¿Y CUÁL SERÍA EL IMPACTO EN LA ARGENTINA?

Nadie puede creerlo pero todavía no hay acuerdo en USA por la deuda

Ambas cámaras del Congreso estadounidense se muestran incapaces de sacar adelante una ley que evite la suspensión de pagos, ninguno de los dos partidos ofrece una alternativa válida para el otro y, aunque Barack Obama ha pedido urgentemente una solución bipartidista, él mismo no dispone de los instrumentos y el liderazgo suficiente como para imponerla.

Barack Obama ha pedido un compromiso mayor a demócratas y republicanos, los 2 partidos políticos de USA, para resolver la crisis del límite de deuda antes del 02/08, fecha en la que el sector público ya no podrá hacer frente al pago de sus deudas. Para ello el Presidente estadounidense ha abogado por un acuerdo bipartidista. "Lo que está claro ahora es que cualquier solución para evitar el incumplimiento debe ser bipartidista", ha asegurado.

 
Obama también hizo referencia al plan presentado por el republicano, John Boehner, cuya propuesta para reducir el déficit y aumentar el techo de deuda "no resuelve el problema". Es una propuesta que no pasará el Senado y nos hará "revivir este debate en unos meses", ha puntualizado.
 
USA se encuentra, como consecuencia, a la espera de un milagro que le salve del cataclismo que puede representar una quiebra de la potencia que domina la economía mundial. Ese milagro tiene que llegar antes del 02/08 en la forma de un acuerdo parlamentario.
 
Macroeconomía
 
En forma simultánea, el Gobierno de USA ha divulgado la 1ra. estimación del Producto Interior Bruto (PIB) en el 2do. trimestre de 2011. Según ha informado, entre abril y junio la economía del país creció +1,3% anualizado, por debajo de lo que se esperaba. 
 
Los analistas consultados por Bloomberg habían previsto un avance del +1,8%.
 
El presidente Barack Obama hizo un pedido a demócratas y republicanos para que alcancen un acuerdo sobre la deuda: se acaba el tiempo, y el escenario puede complicarse mucho más.
 
Más inesperado que el dato del 2do. trimestre ha sido la revisión de la cifra correspondiente a los 3 primeros meses del año, que ha sido fuertemente corregida a la baja. Del +1,9% calculado en la última entrega del dato, publicado el 26/06, se ha rebajado a una tasa del +0,4% anual.
 
Pero las modificaciones no acaban aquí. Dentro de su informe, el Departamento de Trabajo recoge nuevas cifras sobre el periodo de la recesión que señalan que fue incluso más profunda de lo que se pensaba. 
 
Según indica, entre el 3er. trimestre de 2007, considerado como el punto de partida de la crisis, y el 2do. trimestre de 2009, la economía estadounidense se contrajo -5,1%, 1 punto porcentual más del -4,1% anteriormente estimado.
 
Para el conjunto de 2009, el PIB cayó el -3,5%, en lugar del -2,6% difundido. Para 2010, en cambio, la revisión es al alza: se calcula un crecimiento del 3% frente al 2,9%.
 
Pero ¿cómo será 2011 si no hay acuerdo sobre la deuda? Esa es la pregunta que dejó planteada Obama.
 
Fragilidad
 
Tanto republicanos como demócratas dicen ser conscientes de la trascendencia de este momento. Por si acaso, el anuncio de un modesto crecimiento del 1,3% ha venido a recordar a todos que está en juego, entre otras cosas, el riesgo de una nueva recesión. 
 
"Estamos en un momento muy frágil de la economía mundial y no podemos permitirnos hacer nada que dificulte nuestra recuperación", advirtió el jefe del consejo de asesores económicos de la Casa Blanca, Austan Goolsbee.
 
En este caso, la amenaza a la economía viene por el lado de la política. Como ha dicho Obama, "hay muchas crisis en el mundo que no somos capaces de evitar, huracanes, terremotos, tornados, ataques terroristas..., esta no es una de esas crisis". Esta es una crisis achacable a la incapacidad de la clase política de USA.
 
La Casa Blanca reconoció que la economía estadounidense ya ha resultado perjudicada por la crisis de la deuda, pero indicó que aún hay tiempo para alcanzar un acuerdo en el Congreso antes de la fecha límite del 2 de agosto.

