Kirchner quiere cambiar el gabinete de Solá pero sigue el ascenso de 'Chiche'

El diario 'El Día', de la ciudad de La Plata, afirma que Néstor Kirchner ya está haciendo el próximo gabinete de Felipe Solá. Julio Blanck, en 'Clarín' adhiere a la visión de la Casa Rosada, de que ya tienen asegurado en triunfo bonaerense. Pero Eugenio Paillet, en el diario 'La Nueva Provincia' afirma lo contrario, y brinda algunos datos muy interesantes. Por ejemplo, Néstor Kirchner no se vuelca a la campaña de Rafael Bielsa sino que necesita reforzar la de Cristina en territorio bonaerense, ¿por qué será?

El diario El Día, de la ciudad de La Plata, en su suplemento 7mo. Día no trajo esta semana la columna de Marisa Álvarez, sino que sin firma -como si fuese un comentario editorial- sostuvo:

"(...) La decisión de Felipe Solá de apostar todo su capital político a la suerte de la Casa Rosada y pretender transformarse en un gobernador kirchnerista full time, no sólo le ha venido reportando beneficios para su administración -léase ayudas financieras, refinanciación de deudas y aportes de fondos frescos para obras entre otros salvatajes-, sino también un compromiso que en política suele pagarse muy generosamente.

Ha venido circulando, desde que Solá se pegó al Presidente, la versión de que Néstor Kirchner habría puesto la mira sobre algunos resortes que considera clave en el gobierno provincial. Y ahora estaría aguardando el crucial paso por las urnas para instalar algunos de sus alfiles en importantes despachos oficiales de la Provincia.

Por estas horas comenzó a circular con fuerza en círculos tanto políticos como académicos, la posibilidad cada vez más firme de que un kirchnerista se transforme en el futuro director general de Educación, un enorme espacio de no menos peso institucional que la administración provincial deberá cubrir si es que se confirma -como parece- que el futuro de Mario Oporto está en una banca del Senado bonaerense. (...)

No es un lugar de relleno en el gabinete bonaerense. Tiene, por los fondos que maneja y el personal a su cargo -unos 300.000 sólo contando los docentes-, una dimensión superior a varias provincias. Y está a punto de encarar, como se está anunciando pomposamente, una nueva reforma educativa que demandará no sólo claridad, precisión y mucho esfuerzo, sino también fondos frescos que, una vez más, deberán provenir del gobierno nacional.

Es en ese esquema que empezó a rodar la versión de que un actual integrante del equipo del ministro de Educación Daniel Filmus, sería el futuro director de Educación provincial. Se trata de Alberto Sileoni, actual viceministro en esa cartera. En rigor, Sileoni conoce desde adentro lo que es la maquinaria educativa provincial: fue director en la gestión de José Octavio Bordón y luego subsecretario en la primera etapa de Oporto. El dato adicional es que, se dice, vendría con el compromiso oficial del aporte de recursos necesarios para encarar una reforma educativa que, entre otras cosas, terminará con el Polimodal y reinstalará el secundario.

Si se confirma ese desembarco no sería el único protagonizado por un kirchnerista en el equipo del Gobernador. También se habla de que si Remo Carlotto logra una banca de diputado nacional, la secretaría de Derechos Humanos bonaerense podría pasar a manos de un enviado de la Casa Rosada (...)".

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Julio Blanck escribió este domingo en lugar de Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"(...) En el duhaldismo, casi con resignación, ya admiten que en las próximas cinco semanas sólo intentarán achicar las diferencias que alejan a Chiche de Cristina. Cuando el Presidente, su dama y sus ministros habían llenado el aire de acusaciones encendidas en el momento de la ruptura, la figura de Chiche creció y los duhaldistas se ilusionaron con una diferencia final que no trepase más allá de 10 puntos. Eso bastaba para condicionar el margen de acción de Kirchner y dejar a Duhalde en condiciones de armar una alternativa en la que podrían coincidir Macri, Daniel Scioli y hasta Roberto Lavagna.

