La china SAIC puede causar un dolor de cabeza al partido de Blair

La puja por el constructor de automóviles en bancarrota MG Rover parece ir encontrando su desenlace. Sucede que ahora el fabricante automovilístico alemán BMW anunció que está dispuesto a permitir la utilización de la firma Rover al gigante chino SAIC, si el fabricante británico MG Rover -actualmente en suspensión de pagos-, desapareciese del sector. La noticia fue confirmada por la versión online del diario Expansión. Actualmente, a falta de obtener el permiso de BMW para usar el nombre de Rover, el gigante chino podría fabricar coches con la tecnología, el diseño y hasta el logotipo de Rover, sin tener que realizar ninguna inversión ni responsabilizarse del despido de miles de obreros que tanto preocupa al partido del primer ministro Tony Blair en víspera de elecciones.

La firma automotriz propietaria de la marca Rover no pondrá ningún obstáculo en el intento de MG Rover para reabrir las negociaciones con SAIC, el mayor fabricante de coches en China.

Así lo declaró, Eckhard Wannieck, portavoz de BMW. En el caso de que otras compañías estuviesen interesadas en utilizar la marca Rover, "entonces tendremos que esperar y ver qué es lo que sucede", dijo el ejecutivo.

Shanghai Automotive Industry Corporation (SAIC) había presentado una oferta formal de 87 millones de euros por los activos del grupo británico, en suspensión de pagos desde el pasado mes de abril.

Esa presentación la realizó en colaboración con Magma Holdings, una sociedad británica fundada por dos ejecutivos con amplia experiencia en el sector: Martin Leach, ex consejero delegado de Ford Europa y experto en los maduros y competitivos mercados occidentales y, en segundo lugar, Ed Sabisky, antiguo director financiero de Vauxhall, filial británica de General Motors.

La firma BMW había vendido en 2000 al consorcio empresarial británico Phoenix Venture Holdings, la división de Rover, pero se quedó con la propiedad de la marca. En esa fecha MG Rover obtuvo la autorización de BMW para utilizar la firma Rover de forma indefinida.

Hace cuatro meses SAIC pagó 98 millones de euros para hacerse con los derechos de fabricación de los modelos Rover 75 y 25, y de los motores de la serie K.

Así, a falta de obtener el permiso de BMW para usar el nombre de Rover el gigante chino podría fabricar coches con la tecnología, el diseño y hasta el logotipo de Rover, sin tener que realizar ninguna inversión ni responsabilizarse del despido de miles de obreros que tanto preocupa al partido del primer ministro Tony Blair en víspera de elecciones.

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