Ronaldinho, O Rei da FIFA

Ronaldo de Assis Moreira, 'Ronaldinho', jugador del FC Barcelona y de la Selección de Brasil, fue proclamado nuevamente Mejor Jugador del Mundo en 2005 por la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) tras superar, con 956 votos, al inglés del Chelsea, Frank Lampard (obtuvo 306), y a su compañero en el Barca, el camerunés Samuel Eto'o (190 votos). Es el 2do. jugador que gana 2 veces el premio de la FIFA (el otro había sido su compatriota Ronaldo Nazario de Lima, del Real Madrid, ganador en 196 y 1997). En total, 159 seleccionadores y capitanes de selección eligieron a Ronaldinho como Nº1. 46. Días atrás, la revista EDICIÓN i publicó una extensa nota sobre Ronaldinho:

La historia

Extraordinario talento individual al servicio de su equipo FC Barcelona, Ronaldo de Assis Moreira, o Ronaldinho Gaúcho, logró en el año 2005 su consagración definitiva, es su año de gloria. Ya en diciembre de 2004, la FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado) lo había elegido Mejor Jugador del Mundo, pero desde entonces ha sumado más precios, títulos y dinero. Ronaldinho Gaúcho ganó la Liga Española, la Supercopa de España y la Copa de Catalunya, que llevó al FC Barcelona a renovarle su contrato hasta el año 2010 con una remuneración anual estimada en € 6 millones.

En tanto, en la Seleção Brasileira, el éxito no fue menor: ganó la Copa de las Confederaciones, con una goleada final sobre el eterno rival, la Argentina. Y en lo individual, ganó el Balón de Oro que otorga cada año, luego de una votación mundial, la revista France Football, que resulta el trofeo de más prestigio para un jugador en Europa. A los 25 años, este humilde y simpático astro también fue elegido Brasileño del Año en los deportes por el semanario Istoé, y tiene ahora una responsabilidad sobre sus espaldas: llevar a su equipo nacional a ganar otro título de la FIFA en Alemania 2006.

Él vive en Castelldefells, a 20 minutos de Barcelona. Su historia arrancó difícil. Su papá, Joao, murió cuando él tenía 8 años, y al frente del hogar quedó ‘doña Miguelina’, su mamá, a quien Ronaldinho Gaúcho no duda en llamar, una y otra vez, "la mujer de mi vida". También estaban sus hermanos: Deisi, hoy a cargo de la agenda y la asesoría de prensa de su hermano famoso; y Roberto de Assis, hoy un empresario a cargo de negocios diversos que emprende Ronaldinho Gaúcho, hoy muy compenetrado en su pequeño João, de 10 meses, cuya mamá es una bailarina del programa de TV Domingão do Faustão. Por lo que se sabe, el embarazo no fue planificado, pero Ronaldinho no dudó en asumir la paternidad y lo bautizó João, en homenaje a su padre.

En 1987, a los 7 años, Ronaldinho acompañaba a los entrenamientos a su hermano Assis, que jugaba en el Gremio, de Porto Alegre. Algunos dirigentes del club lo invitaron a ingresar a la escuela de fútbol del club, y su padre, João Moreira, ex arquero del Gremio, lo ingresó. A los 16 años, cuando jugaba en la reserva del Gremio, el sub-17, su hermano Assis –quien por entonces jugaba en el Sion, de Suiza- le aconsejó firmar un contrato de exclusividad con Nike: "Si bien no le pagaban dinero, le daban indumentaria y calzado y quedaba vinculado a la marca que patrocina a los grandes jugadores", dice Assis, hoy de casi 35 años.

Él ingresó a la sub-17 brasileña y fue campeón en el mundial jugado en Egipto, en 1997. Cuando regresó, fue titular en el Gremio. Y dos años después, en 1999, a los 19 años, gracias a un entrenamiento entre el DT Vanderlei Luxemburgo y el jugador Edilson, jugó en la Selección Brasileña contra Letonia. Pero fue recién contra Venezuela, por la Copa América de 1999, cuando conquistó a los ‘torcedores brasileiros’, al hacerle un inolvidable ‘sombrero’ a un adversario y marcar un gol. El ascenso fue imparable.

En el año 2001, él fue a jugar al Paris Saint-Germain, en Francia. Jugó con el 21. Nació un día 21 (de marzo). Su primer llamado a la Selección fue un día 21. Una admiradora le envió una carta explicándole que su nombre tiene 21 letras y su número de la suerte era el 21.

En 2003, pasó al FC Barcelona, donde parece haberse quedado para siempre, pero con la 10. El 19 de noviembre, después de marcar el 2-0 contra el Real Madrid, en el estadio Santiago Bernabeu, el día del 3-0, fue ovacionado por los simpatizantes del Madrid, algo que sólo había sucedido una vez, en 1984, con Diego Armando Maradona.

