Intervención al PJ: El secreto que nadie reveló

Ramón Ruiz, interventor del Partido Justicialista, tomó hoy su 1ra. medida en el cargo: ratificó a todos los apoderados del PJ, en cada provincia. Así se evitó el caos y algunos tremendismos que abundaron durante las horas anteriores. De todos modos, lo más grave no lo supo ninguno de los jefes justicialistas hasta ahora, que será revelado por U24:

Hace algunos días se presentó ante el Juzgado Federal Nº1 Enrique Piragini, un conocido abogado de los que litigan con frecuencia en el Palacio de Tribunales (el juzgado federal con competencia electoral no se mudó a Comodoro Py, sigue estando en Talcahuano y Lavalle).

Piragini cuestionó las demoras de María Servini de Cubría en definir la situación del Partido Justicialista, entendiendo que desde 1998 no hay elecciones de autoridades en la fuerza política que le da formalidad al Movimiento Nacional Justicialista que fundó Juan Perón.

Demasiado tiempo. En aquellos días, por las diferencias irreconciliables entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Había existido un intento de normalización en el año 2004, a través del Congreso Nacional Justicialista, que sesionó en Parque Norte, hasta que Olga Riutort (ex de De la Sota) le replicó a Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner aquello de que ella no era mujer de alguien (una tontería especialmente ahora cuando Cristina no puede descender al Gran Buenos Aires si no es con su marido repartiendo partidas presupuestarias).

El revuelo terminó con la renuncia de todas las autoridades elegidas por el Congreso, comenzando por el presidente durante algunas horas, Néstor Fellner, gobernador de Jujuy y un 'don nadie' en el peronismo, excepto durante la campaña de Kirchner, cuando fue su coordinador de campaña, al lado de Alberto Fernández, jefe de campaña y tesorero.

La gran cuestión aquella noche es que Cristina no consiguió que le dieran alguna jerarquía en el Consejo Nacional, y entonces no tuvo reparos en ordenar la retirada masiva.

Luego, ya es sabido, el presidente del Congreso Nacional Justicialista, Eduardo Camaño, se equivocó. Cuando Camaño dijo a Mariano Grondona, por 'Radio 10', un domingo por la mañana, que el PJ estaba acéfalo, gatilló sobre Servini de Cubría porque era quien venía dilatando y dilatando tomar medidas en el PJ. Pero ahora, la principal autoridad partidaria en funciones, Camaño, reconocía que el Consejo Nacional estaba acéfalo.

Resulta preocupante los sucesivos errores personales de los colaboradores de Eduardo Duhalde: José María Díaz Bancalari se deprimió y pidió licencia en la presidencia del bloque PJ sin consultar con nadie; y Eduardo Camaño se confesó y dijo que el PJ estaba acéfalo...

Para entonces, de acuerdo a fuentes políticas muy seguras, Servini de Cubría ya había recibido un recurso de amparo de parte del mencionado abogado Piragini, quien le exigió no solamente la disolución del PJ sino que durante 4 años nadie pudiera utilizar los símbolos partidarios en las boletas del PJ en todo el territorio nacional.

A U24 llegó una copia del recurso de amparo presentado por Piragini, y lo más sustancioso de la medida cautelar es lo siguiente:

breviatis causae

Inclusive consta la reconocida necesidad de regularizar el funcionamiento del Partido Justicialista, al extremo que se impone su intervención judicial, hasta tanto se resuelvan los planteos relacionados con la caducidad de la personería política del Partido Justicialista Orden Nacional, atento lo dispuesto por el art. 50 inc. A) de la Ley Orgánica de los Partidos Políticos Nº 23.298.

Por ello, encontrándose el Partido Justicialista Orden Nacional en condiciones que sea declarada la caducidad de su personería política, por aplicación de lo dispuesto en el art. 17 de la Ley Nº 23.298, los Partidos Justicialistas de los distintos distritos electorales del país no podrán utilizar su nombre, ni sus insignias ni emblemas, durante los próximos 4 años.

Y esta situación obedece a que la última elección interna de autoridades del Partido Justicialista Orden Nacional se llevó a cabo el día 4 de octubre de 1998. Es decir que, en consonancia con lo dispuesto por la Carta Orgánica Nacional del Partido Justicialista, como de la interpretación del mencionado art. 50 inc. A) de la Ley Nº 23.298, en el mes de octubre de 2002 debió de haberse llevado a cabo la elección interna partidaria para la renovación de los miembros del Congreso Nacional y del Consejo Nacional, sin embargo esta elección interna que debió realizarse en octubre de 2002, no tuvo lugar/b>, por lo que en la práctica resulta irregular el funcionamiento actual del PJ.

De ninguna manera podría sostenerse, con base en el art. 48 de la Carta Orgánica Nacional del Partido Justicialista, que se pudieran haberse prorrogado los mandatos por circunstancias excepcionales de tipo institucional, político, gremial, económico o de grave trascendencia, que impidieren el normal desenvolvimiento del Partido, ya que fueron muchas las oportunidades que existieron para lograr regularizarlo, pero nunca existió voluntad política de hacerlo y, cuando menos desde el 25 de octubre de 2003 no podía sostenerse seriamente que estemos viviendo crisis institucional, cuestión que inclusive hubiese ameirtado quitar la personería jurídica al Partido, cuestión de orden público que debería haberse realizado aún de oficio.

Por ello no tiene justificación alguna que el Partido Justicialista todavía tenga necesidad de una intervención judicial ni que no se hayan efectuado elecciones internas partidarias convocadas en legal forma que permitiere a sus afiliados hacer pleno uso de sus derechos, garantías y facultades políticas, amparados y consagrados por los arts. 37, 38 sgts. y cs. de la Constitución Nacional, así como por la Ley Nº 23.298 y demás normativa aplicable a los partidos políticos y, en particular, los arts. 7, 10, 19, 24 y cs. de la Carta Orgánica Nacional del Partido Justicialista.

Y toda esta situación, hace que, al encontrarse prácticamente acéfalo el Partido Justicialista Orden Nacional, por carecer de autoridades legal y legítimamente constituidas, los Partidos Justicialistas de los restantes distritos del país, no se encuentren en condiciones de desplegar ninguna actividad partidaria, proselitista ni electoral, e impidiendo la utilización de escudo y emblemas partidarios, al encontrarse aún pendiente de resolución la cuestión planteada ante V.S. acerca de la caducidad de la personería política del partido en el orden nacional (...)".

Por supuesto que Servini de Cubría podría haberse excusado, o rechazado la presentación, pero el demandante podría haber recurrido en queja ante la Cámara Nacional Electoral, ¿y a quién le cabe alguna duda cuál hubiese sido el resultado?

Es decir que la intervención del Partido Justicialista era la única medida posible luego de los dichos de Camaño.

En cuanto a la pregunta qué ocurrirá ahora, hay que esperar al 23 de octubre próximo. Nada importante sucederá antes. Todo ocurrirá después.

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