Crece el escepticismo de Kofi Annan sobre Irak

2 de cada 3 iraquíes en condiciones de votar fueron a las urnas a expresarse sobre la nueva Constitución. Sin embargo, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, de paso por Salamanca, España, y en diálogo con el diario El País, dijo que el proceso para aprobar la Constitución iraquí no ha sido integrador y, pase lo que pase en el referéndum, la violencia continuará.

Alta participación y escasos incidentes. Así transcurrió ayer el referéndum sobre la Constitución con la que los iraquíes van a sentar las bases de un nuevo modelo de Estado democrático y descentralizado. Estimaciones oficiosas situaban en torno al 65% del electorado el número de los que habían acudido a votar, pero, a falta de datos oficiales, lo más destacado era una mayor concurrencia de árabes suníes que en las legislativas de enero. El fuerte respaldo entre chiíes y kurdos hace previsible la aprobación de la Constitución. "La jornada ha transcurrido muy bien, con una alta participación y menor violencia de lo que se anticipaba", declaró Corina Perelli, representante de la ONU en la comisión electoral iraquí.

En total, 1 civil y 6 soldados iraquíes murieron en ataques relacionados directamente con la votación, pero diversos atentados contra colegios electorales sólo causaron algún herido leve. Además, la comisionada de Naciones Unidas mencionó el cierre de un colegio en Ramadi por una disputa tribal, así como que se estaba investigando "el asalto a otros colegios en Abu Ghraib en los que se ha herido a un empleado electoral y se ha podido perder alguna urna".

Sin embargo, Kofi Annan, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, mantuvo el siguiente diálogo con Berna G. Harbour, del diario 'El País', de Madrid, España:

-Los iraquíes están votando una nueva Constitución. ¿Cree que el texto puede unirles o, por el contrario, reafirmará las fisuras entre sus grupos religiosos y étnicos?

-El proceso de redacción de la Constitución estaba planteado como un punto de encuentro para acelerar la reconciliación. Si el proceso se hubiera hecho de manera que cada grupo en Irak viera su futuro e intereses protegidos, se podría dar un paso adelante, con confianza; si hubiera un texto integrador, aceptado por todos y los resultados del referéndum y elecciones posteriores fueran aceptados por todos...; pero en lugar de un proceso integrador y reconciliador que se podía esperar, hay una oposición suní fuerte al documento, así que no sé cuál será el resultado.

Pero yo siento que no es integrador y que no será el ejercicio de reconciliación que se esperaba. Está bastante claro, pase lo que pase con el referéndum, que la violencia no va a parar. Ayer mismo se han aprobado nuevas enmiendas a esa Constitución. ¿Cómo las van a hacer llegar al pueblo? ¿Cómo se van a enterar? El proceso no es perfecto, así que la gente se hará preguntas.

-La ONU ha fracasado en su objetivo de evitar las guerras. ¿Cuál será su poder real en el futuro, tras esos fracasos?

-El verdadero poder de la ONU es el que los Estados miembros quieran darle. La organización ha asumido el liderazgo en la lucha contra la pobreza, contra el sida y otros males. Estamos acostumbrados a mirar siempre los conflictos desde un punto de vista político, muy estrecho, cuando resulta que hay bases económicas para el conflicto.

A veces la gente lucha por los recursos y si trabajas por el desarrollo económico e intentas establecer un entorno pacífico y estable puedes evitarlo. Uno de los mensajes de la cumbre de la ONU de septiembre en Nueva York, que ha supuesto un gran avance, es la aceptación de que no hay seguridad sin desarrollo y que no hay desarrollo sin seguridad. Y no tienes nada de ello si no hay un respeto a los derechos humanos y el imperio de la ley.

Cuando se habla del poder o la debilidad de la ONU hay que decir que la ONU es hija de sus Estados miembros. En cuestiones en que sus Estados miembros no están convencidos y no hay voluntad, la ONU no puede hacer mucho. A veces hablamos de la ONU como si fuera un poder satélite y los miembros no tuvieran responsabilidad.

-Pero lo cierto es que la ONU es hoy más débil que hace 10 años.

-Si está comparando la reciente guerra de Irak con la anterior, en que la ONU adoptó una resolución que autorizó la guerra para que Irak se retirara de Kuwait...

-Me refiero a Irak, pero también al fraude en el plan Petróleo por Alimentos -en el que está implicado su propio hijo-, a...

-Sí. Irak es lo importante, porque el Consejo de Seguridad discutió muy seriamente y al final decidió no apoyar la guerra. Actuó tal y como debía actuar. La mayoría de los miembros pensó que no apoyaba la guerra. Irak ha introducido diferencias importantes en la organización, y hemos tenido el caso de Petróleo por Alimentos que ha enturbiado su imagen. Era un programa tan complejo. Sadam Husein tenía derecho a seleccionar las empresas y los contratos eran autorizados por el Consejo de Seguridad. Era una transacción comercial con una carga burocrática y política enorme. Hemos decidido llegar hasta el final con ello.

Otros fragmentos de la entrevista:

-Llega usted a España en plena crisis de la inmigración en Ceuta y Melilla. ¿Qué papel cree que debe jugar la ONU?

-Tenemos una posición activa a través de ACNUR. Cuando empezó la crisis, enviamos3 equipos: a Canarias, a Ceuta y Melilla y a Marruecos. El equipo principal está aún ahí y estamos cooperando. Creo que no podemos parar la inmigración y que va a continuar, pero lo importante es que la gestionemos de forma efectiva para todos. Yo acepto que los Gobiernos quieran controlar sus fronteras, pero los inmigrantes deben ser tratados con humanidad, de acuerdo con la ley internacional y con respeto a la dignidad. También es necesario chequear bien todos los casos, porque hay demandantes de asilo o refugio que no deben ser rechazados. Deben ser separados para que su caso sea tratado. Nuestra comisión de refugiados ha identificado algunos casos y está intentando resolver esa situación. Mi llamamiento es que, aunque el Gobierno no tiene responsabilidad en el flujo de inmigración, tiene la responsabilidad de tratar a la gente humanamente, a pesar de su raza y con un respeto a su dignidad.

-A pesar del avance de las democracias en América Latina, los fenómenos de inestabilidad se están reproduciendo.

-Latinoamérica ha vivido una increíble transformación, los generales han vuelto a los cuarteles y los abusos de derechos humanos, en general, han quedado atrás. Pero, a pesar de esos avances, hay un enorme grupo de pobres a los que se les ha pedido que acepten los ajustes sociales y las fuerzas del mercado en aras de una prosperidad que nunca llega. Entonces viene la frustración y la tendencia de estos pueblos a tomar las calles y cambiar Gobiernos. Si animamos a la gente a tomar la calle para cambiar Gobiernos, eso lleva al triunfo de políticos populistas que pueden prometer todo lo que no van a poder cumplir. Así que hay que tener cuidado con las necesidades de los no privilegiados, reconciliar esas sociedades y llevar los asuntos del Gobierno de forma que cada miembro de la sociedad sienta que el Gobierno es suyo también.

-¿Quién tiene el poder? ¿La ONU o Estados Unidos?

-Estados Unidos es la superpotencia en términos económicos, militares y de influencia política en el mundo. Dicho esto, la ONU es una organización de Estados soberanos y tratamos los problemas contra los que ningún país, por muy poderoso que sea, puede afrontar solo, sea terrorismo, proliferación nuclear, enfermedades como el sida, el SARS. Ahora tenemos la gripe aviar. Tenemos que trabajar juntos en nuestro sistema de seguridad colectiva. EE UU es poderoso, pero no puede hacerlo solo, sin las demás naciones.

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