"Un asunto turbio": La ciudadanía tiene derecho a ser informada

La ciudadanía tiene derecho a ser informada sobre los fondos que el gobierno de Santa Cruz envió a Suiza, y no hay motivos para que se sientan conformes con las explicaciones del Gobierno en torno de lo que sucedió con el dinero. A continuación, la editorial del diario Río Negro:

Puede que al gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, y a su antecesor, el actual presidente de la República, Néstor Kirchner, les parezca perfectamente normal que, durante doce años, entre 500 millones y mil millones de dólares pertenecientes a la provincia hayan estado depositados en un banco suizo, pero no existen motivos para que los demás se sientan conformes con sus explicaciones en torno de lo que sucedió con el dinero.

Aun cuando uno aceptara que es legítimo que Santa Cruz se haya blindado contra las convulsiones financieras que son tan típicas de nuestro país poniendo los fondos a salvo en un lugar mucho más seguro, opción ésta que nunca tuvo la inmensa mayoría de los argentinos, es claramente necesario que se haga saber en detalle la cantidad exacta del dinero que por orden de Kirchner fue depositado en Suiza en 1992, las tasas de interés que se pagaron a partir de aquel año y el monto preciso actual.

Después de todo, la ciudadanía tiene derecho a ser informada si Santa Cruz aún tiene mucho dinero en Europa o en otros sitios, donde las leyes suelen favorecer a depositantes de trayectoria dudosa.

Por cierto, de tratarse del patrimonio de una empresa o de un individuo privado, las autoridades nacionales querrían averiguar todos los pormenores de la evolución de la fortuna así supuesta, pero parecería que, por ser cuestión de dinero público que en última instancia es de los santacruceños, nadie se siente obligado a rendir cuentas.

Se justifica, pues, la actitud de aquellos dirigentes opositores que están reclamando una investigación rigurosa de todo lo vinculado con este episodio extravagante que, huelga decirlo, no se ha visto cerrado por la firma de Acevedo de un decreto según el cual más de 500 millones de dólares serán por fin repatriados.

Como algunos, entre ellos Ricardo López Murphy, Elisa Carrió y Domingo Cavallo, ya señalaron, debido a los intereses, el monto real debería ser decididamente mayor que el públicamente difundido.

Para colmo, a través de los años se han denunciado muchas irregularidades. En julio del 2004, un miembro del Tribunal de Cuentas santacruceño que confirmó la existencia de cuentas bancarias de la provincia no sólo en Suiza sino también en Luxemburgo aludió a la desaparición de 54 millones de dólares en bonos, la omisión de otra cuenta por 4 millones de dólares y la falta de documentación para las transacciones que se llevaron a cabo entre 1994 y el 2002.

En las democracias consolidadas, la difusión de tales denuncias desataría un escándalo mayúsculo, pero parecería que aquí estamos tan acostumbrados a que ciertos mandatarios provinciales manejen las cuentas locales como si se tratara de su propio patrimonio que la noticia apenas dio pie a algunos comentarios adversos; es de suponer, porque cuando un presidente disfruta de popularidad, escasean los dispuestos a arriesgarse a formularle preguntas molestas.

Mientras no se haya investigado a fondo la extraña historia de los fondos santacruceños para que no queden dudas auténticas en cuanto a su valor y todo lo que ocurrió con ellos desde que fueron depositados en el exterior hasta la actualidad, el presidente Kirchner se verá amenazado por el riesgo de que en cualquier momento sea acusado de complicidad en graves actos de corrupción.

En efecto, distintos voceros opositores, como el radical santacruceño Alfredo Martínez, ya están hablando de "un ocultamiento de la información" acerca de los movimientos del dinero y, según se informa, el diputado socialista Ariel Basteiro planteó la posibilidad de que para tapar un eventual faltante el gobierno echara mano a los fondos reservados de la SIDE.

Dicho de otro modo, de por sí, el anuncio, formulado en medio de una campaña electoral, de que están por ser repatriados muchos millones de dólares no servirá para que el resto del país se sienta agradecido por la presunta decisión del gobierno santacruceño de repatriar el dinero resultante de un pago por regalías por petróleo y gas que habían sido mal liquidadas por el Estado nacional.

Para que sean eliminadas todas las dudas, también será necesario que los responsables de esta maniobra financiera heterodoxa, empezando con Kirchner y Acevedo, colaboren plenamente con una comisión investigadora para que se sepa con exactitud lo que hicieron con el dinero público.

Dejá tu comentario