Aliados y no aliados: Premios K para los fieles

En el reacomodamiento político de piezas poselectoral, Néstor Kirchner se está encargando de dejar bien en claro quiénes son sus hombres en el interior del país, qué tipo de beneficios y qué misiones tendrá cada uno de ellos de aquí en adelante. En la mira están las elecciones de renovación de cargos ejecutivos de 2007 y en las dos semanas que pasaron luego de los comicios del 23 de octubre, se ha trazado una línea que delimita a gobernadores afines y aliados, de aquello que no integran el proyecto K.

El desfile de mandatarios fieles por Casa Rosada en los últimos quince días fue un ejemplo evidente de este movimiento político que, además, se expresa en la 'bondad' con que el Presidente está concretando las promesas de fondos públicos federales hechas durante la última campaña electoral.

Vale la pena tomar dos ejemplos. Por un lado, la Mendoza de Julio Cobos, un radical de estrecho vínculo con Kirchner y, por el otro, Chaco, conducido por Roy Nikisch, líder enrolado en la UCR, pero en el palo de su actual conductor nacional, Angel Maza, hombre que está muy lejos de ser amigo del Presidente.

Con estos antecedentes, mientras Cobos se entusiasma por estos días con la construcción de obras clave para el tren Buenos Aires-Mendoza, por las cuales Nación desembolsará $106 millones; Nikisch no logra saber si Kirchner le dará finalmente una audiencia privada para poder hacerle llegar las necesidades de su provincia, hoy muy complicada por una de las peores sequías de su historia.

Los planes ferroviarios para Mendoza incluyen además la concreción del ambicioso proyecto del Tren Trasandino, que unirá Mendoza con Chile, y compite con el otro trasandino que impulsa Neuquén, comandada por el ultraopositor Jorge Sobisch. Asimismo, otro proyecto mendocino es el tranvía urbano para conectar el Gran Mendoza desde Maipú hasta Las Heras.

En paralelo, Kirchner también presta su atención a otros líderes que, si bien no son gobernadores, integran una suerte de 'semillero' del Frente para la Victoria que podría dar sus resultados en 2007. Un caso a tomar en cuenta es el rionegrino Julio Arriaga, el electo diputado nacional que fue recibido en la Casa de Gobierno días atrás. Allí, el Presidente le garantizó al ex intendente de Cipolletti que tendrá un rol importante en la Cámara de Diputados de la Nación.

"La misión es avanzar en el proyecto de recuperar Río Negro. Es una provincia que estoy siguiendo muy de cerca", deslizó el santacruceño, quien además adelantó la posibilidad de estar durante diciembre en este distrito patagónico que hoy comanda el radical Miguel Saiz.

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