Spinetta en Página/12 vs. Rozengardt en LaVaca

Implacable debate sobre el rock, Néstor Kirchner, 'República Cromañón' y los jóvenes del siglo 21 vs. los de los '60 y '70. U24 presenta 2 visiones antagónicas, y propone el debate para que Ud. opine:

"-¿Qué reflexión te merece lo sucedido en República Cromañón?

-Es como la puerta 12 del fútbol. Ni la banda, ni los propietarios ni nadie iba a calcular que podía ocurrir una cosa así, tan dolorosa para todos. Nadie va a premeditar eso, ni a tener una idea delictiva. Pero la gente quiere ese pan y circo de la justicia también. Quiere un ajusticiado, quiere que rueden las cabezas. Pienso que es una vergüenza que Chabán se haya ido del lugar, aunque no lo considero un asesino. En mi deseo de que fuera justo todo, me da vergüenza que se haya ido y no se haya puesto él a hacerle respiración boca a boca a la gente. Sería distinto si lo hubiesen encontrado peleando.

-¿Cómo es que a alguien que va a un recital de rock se le ocurre tirar una candela en un lugar cerrado?

–Hay algo de cerebro infraalimentado, con padres torturados, al que ni sus abuelos ni sus tíos tuvieron tiempo para criarlo y darle polenta y fe después de esas pérdidas. Entonces, entre los desfasajes que podría tener, uno podría ser que piense que está bien tirar una bengala en un lugar cerrado. También pasó en Estados Unidos. Eso ya no es una cuestión de que se educaron en colegios pobres, pero como acá creo que somos más sensibles e inteligentes que en Estados Unidos, pese a ser mucho más pobres, no debería haber sucedido por la ignorancia de la gente. El problema es que acá sí sucedió por la ignorancia. Allá sucede porque ellos le ponen bengalas a todo. Pero acá que somos tranquilos, digamos, por decirlo así, la gente enciende bengalas en lugares cerrados donde hay cosas que pueden incendiarse y que van a traer problemas. Hay algo de cerebro infraalimentado, cultural y proteínicamente, en gente que como no tiene dónde dejar a los pendejos los deja en una guardería donde toca una banda de rock. Porque hay mil formas para que un pibe sea rockero, pero de esa manera lo van a odiar al rock. Porque se van a acordar de que se querían dormir y tenía un gasesito el bebé; y en vez de que la mamá lo escuchara, escuchaba el bajo. Eso es inconcebible. La gente que perdió bebés ahí no tiene que hacer causa criminal a nadie, al contrario: el Estado les tendría que hacer una causa. Por abandono de la criatura, como cuando alguien no alimenta a su hijo y lo meten preso. ¿Qué tenés que haber pensado para dejar una criatura en un baño? No se hace eso. ¿Quiénes son los culpables? Todos culpables y todos inocentes a la vez. Yo creo que el tipo que pone un lugar así y lo que dice Puerta de Emergencia, lo cierra con una cadena, ése está loco de remate y tiene que pagar porque eso sí es un crimen. Una puerta de emergencia es una puerta de emergencia. Después tiene que pagar toda la cadena de coimerío. Es una gran desgracia para una banda de rock. Yo como rockero estoy de luto con eso todavía. Por más que le digas a la gente, siempre hay algún idiota que avanza con la bengala: yo hago el gol con la mano. Sí, lo que pasa es que al transgredir algo, sucede una desgracia. No todos son goles. A veces son goles en contra con la mano".

Diego Rozengardt, hermano de una de las víctimas, en LaVaca:

"Diego Rozengardt tiene 26 años, es economista, ama la música. Su hermano Julián murió en Cromañón. Julián tenía 18 años recién cumplidos. 'Desde que pasó esto, se me empezaron a caer los próceres', dice Diego con una sonrisa asombrada, mirando la foto de Luis Alberto Spinetta. (...)

