Deep Impact: Una "misión suicida" de la NASA

Un proyectil de la sonda Deep Impact se estrelló con éxito contra el cometa Tempel 1 en el marco de una "misión suicida" de la NASA que pretende investigar los orígenes del Universo. Un argentino participó del proyecto.

Un proyectil lanzado por la misión "Impacto Profundo" chocó con el cometa Tempel 1, según informó el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia espacial estadounidense NASA.

Se trata de uno de los proyectos de más precisión en la historia espacial de USA al ser la primera explosión contra un cometa provocada por el hombre.

La explosión se ha producido en el cuadrante inferior derecho del cometa y el fogonazo provocado en el impacto ha sido de un tamaño aproximado a la mitad del cometa.

El proyectil chocó contra el cometa Tempel 1 a una velocidad de 37.000 kilómetros por hora, según lo previsto por la agencia espacial estadounidense y se esperaba que el impacto provocara un cráter en el cometa del tamaño del Coliseo romano.

"Las posibilidades de fallar el impacto eran mínimas porque era un tiro parabólico muy fácil", aseguró Rick Grammier, uno de los responsables del proyecto. "Le dimos exactamente en el lugar en que habíamos planeado. Esto es espectacular", dijo otro portavoz de la NASA.

El proyectil, que hizo una tercera maniobra final de corrección de la trayectoria antes de la colisión para esquivar pequeños fragmentos de rocas y polvo cósmico, continuó transmitiendo fotografías del núcleo hasta los últimos segundos antes de la explosión.

* Material de la vida

Los cometas son bolas porosas de roca y hielo que "caen" desde más allá de las fronteras de nuestro Sistema Solar, y a veces viajan a su interior.

Los expertos creen que las colisiones de cometas contra la Tierra pueden haber sido responsables de traer agua por primera vez a nuestro planeta.

También sospechan que los cometas pudieron haber "sembrado" la Tierra de materiales químicos necesarios para la creación de la vida.

El cometa Tempel 1, descubierto en 1867, gira en torno al Sol cada 5,5 años.


* Villanueva: Un argentino en el proyecto

El físico mendocino Gerónimo Villanueva, de 27 años, fue testigo privilegiado del evento, desde la sala de operaciones del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, de la NASA, en Washington, como el encargado del procesamiento de datos del impacto que recabó el telescopio Keck -el más grande del mundo-, montado sobre la cima del volcán Mauna Kea, en Hawaii.

Villanueva es egresado de la Universidad de Mendoza y doctorado en el Instituto Max Planck de Alemania.

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