"Una cosa es hablar en el llano y otra es estar arriba"

A continuación, la opinión de un usuario sobre el libro titulado "Argentina hacia el año 2000" por Carlos Saúl Menem.

Sr. Director:

"La modernización no pasa por aceptar, sin mas trámite los dictados del imperio. La modernización que nos propone el radicalismo es regresiva es apenas un desempolvar de la ideología liberal. El radicalismo impulsa un crecimiento privatizado, suponiendo que el replegamiento del Estado va a desagravar todos los males. Solucionan todo muy fácil: quieren privatizar empresas y racionalizar cien mil empleados públicos. Relativizan el concepto de dependencia, basándose en una universalidad que termina diluyéndose en la Historia. Nosotros debemos asumirnos como integrantes del Tercer Mundo. No somos un país satélite. El peronismo propone una actitud auténticamente soberana, que debe traducirse, por ejemplo, en la nacionalización del comercio exterior y la nacionalización de los depósitos bancarios".

Alguien, algún peronista jerarquizado, pronunció tales palabras, durante el gobierno del doctor Raúl R. Alfonsín.

Recordemos que se quiso formar una sociedad mixta con Aerolíneas Argentina y otra firma nórdica europea.

Era tal el odio y el rencor hacia el radicalismo que todo lo que se hacía merecía por parte de los inútiles dirigentes peronistas las más acerbas críticas.

No querían saber nada con la privatización y apostaban todo a seguir con el régimen del estatismo en el que, aparentemente, estaban a gusto.

El sistema corrupto citado era su meta y allí se quedaban como si la carrera hubiera finalizado.

Las palabras que anteriormente se citan evidencian que no todos, dentro del Partido Peronista o Justicialista, pensaban de tal manera.

Alguno tratará de adivinar y dirá que las pronunció Cafiero, o Duhalde o Luder, pero se equivocan, tales expresiones, aunque parezca mentira pertenecen al doctor Carlos Saúl Menem.

Acudan al libro titulado "Argentina hacia el año 2000" por Carlos Saúl Menem y allí verán una serie de frases hechos que no dejan traslucir el mínimo conocimiento del manejo de la economía y de las finanzas.

¿Que pasó más tarde? Lo ignoramos. Posiblemente la ambición por el poder obró el milagro de que el autor de este folletín de barricada se diera cuenta que una cosa es hablar en el llano y otra cosa es estar arriba. Si lo comprendiera al menos el señor Kirchner, esta metida de pata de Menem habría servido para algo.

Descartes

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