-Tengo sensaciones encontradas. Si bien el reportaje aparece como posibilidad de reflexión, uno ve que se suben a un montón de preconceptos. Marcan diferentes estratos. Es una de las cosas más terribles: ver la cosa como estratificada. El rock está repitiendo la pirámide de la distribución del ingreso... (...) Porque abajo está la pendejada que tiene que quedarse quieta escuchando. Todo el artículo tiene una actitud de plantear el orden. Un orden que no sé de dónde lo saca, donde hay que respetar a los dioses y a una música supuestamente lúcida, en términos de lo que él y el periodista creen que es lucidez. (...) Porque es una típica bajada de línea elitista, con muy pocas ideas. Por ejemplo, esta estupidez de hablar del argentino como alguien especial, sea para decir que dios es argentino, o que nos pasa esto porque somos unos forros: la misma megalomanía, pero al revés. Spinetta usa esto para decir que el problema es que todos queremos hacer goles con la mano, transgredir la norma. Pero en cambio dice que está bien que lo haya hecho Maradona, porque es un dios. (...) Es muy loco que él use el mismo mecanismo que usaron seguramente con él en los '60 o los '70 los recalcitrantes de esa época.

(...)

-Es una nostalgia bastante senil.

-Pero además, ¿qué han hecho los próceres después de Cromañón? Páez no habló, nunca dijo nada. García dijo barrabasadas saliendo a defender con todo a Chabán. Y Spinetta esto. (...) Ningún músico de los conocidos se hizo cargo, pero los de las bandas chicas, que son los más golpeados, son los más dispuestos a discutir en serio. Y estos otros tocan en el Faena Hotel, con entradas de arriba de $ 100.

-Los chicos de las bandas dicen que hay un establishment rockero que define como "rock chabón" a los nuevos grupos, para desprestigiarlos. Pero varias de esas bandas tienen una producción mucho más interesante que lo que produjeron los próceres en los últimos años.

-Por eso estos tipos proponen una reivindicación de los '70, que es una vuelta atrás. Es una cosa absurda aferrarse a algo que no existe. Aparte: como si los '70 hubieran pasado sin problemas ni nada que cuestionar.

(...)

-Empalma con el kirchnerismo que reivindica algo que vagamente llaman "setentismo".

-Pero realmente decir que Kirchner es setentismo me parece una simplificación total. Que el tipo 30 años después de la dictadura se anime a hacer un museo en la ESMA está muy bien. Pero pasaron 30 años. Y en los ’70 se peleaba por cosas muy profundas por las cuales el actual gobierno no está dispuesto a ceder ni un palmo. (...) Decirles cerebros infraalimentados es un discurso que se acerca a la discriminación. Me llama la atención además la posición en un diario que se supone que busca la reflexión.

-¿Por qué?

-Porque desde el principio Página/12 tomó la actitud de culpabilizar a las víctimas, y de agitar el fantasma de que es antidemocrático criticar a Ibarra. Lo triste es lo siguiente: Estoy seguro de que si el intendente hubiera sido Macri, Página/12 publicaría exactamente lo contrario. Ibara estaría diciendo lo contrario, diría que tiene que renunciar, tiene que irse, que es responsable y no puede estar sentado en el sillón. Diría: ese tipo no combatió las condiciones infrahumanas en que vive la sociedad, y encima armó y toleró una red de corrupción blablablabla. ¿O no?

-Ibarra, o Página, no considerarían que tales críticas son un golpe institucional.

-Pero fijate entonces qué lejos queda la vieja idea de la verdad. A nadie le importa la verdad, o si hay responsabilidad política de alguien. ¿Qué respeto le podés tener a gente que dice una cosa y hace la otra, que responde a intereses, y que respondiendo a esos intereses podría decir exactamente lo contrario de lo que dice sin importarle la verdad?
Con Página tengo esa sensación desde hace bastante tiempo, que se corresponde con haberse sumado a un multimedio como Clarín. Fijate que censuraron a un periodista económico por criticar al gobierno.

-Julio Nudler.

-Es un derrotero que yo como asiduo lector te aseguro que lo sufrí más que los que no lo leen.

-Otra paradoja. Spinetta dice que no puede ser que la gente se dedique a transgredir las normas. Pero critica a los familiares que piden justicia –o sea, normas- diciendo que sólo quieren pan y circo y que rueden cabezas.

-Ya hubo notas de ese tenor en Página. Parece que querer saber la verdad es ser antidemocrático y buscar linchamientos. Nadie está pidiendo solamente que los responsables vayan presos. Se trata de una lucha que busca cambiar las condiciones que hicieron posible Cromañón, que son mucho más profundas que una bengala en el techo, o un empresario corrupto. No buscamos chivos expiatorios, porque no tenemos nada que expiar. Ellos son los que están expiando algo. Y es una lucha contra las impunidad cotidianas. (...)"

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