Boca se prepara pero algo lo preocupa

Boca se prepara con algunos problemas para recibir por la 12ª fecha al alicaído Newell´s en la Bombonera. Descartados Palermo y Bilos, la dupla de ataque la conformarían Rodrigo Palacio y Marcelo Delgado. Abbondanizieri se enojó por las polémicas que se generaron con su actualidad deportiva y por las encuestas que se provocaron desde los medios para determinar quién debe ser el arquero de la selección argentina. Los ánimos, en general, están convulsionados.

Boca se apresta a defender la punta del campeonato y tratar de sacarle más ventajas a Vélez.

En cuanto a las lesiones, Martín Palermo sufrió un desgarro de cuatro milímetros en el recto anterior del muslo izquierdo la semana pasada y no practicó en los últimos días.

El problema del 9 de Boca comenzó en el partido que el equipo le ganó a Quilmes en el sur 4 a 0.

Por otra parte, Daniel Bilos, padece neumonía desde hace algunos días y no practicó con el plantel "xeneize" durante la semana.

Por este motivo no jugó en el partido de ida de los cuartos de final de la Sudamericana en Brasil cuando Boca cayó por 1 a 0 envuelto en polémicas y discusiones.

El médico del plantel decidió que no concurriese a entrenar porque consideró necesario guarde reposo en su domicilio.

Pero la buena del "gigante de Pergamino" es que trascendió que podría ser citado por Pekerman para uno de los dos amistosos que va a jugar Argentina en noviembre. Pero con este cuadro…..

Algo que no se comentó demasiado fue que Alfio Basile, la semana anterior, dispuso entrenar a puertas cerradas.¿Por qué?

De acuerdo a los antecedentes esto siempre ocurrió tras una derrota.

Con San Lorenzo y ahora con Interncional de Porto Alegre.

Es más, ordenó que la prensa fuese desalojada del sector del playón porque no quería tener contacto alguno.

Pero la prensa esperaba por Guillermo y algún otro jugador el día después de la derrota en Brasil.

Y no por Basile.

¿Cómo terminó la historia de Basile y su salida luego de la derrota con Inter?

Mandó a la prensa a las tribunas de Casa Amarilla y el salió para abordar su vehículo en el playón donde se ubica la prensa para evitar de ese modo todo acercamiento posible con ellos.

Aunque se supo que no actuó así con todos los medios.

Siempre que pasó esto, habló pero con quién él elige hacerlo.

Ventajas que tienen algunos con estos técnicos que no tratan a todos por igual, algo que está muy mal.

Pero así llega Boca a este partido.

Antes del clásico con River, (último partido jugado por el Apertura) ostentaba una gran potencialidad que asustaba a sus rivales.

Pero después del paso por el Monumental y el viaje a Brasil, a Boca el balance desde los resultados no le resultó positivo.

No ganó ninguno y encima no marcó goles.

Y estos problemas se atan a las ausencias de Daniel Bilos y Martín Palermo hombres importantes en este sentido.

Pero en materia de complicaciones esto no termina acá.

Preocupa y mucho la seguidilla de partidos que se avecinan sumadas a las bajas de las que hablamos.

El choque con Bánfield por la 13a fecha del torneo Apertura, será el lunes 7 del mes próximo, por lo que Boca contaría con muy pocas horas de recuperación para el desquite frente al club brasileño el jueves 10 en la Bombonera.

Y este partido debe ganarlo si ó sí, agravado porque antes le toca un partido durísimo con Bánfield en el sur.

Boca está preocupado.

Se le viene un tramo que puede ser crucial en los 2 frentes y quiere estar lo mejor posible. Algo lógico.

Pero desde lo deportivo se generaron algunas dudas que se le suman a la baja de jugadores importantes.

El sábado como oponente tendrá un equipo con serios problemas. En todo sentido.

Pero pueden ser los partidos más traicioneros.

Newell´s puede jugar su mejor partido del campeonato y complicarle la existencia a Boca. Cosas que ocurren a menudo con este tipo de situaciones.

El equipo de Boca para recibir al conjunto rosarino sería el siguiente: Abbondanzieri; Calvo, Schiavi, Daniel Díaz y Krupoviesa; Battaglia, Gago y Marino; Insúa; Palacio y Marcelo Delgado.

La marcha de Boca era a paso firme, casi perfecto desde los resultados y no así desde el funcionamiento de equipo, pero imprevistamente sufrió algunas dificultades.

De todos modos, el plantel y Basile lejos están de desmoralizarse y perder de vista sus objetivos: ganar el Apertura y la Copa Sudamericana.

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