Fernando Henrique explica qué es ser neoliberal

En una columna en el diario 'O Globo' que se distribuyó a una cadena de diarios en el mundo, el ex presidente (¿y futuro presidente?) de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, explica qué es, para él, ser un neoliberal:

"(...) Pero es innegable que sea cual fuera la coyuntura electoral, Brasil tiene problemas que necesitan ponerse en la ecuación. Necesitamos seguir fortaleciendo las instituciones, empezando con las estructuras del mercado. Está en la naturaleza de los mercados capitalistas resolver sus problemas, a veces por medio de crisis y destrucciones.

El mercado es la institución que la historia decantó para así, haciendo del interés personal el motor de la vida económica, permitir la convivencia competitiva entre las personas y las unidades productivas. El mercado, aun así, no resuelve los problemas colectivos, de la sociedad y de las personas, ni las desigualdades. Es preciso fortalecer otras instituciones, del Estado y de la sociedad civil, que puedan contraponerse o complementar la lógica implacable de los mercados.

En mi opinión, "neoliberal" es quien no lleva adelante, con creatividad y energía, políticas públicas universales (salud, educación, asistencia social, tributación, etcétera) que den oportunidades más equitativas. Es neoliberal quien no construye instituciones, dejando al mercado operar solo.

Es neoliberal quien no percibe que en la sociedad contemporánea no fue la burocracia estatal en su arrogancia la que construyó un mundo mejor. Esto depende más de empresas conjuntas entre el gobierno y la sociedad civil y de la creación de instituciones que abran espacios, en las democracias representativas, para formas más deliberativas y más participativas.

Neoliberal, en fin, es aquel que no sabe separar el interés público del privado. Este retrato tiene más parecido con el gobierno del Partido de los Trabajadores que con el del PSDB.

Será necesario juntar de nuevo competencia técnica y habilidad política, como se hizo con el Plan Real. Difícilmente escaparemos de este enredo sin exponerle a la sociedad la crisis fiscal que se avecina, impulsada por la escalada de los gastos de asistencia y por el exceso de funcionarios producidos por el gobierno actual.

Por otro lado, sin un crecimiento económico más sólido, sin reducción de los intereses de la deuda interna, ¿cómo pensar en serio en una reforma tributaria que no resulte en más impuestos y en menor efecto distributivo y cómo invertir más en infraestructura?

¿Cómo perfeccionar la red pública de salud y educación? ¿Cómo fortalecer la agricultura familiar? ¿Cómo extirpar los bolsones de miseria? Esos son los compromisos socialdemócratas contemporáneos.

Por último, los partidos deberán decir lo que proponen para la reforma del sistema electoral y de partidos, para la seguridad pública y para el acceso rápido a las decisiones judiciales (...)"

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