GRAN COMPRA DE DEUDA REALIZÓ EL BCE

Estratégico encuentro entre Merkel y Sarkozy

El BCE compró deuda por € 22.000 millones la semana pasada para salvar a España y Italia, la mayor adquisición semanal de bonos soberanos desde que el organismo comenzara a hacerlo, en mayo de 2010.

Se dan cita hoy (martes 16/08) en París, Francia, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.

 
Luego de 2 horas después se espera una rueda de prensa conjunta y una cena.
 
El escenario en que ocurre el encuentro, es complejo: el Banco Central Europeo (BCE) compró deuda soberana de países de la Eurozona por valor de € 22.000 millones la semana pasada, en su mayor parte se trata de España e Italia. 
 
En menor medida se corresponde con deuda pública de Portugal e Irlanda, aunque el organismo no señala qué porcentaje corresponde a cada país. 
 
Es el mayor esfuerzo económico de ayuda a un país que ha hecho este organismo en una semana desde que comenzó a realizar este tipo de compras en mayo de 2010, en pleno proceso de rescate a Grecia, cuando adquirió € 16.500 millones en títulos de deuda helena.
 
El BCE intervino de nuevo en el mercado secundario de deuda pública de la zona del euro, tras no haberlo hecho durante diecinueve semanas consecutivas, desde finales de marzo. 
 
La acción se enmarcaba dentro del plan de seguridad de los mercados (en inglés, Security Market Programme) que el regulador europeo desarrolló en las fechas en las que se negociaba el primero de los rescates a países del euro.
 
La entidad monetaria europea no especifica los países de los que ha adquirido la deuda pero informó el 07/08 de que iba a proceder a adquirir bonos de España e Italia tras los ataques especulativos. 
 
Según algunos operadores de los mercados, el BCE compró la semana pasada deuda de España e Italia y el 4 y 5 de agosto bonos soberanos de Portugal e Irlanda. 
 
Hasta ahora el BCE ha adquirido deuda pública de la zona del euro por valor de € 96.000 millones.
 
La cantidad semanal más alta de deuda adquirida hasta ahora fue de € 16.500 millones, en mayo de 2010 cuando los mercados penalizaban a Grecia. 
 
El 4 de agosto el consejo de gobierno del BCE decidió mantener el programa de compra de deuda pública para ayudar a los países que atraviesan dificultades de financiación pese a la oposición del presidente del Bundesank, Jens Weidmann, y el economista jefe del BCE, el también alemán Jürgen Stark.
 
Los gobernadores de los bancos centrales de Holanda, Luxemburgo y Finlandia también se opusieron, según algunos medios de comunicación. 
 
El BCE ha sido muy criticado por adquirir deuda soberana de España e Italia desde el lunes de la semana pasada, si bien esta intervención ha contribuido a bajar la rentabilidad de los bonos a 10 años de estos 2 países.
 
El interés de los bonos españoles a 10 años bajaba hoy al 4,9% y el de los bonos italianos ha llegado a bajar al 4,89% tras haber superado el 6% en ambos casos en julio y comienzos de agosto, hasta que el BCE comenzara a intervenir. 
 
La rentabilidad del Bund (bono alemán a 10 años) se situaba en el 2,33%.
 
Los temas del encuentro Merkel-Sarkozy:
 
1. Eurobonos. Oficialmente su creación no será abordada. Pero las presiones externas e internas sobre el Gobierno alemán para que Berlín acepte medidas contundentes contra la crisis del euro se multiplicaron ayer. Al menos dos influyentes patronales de empresarios exigieron a la canciller que acepte la emisión de eurobonos, aunque condicionados a ciertos requisitos.
 
El portavoz de la canciller insistió en que los eurobonos “no jugarán ningún papel” en este encuentro, sin atreverse a decir que no lo harán a medio o largo plazo. De hecho, los representantes de Merkel tuvieron que hacer piruetas semánticas ayer para evitar quitar importancia al encuentro, para el que Sarkozy anticipó “iniciativas extremadamente ambiciosas”.
 
Lo cierto es que Berlín no controla ya el debate sobre la eventualidad de emitir eurobonos, que se ha desbocado con la extensión de la crisis a Italia, España y Francia.
 
Varios políticos alemanes, como el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, han dado alas de optimismo a aquellos que, como el partido socialdemócrata, creen que ya no hay otra alternativa que la emisión de deuda conjunta, aunque para ello haya que establecer nuevos mecanismos de control o incluso que los países afectados cedan algún tipo de soberanía presupuestaria.
 
En todo caso Berlín avisó de que “el objetivo central es superar la crisis y asegurar la estabilidad de la unión monetaria”.
 
2. Más fondo de rescate. Otro punto de fricción es el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, piedra angular para calmar a los inversores. Francia es proclive a aumentar la dotación de esta hucha de rescate para hacer frente a futuros problemas en países como Italia o España, pero Alemania se niega a seguir costeando los errores de los demás estados miembros.
 
Según explica Philippe Waecher, responsable de estudios económicos de Natixis Asset Management, “mientras se ocupe sólo de Grecia, Portugal e Irlanda, no hay problemas de medios, pero sí los habrá si extendemos su ámbito a países como España o Italia”.
 
3. Fondo Monetario Europeo. El ministro alemán de Economía, el liberal Philipp Rösler, insisitó ayer en la creación de un consejo de estabilidad europeo independiente. Este organismo se encargaría de velar por el el freno al endeudamiento estatal y el dictado de sanciones para los estados que no lo hagan. 
 
“El consejo de estabilidad independiente reafirmaría esas exigencias", dijo Rösler, quien considera que, a la larga, ese consejo podría convertirse en una institución similar al Fondo Monetario Internacional.
 
4. Una voz única. Los dos países apoyan al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, como portavoz del euro en detrimento de Barroso o Juncker.

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