Fujimori desestructura las negociaciones entre Chile y Perú por el conflicto marítimo

Un giro inesperado a las negociaciones que por estos días debían mantener las autoridades chilenas y las peruanas en el marco del conflicto marítimo que se reflotó la última semana se sucedió por el sorpresivo arribo del ex mandatario peruano, Alberto Fujimori, a Chile. ¿Es muy arriesgado suponer que Perú sabía de las intenciones de Chile de "recibir" a Fujimori como turista por un mes y por ello sacó a la luz el conflicto limítrofe? ¿O a raíz del planteo peruano Chile desistió de expulsar a Fujimori de ese país y alargar su estancia mientras dure el juicio de extradición? Varias dudas quedan aún sin despejar mientras la relación entre ambos países se torna cada vez más densa.

El ex presidente de Perú, Alberto Fujimori, prófugo de la justicia peruana desde febrero de 2001, fue detenido esta madrugada en Chile, horas después de haberse alojado en un hotel de Santiago donde se hospedó como turista.

Fue conducido a dependencias de la Escuela de Investigaciones (policía civil) por orden del magistrado Orlando Álvarez, juez de turno de la Corte Suprema, quien acogió una solicitud de la cancillería peruana.

Ahora se librará la apertura del juicio de extradición para lo que viajaron a Chile, el ministro del Interior de Perú, Rómulo Pizarro, y el procurador anticorrupción Antonio Maldonado, además de familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos cometidas bajo el régimen de Fujimori (1990-2000).

Con su intempestiva aparición, Fujimori puso fin a una fuga de cinco años, que él dio forma de "auto exilio" en Japón.

El plan de Fujimori, según informó su portavoz Luis Silva Santiesteban, ex embajador y dirigente del movimiento fujimorista "Sí cumple", era permanecer temporalmente en Chile para reingresar luego a Perú y participar como candidato en las elecciones presidenciales del 9 de abril de 2006 para lo que debería formalizar su candidatura a más tardar en enero. Esto explicaría su decisión de abandonar su seguro refugio japonés, donde el gobierno rechazó dos causas de extradición iniciadas por las autoridades judiciales y diplomáticas de Perú.

De esta manera, desafiaría la decisión del Congreso legislativo peruano que el 23 de febrero de 2001 lo privó de sus derechos ciudadanos y le prohibió ocupar cargos públicos por 10 años, atendiendo a su condición de prófugo de la justicia, que le ha formulado cargos en 21 procesos, algunos de lesa humanidad, informa IPS Noticias.

Fujimori viajó en un avión privado, con autonomía suficiente para atravesar el Pacífico sin escalas desde Tokio hasta la ciudad de Tijuana, en el norte de México. De ahí cumplió un vuelo directo a la capital chilena.

Lo hizo en compañía de tres personas aún sin identificar, un peruano, un ciudadano japonés y otro estadounidense.

El Gobierno de México informó hoy que investiga el breve "paso" por su país el pasado sábado del ex presidente pese a que Perú le solicitó dos veces hace tres años mantener la "alerta migratoria".

El Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano, que depende del ministerio de Gobernación (Interior), indicó en un comunicado que el ex presidente peruano llegó a Tijuana a las 22.10 horas locales del sábado (04.10 GMT del domingo), en un avión privado que partió 50 minutos después hacia Santiago de Chile.

# ¿Oportuno?

El arribo de Fujimori a Chile se produjo cuatro días después de que el parlamento peruano aprobó por unanimidad una ley que reformuló los límites marítimos con Chile frente a la línea fronteriza de la Concordia, extendiendo la jurisdicción peruana hacia el sur en una proyección triangular que abarca 1.200 millas marítimas.

Acto seguido, el gobierno chileno de Ricardo Lagos objetó la ley peruana y reivindicó la soberanía sobre las aguas en disputa, de acuerdo a los tratados de límites que los dos países suscribieron en 1952 y 1954, tras el largo contencioso abierto por la guerra del Pacífico (1879-1883) en que Chile derrotó a Perú y Bolivia.

En las últimas horas el gobierno chileno decidió no expulsar a Fujimori por lo que algunos medios de prensa chilenos afirmaron que Lagos priorizó la vía judicial para evitar una politización del caso en el ámbito del conflicto por los límites marítimos.

Hoy el mandatario chileno sostuvo: "Espero que la situación del ex Presidente Fujimori en Chile no sea un obstáculo en las relaciones que debemos tener con Perú".

En ese sentido dijo que si ese proceso se lleva a cabo de acuerdo a las normas de ambos países, no se debiera ver afectado el desarrollo normal de las relaciones bilaterales.

Ambos mandatarios se encontraron durante la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata pero no sostuvieron reuniones para tratar este conflicto, que Chile considera un asunto bilateral, mientras Perú está dispuesto a llevarlo a la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

Cabe señalar que los renovados factores de conflictos entre los países irrumpen a poco más de un mes de los comicios presidenciales del 11 de diciembre en Chile mientras Perú elegirá presidente el 9 de abril.

# En contra

"No me gusta que un personaje como Fujimori, un dictador brutal, esté en Chile y no me gusta que nuestro país sea guarida de dictadores", dijo ayer el diputado y candidato a senador Guido Girardi, del Partido Por la Democracia, miembro de la gobernante coalición de centroizquierda.

Michelle Bachelet, candidata presidencial de esa misma alianza y favorita para ganar las elecciones de diciembre, expresó también su molestia por la llegada de Fujimori a Chile y demandó explicaciones a las autoridades policiales sobre su ingreso, pues desde marzo de este año la Policía Internacional (Interpol) lo colocó en 183 países bajo régimen de "difusión roja".

Marianela Gómez, jefa de Interpol en Chile, explicó que esa orden obligaba a dar aviso al país requirente del prófugo, en este caso Perú, pero que la misma no surtía efecto automático para una detención sin orden judicial, la cual se cumplió en la madrugada de este lunes.

El gobierno de Toledo trató de que Chile dispusiera administrativamente la expulsión de Fujimori y lo entregara a las autoridades peruanas, lo cual no fue aceptado por el canciller chileno Ignacio Walker, quien recordó a su par limeño Óscar Maúrtua que existía un tratado bilateral de extradición de los dos países desde 1932.

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