WIKILEAKS

Para zafar de un juicio complicado, Pfizer buscó chantajear a un fiscal en Nigeria

El gigante farmacéutico Pfizer contrató a detectives privados para hallar pruebas de corrupción contra el fiscal general nigeriano con el fin de chantajearle para librarse de acciones legales por un controvertido experimento farmacológico con niños aquejados de meningitis, informa hoy el diario The Guardian.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - The Guardian reproduce el contenido de un cable de la embajada estadounidense en Lagos (Nigeria) publicado por Wikileaks, según el cual Pfizer recurrió a investigadores privados para buscar hechos de corrupción en la fiscalía de ese país después de que las autoridades nigerianas la demandaran por los daños aparentemente causados por el antibiótico Trovan, que fue probado durante una epidemia de meningitis en Kano (norte de Nigeria) en 1996.

Según las autoridades locales, en las pruebas con ese fármaco murieron 11 niños y decenas quedaron incapacitados.

El año pasado la multinacional estadounidense llegó a un acuerdo provisional con el Gobierno estatal de Kano por valor de US$ 75 millones, pero el cable sugiere que Pfizer no quería pagar por resolver los dos procesos - uno civil y otro criminal- incoados por el Gobierno federal nigeriano.

El cable informa de una reunión entre el responsable de Pfizer en Nigeria, Enrico Liggeri, y funcionarios estadounidenses celebrada en la embajada de USA en Abuja en abril de 2009 y del reclutamiento por Pfizer de detectives privados para descubrir la posible corrupción del fiscal general, Michael Aondoakaa.

El cable en cuestión, calificado de confidencial por el consejero económico de la Embajada, Robert Tansey, informa de que "una serie de artículos muy dañinos (para la reputación del fiscal) sobre la supuesta corrupción de Aondoakaa se publicaron en febrero y marzo".

Según el relato de The Guardian, en el momento álgido de la epidemia de meningitis en Nigeria llegó un avión con un equipo médico de Pfizer que quería probar el antibiótico Trovan para compararlo con el que se usa normalmente en Occidente: Ceftriaxone.

Para probarlo utilizaron a doscientos niños afectados, a la mitad de los cuales les dieron Trovan y a la otra mitad Ceftriaxone. Pfizer logró salvar 189 vidas con ambos fármacos.
La licencia para Trovan ha sido retirada en Europa por su supuesta toxicidad hepática, y en ninguna parte está autorizada su administración a niños.

Los familiares de los niños nigerianos tratados con Trovan dicen que nunca dieron su permiso para el experimento y llevan desde 2001 intentado demandar por daños y perjuicios a Pfizer, que mantiene que no ha hecho nada malo y que las muertes ocurridas se deben sólo a la meningitis.

En una declaración a The Guardian, Pfizer afirma haber resuelto "de mutuo acuerdo" en 2009 los casos relacionados con Trovan que presentaron el Gobierno federal de Nigeria y el Estado de Kano y agrega que la empresa aceptó pagar los gastos legales incurridos por el Gobierno nigeriano en relación con ese litigio.

El caso

La historia se remonta a 1996. Nigeria sufre una epidemia de meningitis. En medio de este panorama, Pfizer plantea realizar en Kano, el estado más extenso del país y el más afectado, un ensayo clínico con un nuevo fármaco (sin testear) para tratar la enfermedad, el antibiótico Trovan.

A pesar de que once niños fallecieron durante la investigación y otros sufrieron secuelas, el medicamento llegó a aprobarse y se comercializó en Europa, pero a los tres meses se retiró del mercado porque dañaba al hígado. En USA, la FDA (la agencia del medicamento) tiene estrictamente limitado su uso.

Un año después del experimento, uno de los trabajadores de Pfizer, Juan Walterspiel, denunció a la dirección de la farmacéutica que se habían violado las normas éticas en este ensayo. Walterspiel fue despedido al poco tiempo, aunque sus jefes siempre aludieron otros motivos.

Luego del acuerdo, la farmacéutica pagó US$ 75 millones en concepto de indemnizaciones. Tras esta denuncia y por las presiones de la población nigeriana, el Gobierno decidió demandar a la compañía. La acusaban de conspiración criminal y homicidio de víctimas inocentes, señalaban que había actuado en contra de la Ley y de la Convención de Derechos de los Niños, que no había informado de su trabajo a las autoridades competentes ni a los padres de los pequeños y reclamaba el pago de 2.000 millones de euros en indemnizaciones. Finalmente, en 2009, Pfizer llegó a un acuerdo extrajudicial, por el cual se comprometía a pagar US$ 75 millones a las familias y, de esta manera, evitó sentarse en el banquillo.

Y es justamente aquí donde entra Wikileaks. Según los documentos que maneja, de la Embajada de USA en Abuja, no se trató de un mutuo acuerdo, sino que Pfizer presionó al fiscal general encargado del caso, Michael Aondoakka, y utilizó todo tipo de trucos sucios para no ir a juicio. Contrató a detectives privados para rastrear el pasado del fiscal, descubrir que estuvo involucrado en casos de corrupción y filtrarlo a los medios para que éste abandonara el caso, tal y como publica el diario 'The Guardian'.

Además, las filtraciones citan que los abogados de la compañía se reunieron con el expresidente del país, Yakubu Gowon, para que intercediera a favor de la farmacéutica, entre otras triquiñuelas.

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