Ronaldinho recibe fortunas. Pero su figura es un gran negocio para quien lo paga. Desde que ingresó al FC Barcelona, la facturación del equipo catalán aumentó 40% y hoy el FC Barcelona recibe, en partidos amistosos, tres veces lo que cobraba antes: US$ 2,6 millones por juego.

Hoy, 7 de cada 10 camisetas vendidas del Barcelona, son de la número 10, de Ronaldinho. Por eso, la cláusula de rescisión de su contrato con el Barcelona es por € 125 millones.

Pero hay una historia que muy pocos conocen. Antes que Ronaldinho fuera Ronaldinho, el ex director general del Internazionale de Milan, Giuliano Terráneo, viajó a Porto Alegre a hablar con Ronaldinho, a fines de 1999 y principios de 2000. El Inter le hizo una oferta importante por un contrato de ocho años y que para el Gremio hubiesen significado US$ 4 millones. Pero Ronaldinho le dio vueltas al asunto y rechazó porque dijo que para ingresar al fútbol europeo prefería un club de menor nivel que el Inter: un consejo de su hermano Roberto. Por eso eligió el Paris Saint Germain, donde dijo que recibiría menos presiones, y su experiencia le dio la razón.

Giuliano Terráneo hoy cree que la decisión de Ronaldinho fue porque el Inter ya contaba con Ronaldo, y Adriano estaba a punto de llegar al club. "A lo mejor él pensó que habría tenido poco espacio para jugar", señaló. Así el Inter. se perdió la oportunidad de haber tenido la mejor delantera de la historia: Ronaldo, Adriano y Ronaldinho, juntos.

La entrevista

Paulo César Andrade entrevistó en París a Ronaldinho cuando él fue a recibir el Balón de Oro.

-¿Qué significa el Balón de Oro para Ud.?

-La realización de un sueño y la motivación para trabajar más y volver a tener ese reconocimiento en el futuro.

-Ahora puede volver a ganar el premio de la FIFA, aunque lo disputa con un compañero suyo en el FC Barcelona, Samuel Eto’o, ¿cómo va la competencia?

–Tranqüila. Nos llevamos muy bien y el solo hecho de ir juntos a la fiesta de la FIFA ya nos hace felices. No soy de pensar mucho. Los que deben pensar son los de la FIFA (se ríe).

-Muchos lo consideran el sucesor indiscutido de Pelé (Edson Arantes do Nascimento). Pelé lo elogió a Ud. ¿Cómo se siente cuando eso ocurre?

-Los elogios siempre vienen bien y más los de Pelé, quien es un ejemplo. Todos lo admiran y desean recibir un elogio suyo. Ahí está mi alegría.

-Ud. querría que su hijo fuese jugador?

-O João será libre para elegir el futuro que prefiera, pero si fuese jugador, yo tendré una alegría muy grande.

-¿Cómo comenzó todo?

-A toda mi familia le gustaba el fútbol. Los hermanos de mi madre jugaban, mi padre también jugaba. Mi hermano se hizo profesional y fue un gran jugador. Y yo también. Por lo demás, yo era muy tranquilo. Aún hoy soy un hombre tranquilo. Hacía las cosas normales que hace un niño, pero nunca fui terrible.

-¿Cómo fueron esos años?

-Yo me crié dentro del Gremio. Fue un período que nunca olvidaré. Creo que pasaba más tiempo en el Gremio que en mi casa. Las amistades que tengo allí, hasta el día de hoy, son personas a quienes nunca olvidaré, las cuales me ayudaron mucho para poder llegar adonde estoy.

-El Gremio le dio su voto de confianza y hasta le invitaron para todas las categorías de la Selección Brasileña. ¿Qué recuerda de esa época?

-La primera vez que me puse la camiseta de la Selección fui a jugar a Wembley, un estadio donde Pelé nunca jugó, o sea que fue un comienzo especial, yo tenía casi 15 años, y para mí fue muy especial. En la Copa América, en 1999, pude anotar un bello gol contra Venezuela, y entonces Brasil me conoció. Mucha gente no me conocía aún. Lo importante de la Copa América fue que me abrió las puertas en el Brasil.

-Ronaldinho Gaúcho viajó a Corea y Japón 2002 como la R Nº3 (Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho), y después de superar los nervios del primer partido, se soltó a jugar... Casi todo fue bueno, excepto lo de la expulsión frente a Inglaterra, aunque aún así nadie se atrevió a verlo como villano...

-Desde el inicio creí que íbamos a ser los campeones. Pienso que todos lo creían, y por eso que ganamos. Teníamos una gran amistad y sentíamos mucho respeto mutuo. Fuimos un grupo muy maduro. Nos conocíamos muy bien. Cuando uno miraba al otro, ése ya sabía lo que debía hacer. Cuando uno no seguía, el otro ya conocía la marca.