"Ciertamente hay evidencia de que la economía de USA ha sufrido debido a la incertidumbre creada en torno a este debate y la atmósfera circense de nuestras políticas sobre un asunto serio", indicó Jay Carney, portavoz del Gobierno, en su rueda de prensa diaria, sin ofrecer más precisiones.
 
Carney compareció ante los periodistas poco después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, instara esta mañana a los legisladores a que "encuentren puntos en común y encaren una solución bipartidista".
 
La Argentina
 
La consultora Economía & Regiones difundió algunas reflexiones que tituló "¿Qué impacto tendría para Argentina un potencial (aunque poco probable) default de USA?"
 
La respuesta:
 
La aprobación del congreso norteamericano respecto al incremento del techo de
deuda pública de USA, aún no se ha consensuado: El Gobierno de Barack Obama se quedará sin dinero para pagar las cuentas de la nación si el Congreso no eleva el techo de la deuda federal de US$ 14,3 billones antes del 2 de agosto, un escenario que podría llevar al país de vuelta a la recesión y obstaculizar su acceso a los mercados financieros globales.

Los republicanos (partido político opositor) del Congreso, en particular de la Cámara de Representantes, se han negado a elevar el techo de la deuda a menos que sea acompañado por recortes de gasto.


Si y sólo si, no se llegase a un acuerdo en las negociaciones de techo de deuda
americana antes de la fecha estipulada, el default implicaría una caída del precio de los bonos del Tesoro y, por ende, un incremento de las tasas de interés (rendimiento de los bonos). 

Simultáneamente, la incertidumbre sobre el futuro de la actividad económica estadounidense impulsaría una venta masiva de acciones y commodities -en general- forjando una caída de precio de los mismos. A excepción del precio del oro, la plata, que funcionarían como reserva de valor.
 
Paralelamente, el potencial default obligaría a las calificadoras a bajar la calificación de la deuda estadounidense, lo que implicaría un aumento nominal de los rendimientos de los activos globales (europeos, asiáticos, emergentes, etcétera) que cotizan con un diferencial por encima de los Treasury Bonds. Esto forjaría una caída de precios de todos los bonos y acciones por el incremento del riesgo, que complicaría aún más el escenario actual. Por ende, el posible default de USA traería aparejado un contagio inmediato y global de los mercados financieros.
 
A su vez, el 9,7% de los U$S 14,3 billones de stock de deuda (U$S 1,43 billón),
corresponde a acreedores externos, mientras que U$S 4,6 billones es deuda inter
estatal. Entre los acreedores, los países más afectados serían China y Japón, que son los mayores tenedores de bonos de USA, con US$ 1.160 y 912 mil millones
respectivamente. Le siguen Gran Bretaña, los países de la OPEP y Brasil, que es el principal socio comercial de la Argentina.
 
Durante los últimos años y, a diferencia de lo que acontecía en la década pasada, el impacto del contexto internacional sobre la economía argentina se da mayormente a través del canal real y no del canal financiero. Producto del default y la reestructuración de la deuda, entre 2003 y la actualidad, el canal financiero ha tenido relativamente poca relevancia ya que las necesidades financieras del país pudieron ser cubiertas mayormente con el superávit primario y mediante la colocación de deuda en el mercado doméstico, en reparticiones públicas (como el ANSeS y BCRA).
 
Sin embargo, Argentina se vería perjudicada por el posible default mediante el canal real: La reducción de la riqueza en el mundo (precios de los bonos y acciones a la baja) implicaría menos nivel de actividad, menos comercio mundial, y por ende, menores precios de commodities. 

Consecuentemente, dado que Argentina es un país exportador de materias primas, menores precios internacionales implicarían menos exportaciones y menor entrada de dólares a la economía doméstica. Lo que impactaría negativamente en el consumo y en el dinamismo del nivel de actividad local. 
 
El menor nivel de exportaciones se vería compensado en parte por la caída de las importaciones que son sensibles al nivel de actividad. A su vez, también traería aparejado menores ingresos por Retenciones a las exportaciones, comprometiendo el frente fiscal.
 
Habría que seguir de cerca lo que ocurra con Brasil que es nuestro principal socio
comercial. Si se cortase la entrada de capitales a Brasil, probablemente, el Real se devalúe para equilibrar la cuenta corriente (y la balanza comercial) y para recuperar la competitividad perdida con la apreciación de su moneda. En este escenario, la industria argentina -y el resto de los sectores vinculados- perdería protección.

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