duro en el ida y vuelta de las ideas debido a la sólida formación que tiene en materia económica" -confesó un hombre con gravitación en el sistema de decisión que lidera Kirchner.

"Cuando López Murphy habla de cara a nosotros, dice cosas, desarrolla un concepto y a veces lo hace con maniática precisión desde su perspectiva ideológica, algo que no sucede con otros discursos de la oposición" -destacó la fuente.

Marcó entonces diferencias entre el contenido que el timonero de Recrear da a su labor opositora, del que hace suyo Elisa Carrió, conductora del ARI.

"¡Querible Lilita, pero un juglar Lilita...! Va de villorrio en villorrio siempre diciendo lo mismo... aquí saca a Camus, allá a Cristo o a un profeta. No se olvida de Orwell ni del rock nacional y, por supuesto..., nosotros somos tan nazis que poco le falta para que nos ponga con Hitler en los días finales,en el bunker", ironizó la fuente.

De sus reflexiones se desprenden algunos de los temas sobre los cuales el presidente Kirchner fija la política. Veamos:

• Convencimiento de que, de cara a las elecciones del 2007, el gobierno seguirá estando en condiciones de incidir definidamente para alentar mudanzas sustanciales en el sistema político argentino

• En función de lo anterior, seguir identificando actores y sectores que, coincidiendo con ese objetivo, se sumen a la administración Kirchner sin temer que pierdan identidad las estructuras políticas u organizacionales a las que pertenecen.

• Siempre en relación con las presidenciales, evitar hacia el interior y el afuera de la administración Kirchner, hablar de la reelección del mandatario.

De las confesiones formuladas por la fuente, se infiere que la característica más acentuada de los términos en que Kirchner ve el ejercicio del poder sigue siendo la toma permanente de decisiones.

• Desde esa perspectiva tiene mucho de militante, ve la política más como una lucha entre opciones, ante lo cual lo más negativo que se puede hacer es no decidir... un método suele ser sencillo, clásico: determina el objetivo, luego, cómo llegar -señaló la fuente, que acotó detalles de estilos del mandatario de los cuales se ratifican datos conocidos y se sabe de nuevos.

Una lectura rápida de la información suministrada dice:

• Kirchner y "su grupo", como suele definir a ese esquema el ministro del Interior Aníbal Fernández, están persuadidos de ir ganando la batalla para que la política prime a la hora de las definiciones, y que no sea la economía la que canta, la que obliga a la política."Venimos de una historia inversa, las cartas están echadas", señaló la fuente.

• Hacia el interior del gobierno, Néstor Kirchner escucha desde tres ángulos de interés diferentes.

Uno: escucha hasta donde él ya tiene opinión formada o en vía avanzada de formación. "Si en esta dialéctica hay algo nuevo, busca que se lo expliquen, defiendan argumentos y en tren de explicaciones, que lo 'cierren ya'".

Dos: la disposición a ampliar el intercambio de ideas.

Tres: cuando la duda se apodera de él, Kirchner amplia significativamente el espectro de consultas. Pero en este camino, no es amigo de largas deliberaciones y de dilatar definiciones.

Se sabe, además, que el presidente mantiene a pleno su convencimiento de que, como producto del desarrollo histórico, el peronismo es una realidad en vías de mudanzas que afectará su consistencia. "En su imaginario vislumbra a la Argentina política vertebrada alrededor de dos fuerzas: una centroizquierda y otra de centroderecha", dijo la fuente sin negar que mucho del horizonte del trabajo del gobierno apunta a ese objetivo.

"Primero se fue por la canaleta el radicalismo; ahora, a la larga o a la corta, será el turno de nosotros, los peronistas. ¡Nada de estrategia! Una realidad, para que la política se retroalimente con menos confusión sobre quién es qué y cuándo es qué", reflexionó la fuente.

Luego, miró hacia los cuatro puntos cardinales y acotó con ironía: "Pero lo del peronismo, mejor no decirlo".

* No más oídos para la intelectualidad

No es amplio el conjunto que eventualmente puede influir en el presidente Kirchner. Y según la fuente, ya no tiene lo que a comienzos de su mandato fue una cultura que se encargó de poner en marcha y mantener: la consulta con distintos planos de la intelectualidad argentina, especialmente con pasado y algo de presente en la izquierda y centroizquierda.

- Hasta donde yo sé, sólo mantiene contacto con José Nun (director de la Biblioteca Nacional), pero ya no con Beatriz Sarlo ni con Juan Pablo Feinman...y menos con Torcuato Di Tella, que mucho influyó en los inicios. Kirchner pasa muchas horas solo en Olivos. Ahí resuelve y baraja, comentó la fuente.

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