-¿Cuál fue el juego que lo marcó más en la Copa del Mundo?

-Para mí todos los juegos son inolvidables. Ninguno se me olvidará. Pero el juego contra Inglaterra fue especial. El partido contra Inglaterra era especial porque todavía no habíamos jugado contra un adversario de renombre, y todos decían: "Ahora vamos a ver si Brasil es bueno o no". Después de ganarle a Inglaterra ya nadie hizo más comentarios. Cafú comentó que el arquero siempre jugaba adelantado, así que yo le pegué para anotar el gol. Nunca pensé que la pelota entraría por el ángulo que entró, yo sólo quería que pasara por encima del arquero. Después me expulsaron. Fue una jugada muy rápida, yo creía que el inglés venía para tratar de lesionarme. Y levanté un pie para protegerme, pero él no trató de derribarme, y yo le di a él. En el fútbol las cosas suceden con mucha rapidez, sólo hay un segundo para pensar... y ya me habían sacado la tarjeta roja.

-¿Qué recuerdo conserva de Brasil-Alemania?

-Tuvimos la oportunidad de anotar goles. De haber querido, habríamos podido anotar más goles en la final, pero el fútbol es así. En ese momento uno lo celebra, pero no es la misma cosa. Yo sólo me di cuenta de que era campeón del mundo cuando llegué a Brasil. Porque cuando termina el partido, uno se dice: "Somos campeones del mundo, pero, ¿será verdad?". Creo que fue dos días después, al ver esa muchedumbre en Brasilia, todo ese alboroto, y uno se dice: "Dios mío, es verdad, somos campeones de mundo".

-Su salida del Gremio al Paris Saint Germain no fue muy pacífica. ¿Guarda algún resentimiento debido a eso?

-No. Lo único que me puso triste fue la directiva del Gremio que dijo cosas que no eran ciertas, y terminaron mintiéndole a la afición y algunos de ellos creyeron aquello. El resto fue maravilloso.

-¿El fútbol europeo es muy diferente del brasileño?

-La pelota y la cancha son iguales en cualquier parte del mundo, pero las funciones tácticas son un poco diferentes. En Europa se juega más a la defensiva, y hay que cambiar un poco las características para adaptarse.

-¿Quién fue su ídolo como jugador?

-Mi ídolo es mi hermano. Siempre lo fue. Yo tenía un ídolo dentro de la casa porque él es un ejemplo de padre, de hermano y de jugador. Después de él tengo muchos: Zico, Rivelinho, Pelé. Y ya en mi adolescencia surgió Ronaldo.

-¿Cómo fue su primer contacto con Ronaldo? ¿Quién rompió el hielo? ¿Se quedaron viéndose a la cara?

-Él es estupendo. Fue en la Copa de América. Yo tenía una foto con Ronaldo como admirador, de cuando él fue a jugar un partido amistoso en Porto Alegre. Yo tenía 13 años y él tenía 17. Él ya jugaba en el Cruzeiro y yo no jugaba aún. En la Copa de América, él me vio y vino a hablar conmigo. Ronaldo nunca fue agrandado. Nunca oí a nadie decir que él fuera ‘marrento’. Él es un buen compañero. Un gran amigo.

-¿Qué quedó de su padre?

- Su ausencia me da tristeza, pero también me da fuerzas porque cuando yo tenía 7 años mi padre decía: "Él va a jugar en la Selección. Él va a ser un gran jugador". Y queriendo o no, todo el mundo me decía: "Tu padre decía..." Así que cada vez que voy a hacer algo que no está bien pienso: "A mi padre no le gustaría que hiciera esto". Entonces su ausencia me motiva a esforzarme más cada día, para que esté donde esté él se sienta orgulloso del hijo que dejó en el mundo.

-Pero tu admiradora Nº 1 es su madre...

-Yo soy admirador de mi madre, soy admirador de mi hermana, yo soy admirador de mi hermano y así, los unos con los otros. Mi familia es así. Es por eso que los quiero de forma especial y sería capaz de dar mi vida por cualquiera de ellos.

-Si tuviera que darle las gracias a alguien... ¿a quién sería?

-A muchas, muchas personas que me ayudaron mucho. Mi familia que siempre me dio fuerzas. A Dios en especial, por darnos salud, a mí y a mi familia. Sin salud yo no habría podido hacer nada. Tengo que arrodillarme y agradecer todos los días por la salud que tengo. Si la familia está bien, sólo necesito que Él me dé salud para poder ejercer el don que Él me concedió y que le agradezco todos los días.

.......................................

Copyright by EDICIÓN i, 2005.

Dejá tu comentario