Pero ahora que bajó el tono del enfrentamiento y ya no vuelan los cascotazos, a Chiche le cuesta encontrar un discurso propio. Y los sondeos marcan 20 puntos, o aún más, de diferencia.

El gobernador Felipe Solá, pieza clave del desembarco kirchnerista en la Provincia, recomienda no confiarse. Dice que la riña de gallos con el duhaldismo alejó a votantes independientes que votarían a Cristina. Ellos habrían engrosado en las últimas semanas las filas de los indecisos. "Es difícil que apoyen a otro candidato, pero hay que conseguir que vayan a votar", explica Solá, que reclama hablar del futuro, mientras le toma cada día la temperatura a la Provincia junto con su hiperactivo ministro de Gobierno, Florencio Randazzo.

Mientras tanto, duhaldistas curtidos en mil batallas ya calculan cómo acorazar un posible repliegue. Piensan dar pelea para mantener a Eduardo Camaño en la presidencia de la Cámara de Diputados. Y si no lo consiguen, proyectan armar un bloque de diputados peronistas enfrentados a Kirchner, que podría reunir a unos 40 integrantes, con los cuales condicionar el tránsito legislativo. Camaño ya advirtió que el próximo Presupuesto andará por un camino empedrado (...).

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Eugenio Paillet escribió en el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:

"(...) Las encuestas propias y ajenas que vaticinan un amplísimo triunfo de Cristina Fernández les otorga, dicen, "un piso impecable". Lo explica un operador: "Sabemos que algo de esa brecha se puede perder, pero si arrancamos de una diferencia de 25 puntos, que terminemos con 18 o 19 sobre 'Chiche' es un triunfazo".

¿Cuál sería entonces la razón por la cual, frente a tan cómodo cuadro, los K reforzarán su presencia en territorio bonaerense en las semanas que vienen? Misterio.

Analistas políticos que visitaron esta semana a Eduardo Duhalde en Lomas de Zamora se animan a cerrar ese interrogante. Dicen haber visto a un caudillo "con una tranquilidad que abruma" sobre el resultado de la elección en la provincia. Sus propios números --ha deslizado ante esos visitantes-- son tan promisorios para "Chiche" que explicarían la frase de Eduardo Camaño --"Si perdemos por 5 puntos, los que vamos a festejar somos nosotros"-- y la reconcentración de fuerzas del kirchnerismo en territorio enemigo.

Pruebas al canto: Kirchner había prometido volver de Estados Unidos y ponerse a la cabeza de la campaña de Rafael Bielsa en la Capital Federal. Sin embargo, no pisará ese territorio en las próximas semanas. En cambio, hará casi un acto por día junto a Cristina y a Felipe Solá en el conurbano a partir de mañana.

Esas urgencias que se esconderían detrás de encuestas contundentes alumbrarán una nueva estrategia, sobre la que Aníbal Fernández ya ha entregado retazos: salir a profundizar la embestida contra "Chiche" y empezar a tender puentes con Duhalde, pero nada más que para profundizar la brecha entre lo que los estrategas del kirchnerismo consideran el pensamiento del ex presidente y el "capricho" de su mujer.

Herejes de la política, entregan al pasar una anécdota: cuentan que, en el arranque de esta historia, el caudillo de Lomas desaconsejaba la candidatura de "Chiche", convencido de la inutilidad de pelear no ya contra Cristina sino contra la billetera de Kirchner, que haría estragos, como lo hizo, entre sus intendentes fieles.

"Yo te aguanté a vos veinte años en política; ahora bancame a mí esta candidatura", dicen que le reprochó "Chiche".

Como muchas otras cosas en el kirchnerismo, la jugada esconde un doble fondo: algunas demostraciones de fuerza que ha hecho Duhalde estos días en el Congreso y la impresión de que, cualquiera sea el resultado de octubre, el ex presidente quedará en pie y con posibilidades de tener una buena tropa parlamentaria entre propios, aliados provinciales y enemigos acérrimos del santacruceño, como menemistas y adolfistas, estarían motivando ese "ablandamiento" oficial sobre la figura de Duhalde (...)".

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